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ENTREVISTA I JUAN BERBERANA Responsable de las Sicav de March Gestión

“La volatilidad ha vuelto para quedarse”

Berberana gestiona la mayor sociedad de inversión de España, Torrenova

David Fernández
Juan Berberana, gestor de la sicav de March Gestión.
Juan Berberana, gestor de la sicav de March Gestión.Santi Burgos

Juan Berberana (Madrid, 1965) ha tocado muchos palos en el sector financiero. Empezó su carrera como consultor y auditor, posteriormente trabajó de analista de Bolsa y ahora se dedica a la gestión de activos. Ingresó en March Gestión en 2006 donde es el responsable de las sicav institucionales, entre ellas Torrenova, la mayor sociedad del mercado español con un patrimonio bajo gestión de 1.080 millones de euros (1.772 millones sumando el fondo réplica de Luxemburgo) y donde los pequeños inversores tienen la oportunidad de unir el destino de sus ahorros con una parte de la fortuna de la familia March.

Pregunta. ¿A qué clase de inversor le interesa Torrenova?

Respuesta. Torrenova fue creada en 1987 como instrumento del patrimonio familiar de la familia. Posteriormente, se fue abriendo a directivos y empleados, luego a los clientes del banco y desde hace tres años al cliente institucional. Lo significativo es que, a pesar de esta evolución, es una cartera que desde que se creó tiene la misma filosofía: preservar patrimonio y no perder dinero en términos reales con el objetivo de ganarle dos puntos a la inflación.

“Los bancos necesitan savia nueva en la dirección”

P. ¿Qué porcentaje de la cartera es de la familia March?

R. Es un poco difícil dar una cifra exacta. Los March siempre han estado presentes y su participación ha oscilado con el paso del tiempo. Le diría que sumando los intereses económicos de la familia y los de la Fundación Juan March, la horquilla varía según la época entre el 10% y el 20% del patrimonio total.

P. ¿En qué medida condiciona que los March tenga parte de su dinero en estas sicav?

R. Creo que con el paso del tiempo, y sobre todo a raíz de la crisis financiera, es un fenómeno que ha influido para bien. La filosofía de nuestras sociedades siempre ha sido especial por ese factor de la coinversión, pero con la crisis este concepto se ha convertido en algo muy valorado en el mercado financiero.

P. En los últimos tres años Torrenova ha triplicado su patrimonio. ¿Condiciona las estrategias de inversión este tamaño?

R. Nunca hemos pensado en cerrar este vehículo. Una de las claves para preservar el patrimonio es la liquidez de los activos en los que inviertes. Nosotros siempre hemos dado gran valor a esta condición y tengo los mismos problemas o facilidades para gestionar 1.000 millones que los que tenía en 2006 cuando tenía 300 millones. Un 25% de la cartera de Torrenova está en Bolsa, pero como nuestra estrategia es global no tenemos las restricciones de aquellos que solo invierten en valores españoles donde la liquidez media es más reducida.

P. En los últimos meses han elevado el peso de la Bolsa en la cartera en cuatro puntos porcentuales. ¿Por qué?

R. Lo que estamos haciendo es corregir una anomalía. Históricamente, el peso de las acciones siempre ha sido el 25%, pero en 2011, 2012 y 2013 fueron años muy buenos en la otra parte de la cartera. Eran años en los que con invertir en depósitos ya lográbamos nuestro objetivo de preservar patrimonio y redujimos el riesgo bursátil. Ahora estamos en una fase contraria: la represión financiera ha llevado los tipos de interés de los activos del mercado monetario a niveles muy bajos.

P. ¿Hasta qué punto esa caída de los tipos complica su gestión?

R. Siempre nos hemos comunicado con los clientes y ahora tratamos de educarles para que entiendan que en un escenario como el actual deben ajustar sus objetivos de rentabilidad a este contexto. Con una inflación próxima a cero, lo normal es que esperen rentabilidades del 2% o el 3% en Torrenova.

P. ¿Han alargado la duración de la renta fija en cartera?

R. Como consecuencia de nuestra estrategia conservadora el primer riesgo que queremos limitar es el de tipo de interés. Seguimos estando en el tramo corto de la curva, pero efectivamente nos hemos visto obligados a alargar algo las duraciones. Hace tres años la rentabilidad que nos daban las emisiones por debajo del año de duración nos bastaba y ahora lo hemos alargado, pero a no más del año y medio.

“Coinvertir con la familia March es algo muy valorado por el mercado”

P. ¿Cómo se presenta 2015?

R. En la parte de la cartera del mercado monetario se presenta difícil. La clave estará en la exposición a la Bolsa. El mercado de renta variable está en un momento complejo, pero no necesariamente negativo. El contexto de expansión monetaria favorece a las acciones

P. En los últimos meses la volatilidad ha vuelto al mercado. ¿Cree que esta situación continuará el próximo año?

R. Creo que sí, la volatilidad ha vuelto para quedarse. La economía global va por el buen camino. Sin embargo, hay tantos peros que se generan dudas permanentemente y los mercados, más tras la crisis que hemos vivido, están muy sensibles. A corto plazo, la preocupación es Europa. Pero a medio plazo hay factores positivos que invitan al optimismo: la liquidez que hay, la caída de los precios de la energía y, en Europa, la depreciación del euro que viene muy bien para mejorar la competitividad.

P. ¿Hará el BCE un Quantitative Easing?

R. Será difícil ver una política parecida a la vivida en EE UU y Reino Unido. De los objetivos de un QE al estilo anglosajón hay dos que el BCE ya está logrando: la bajada de los tipos de interés y la depreciación de la moneda.

P. ¿Y qué pasa con el crédito?

R. ¿Es necesario un QE para que mejore? No tenemos una cultura de banco central tan clara para lograrlo. No tenemos un mercado de crédito tan desarrollado como para que el BCE pueda mejorar el crédito a través de la compra de activos.

P. ¿Bastará con las subastas de liquidez?

R. Es evidente que las condiciones de crédito mejorarán con las subastas. La duda es si será suficiente. Ahí surgen dos cuellos de botella. Uno de ellos eran las pruebas de resistencia de los bancos. Hasta que no se ha constatado que la mayoría de los bancos estaban suficientemente capitalizados las subastas no iban a ser relevantes. El segundo problema es la voluntad real de los bancos a dar crédito. Hay el BCE está dejando muy claro: lo primero es crear las condiciones de liquidez, y a partir de ahí vais a empezar a prestar, os guste o no os guste. Otro obstáculo es que el sistema financiero está adormecido. La mayoría de los bancos están dirigidos porque los mismos individuos que vivieron la crisis y cuyo objetivo hasta hace poco era sobrevivir. Nosotros no tenemos bancos en cartera, nos gustan las compañías que después de una crisis resetean su modelo de negocio y su estructura directiva.

P. ¿Cree que los bancos necesitan savia nueva en la dirección?

R. Clarísimamente, tanto en España como a nivel europeo, si lo que queremos es afrontar este nuevo ciclo de crédito con una mente más abierta.

P. ¿Cree que el riesgo de deflación se materializará?

R. Es el riesgo más grande que tenemos. El fantasma que sobrevuela Europa es, sin duda, la deflación. Por eso es increíble que todavía haya economistas y políticos obsesionados por la inflación cuando estamos a puntos de irnos al hoyo por culpa de todo lo contrario. Hay gente que dice que el riesgo de Europa es que acabe japonizándose, es decir, con un estancamiento económico con un nivel de deuda cada vez más alto. Por desgracia, es un escenario poco creíble. Si Europa no arranca lo más probable es que volvamos a la situación de estrés financiero de 2011 y 2012 en el cual las economías del sur, más endeudadas y con un potencial de crecimiento menor, volverían a ser atacadas. Por lo tanto, estamos ante un escenario binario: o empezamos a crecer de tal manera que el stock de deuda, pública y privada, se vaya disolviendo poco a poco, o de lo contrario volveremos a 2011.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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