_
_
_
_
_

Polonia, fortaleza económica del Este

El país lleva más de 20 años en crecimiento y, a corto plazo, no se muestra agotado

Obras en una rotonda en Varsovia.
Obras en una rotonda en Varsovia. Piotr Malecki (Bloomberg)

A Polonia, los economistas llevan años calificándola de “milagro” económico. Al contrario de otros casos rumbosos, el país más grande del Este no ha tenido el menor tropiezo durante largo recorrido. Lleva 23 años creciendo y no muestra síntomas de agotamiento. Ni la crisis parece haberle hecho mella. Mientras la UE veía como su PIB se reducía en 2009 y en 2012, el de Polonia apenas ha registrado una cierta desaceleración. Tan resistente se ha revelado la economía del país que, como afirma Miquel Bordas Proszynski, un abogado polaco español con despacho en Madrid y Varsovia, “ha logrado superar los efectos de las sanciones a Rusia y la crisis en Ucrania, dos mercados muy importantes para los polacos”.

Su paseo triunfal desde 1990, y sobre todo tras el ingreso en la UE, en 2004, ha ido ganando en firmeza. El producto interior bruto (PIB) creció más del 40% entre el 2003 y 2014 mientras el de la UE no subió más del 12%. En el mismo periodo, su renta per cápita ha pasado de 5.400 a 11.000 euros en términos nominales y está en los 24.000 dólares en poder de compra. La tasa de desempleo ha ido bajando hasta el 8%. Es uno de los países más exportadores de Europa, con una tasa del 46% del PIB frente a la media del 42% en la UE y del 31% en España. El 2014 su comercio exterior creció el 6%. Lo más notable es que se multiplicó por 25 desde 1989.

Además, el país tiene sus cuentas bastante controladas. Su deuda pública, apunta Jaume Giné David, profesor de ESADE, “no supera el 57% del PIB”, algo que se debe en parte a que, durante la crisis, el Gobierno polaco de Plataforma Cívica (centro derecha), dirigido ahora por la primera ministra Ewa Kopacz y antes por Donald Tusk, “trató de frenar el gasto y bajar el déficit”, explica Bordas.

Más información
El electricista que cambió Polonia
La frontera del Este gana peso en la construcción de la Unión Europea
Polonia, 25 años como el primero del curso

Notable es también el potencial polaco. Ha bastado una ligera mejoría en Europa para que el país doblara su PIB desde el 1,7% en 2013 al 3,3% en 2014. Para este año se espera un crecimiento similar o superior, impulsado por las exportaciones, el consumo interno y la caída de precio del crudo.

Los economistas apuntan múltiples razones para esta trayectoria. Lo primero, que el país ha apostado desde el inicio por la economía de mercado junto a instituciones políticas responsables. “El país percibió su entrada en la UE”, señala Federico Steinberg, analista de Elcano, “como un anclaje institucional al corazón de Europa y a la OTAN”. Se ha beneficiado, además de estabilidad política que el Ejecutivo de centroderecha de la Plataforma Cívica, en el poder desde 2007.

Polonia está considerado como el país más razonable para hacer negocios de la zona. “Una de las causas de su éxito”, explican Pedro Saavedra y David Jelicz, del despacho de Garrigues en Varsovia, “es haber conseguido que los extranjeros vean a Polonia como un país bueno para los negocios y estable para la inversión, tanto desde un punto de vista legal como económico”. Polonia ha creado 14 zonas económicas especiales, con fiscalidad reducida, que estarán vigentes hasta el 2026 y que han jugado un papel clave en la reindustrialización del país, gracias a la llegada de firmas extranjeras. Esta estabilidad, unida al tamaño del mercado —con 38 millones de habitantes es el gigante regional— ha provocado un flujo de inversión directa exterior en el país de en torno a los 6.000 millones de euros al año.

La proximidad con Alemania ha ayudado. “Es el principal inversor en Polonia y ha instalado mucha industria en el país”, aclara Bordas. El 25% de las exportaciones polacas van a su vecino. Pero no es solo por Alemania. “Estar al lado de los países centrales de Europa”, apunta Juan Aguilar, de la Cámara de Comercio de Madrid, “le ha convertido en una ubicación muy atractiva”. Polonia se ha beneficiado también de una población altamente educada, con unos sueldos muy competitivos con relación a la media de la UE. En enseñanza primaria y secundaria sale en el sexto puesto en Europa del Informe Pisa. Luego está su dominio del inglés. “Los jóvenes hablan allí inglés como nosotros aquí español”, dice Carlos Lamela, cuyo despacho de arquitectos acaba de ultimar una terminal del aeropuerto de Varsovia. Buena preparación profesional y sueldos competitivos conforman un círculo virtuoso. La conflictividad laboral, excepto en la minería y en las empresas estatales, es mínima.

Los fondos de la UE han jugado un papel decisivo en el ‘milagro’ polaco

Pero no hay que olvidar que los fondos de la UE han jugado un papel decisivo estos diez años. “Ahora mismo Polonia es el mayor receptor de esos fondos y seguirán teniéndolos”, afirma Saavedra. “Entre el 2014 y el 2020”, dice Aguilar, “recibirán unos 82.000 millones, que utilizarán en infraestructuras y en innovación industrial”. Otra ventaja es que, pese a sus 38 millones de habitantes, la economía polaca aún es pequeña, como la tercera parte de la española. Steinberg añade que “no tener el euro le ha beneficiado; ha podido mantenerse al margen de la tormenta. Quieren entrar, pero no parece que tengan prisa. Quieren ver cómo se desarrolla este proceso”.

La principal incertidumbre es que este año habrá elecciones y “no parece claro, pese a todo, que Plataforma Cívica vaya a tener mayoría”, reconoce Bordas. De todos modos, quien gobierne tendrá que resolver una serie de retos pendientes. Uno de ellos es la mejora de las infraestructuras, que distan de lo óptimo necesario para propulsar una economía moderna. Existe también cierta preocupación por la escasa entidad del tejido empresarial polaco. El país cuenta con muchas empresas multinacionales industriales, pero son principalmente alemanas. Hay pocas empresas polacas internacionalizadas, debido sobre todo al tirón del mercado interno.

El Estado es el mayor productor de bienes electrónicos de la UE

El Ejecutivo está empezando a preparar el país para los salarios altos, ya que, según apunta Giné, “dentro de poco dejarán de poder competir en base a salarios bajos”. De ahí que el Gobierno esté reforzando las inversiones en tecnología. “Acaban de recibir 700 millones de euros del BEI”, informa Aguilar, “solo para innovación”. No hay que olvidar, sin embargo, que Polonia se ha convertido ya en líder de BPO (Subcontratación de Procesos de Negocio) en Europa Continental. Su rival es Irlanda. Otro dato, es el principal fabricante europeo de productos electrónicos. Su producción en 2013 fue de 6.800 millones de dólares, casi la cuarta parte de toda Europa.

La agenda de Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_