Reyal debe 458 millones a Hacienda

Reyal Urbis debe un total de 457,88 millones de euros a la Agencia Tributaria y a distintas comunidades autónomas y ayuntamientos, según informó la inmobiliaria en concurso de acreedores desde hace casi dos años.

Este importe que la compañía controlada y presidida por Rafael Santamaría adeuda a organismos y administraciones públicas representa en 11,5% del pasivo total de 3.978 millones de euros que soporta la empresa.

Reyal Urbis, que se declaró en concurso de acreedores en febrero de 2013, presenta un 'agujero patrimonial' de 2.500 millones de euros, dado que cuenta con activos valorados en 1.474,36 millones de euros para afrontar dicha deuda.

Así se desprende del informe de valoración y de bienes y derechos de cobro que la administración concursal de la inmobiliaria ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, según notificó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Reyal Urbis reiteró que trabaja en la redacción de una propuesta de convenio de acreedores que confía en presentar ante el juez en un "futuro próximo".

Depreciaciones de 689 millones

En cuanto al valor de su activo, estimado en 1.474,36 millones de euros, la compañía indica que su reducción respecto al importe que suponía en el momento de declararse en concurso responde a las ventas de activos cerradas desde entonces y a la depreciación que el sector ha registrado durante la crisis.

En concreto, estima que las ventas han aminorado su activo en 232,10 millones de euros y la depreciación, en 689,62 millones de euros más. Del lado de la deuda, que se eleva a 3.978 millones de euros, indica que si bien el pasivo financiero se ha recortado en 257,88 millones de euros gracias a la venta de activos, el que se mantiene frente a organismos y administraciones públicas ha ascendido, según consta "en las certificaciones emitidas por los organismos públicos correspondientes".

Reyal Urbis registró una pérdida neta de 483,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone incrementar en un 35% los 'números rojos' contabilizados en el mismo periodo de 2013, afectados por las provisiones y un aumento de gastos financieros derivado del incremento de los devengos de deuda por intereses.