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Los datos sectoriales apuntan a una recuperación más sólida en España

El indicador adelantado de la OCDE apoya la previsión de un avance superior al 2% en 2015

Alejandro Bolaños

En verano, el estancamiento de la zona euro se hizo literal, con una variación trimestral del PIB rayana en el 0%. Y los organismos internacionales empezaron a oscurecer el pronóstico sobre la economía española en 2015, para rebajar su avance al 1,7% anual. Pero en las últimas semanas, el descenso sostenido del petróleo y la depreciación del euro se han aliado con la incipiente mejora del mercado laboral y de las condiciones financieras para dar la vuelta a esas percepciones. De modo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sostuvo este domingo que “España puede crecer más del 2% en 2015”, el valor que marca la previsión oficial, si el tipo de cambio y el petróleo “se mantienen” en estos nuevos niveles, más bajos. Y los últimos indicadores adelantados, recopilados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), apuntalan esa idea.

Los expertos de esta organización internacional, que agrupa a 34 países industrializados, sintetizan datos que sirven para anticipar la marcha de la actividad económica de un país a corto plazo, en los próximos seis o nueve meses. En el caso de España, los indicadores elegidos por la OCDE son el grado de utilización de la capacidad industrial, la producción del sector de la construcción, los precios del sector servicios, las cotizaciones bursátiles y la matriculación de vehículos. Según los datos de octubre, distribuidos ayer por la OCDE, las perspectivas de crecimiento de la economía española siguen acelerándose.

El análisis de la OCDE anticipa que la zona euro tendrá un crecimiento débil el próximo año

La síntesis de esos indicadores adelantados se traduce en un valor de 102,67, el más alto de las últimas tres décadas. Cuando el indicador sintético es superior a 100, y además crece, anticipa con claridad una etapa de expansión, por encima del crecimiento potencial a largo plazo que se atribuye a una economía. Eso no quiere decir que el PIB vaya a crecer más que en la década pasada (entre el 3% y el 4% anual), sino que en 2015 superará con claridad el crecimiento potencial que se estima ahora para España (entre el 1% y el 2% anual), disminuido como consecuencia de la crisis.

Algunos de los países europeos más afectados por la crisis (España, Grecia o Eslovenia) están entre los países con mejores expectativas a corto plazo, un indicador de que estas economías tienen aún mucho camino por recorrer, dado su altísimo nivel de desempleo y la capacidad industrial sin utilizar.

La mejora de las perspectivas para la economía española coincide con las señales de estancamiento de la zona euro. Los indicadores adelantados del conjunto de la eurozona (100,6 y a la baja) en octubre corroboran la previsión de un lento avance para el próximo ejercicio, que rondará el 1% anual. El flojo desempeño de los Dieciocho está muy condicionado por las expectativas para Alemania, cuya síntesis de indicadores adelantados se sitúa ya por debajo de 100 (99,5), en sintonía con las últimas revisiones a la baja de sus previsiones de crecimiento. La última, publicada por el Bundesbank, redujo a la mitad el pronóstico (del 2% al 1%) para la economía alemana en el año 2015.

Los datos sectoriales apuntan a una recuperación más sólida en EspañaFoto: atlas | Vídeo: Atlas

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