La Eurocámara aprueba la propuesta que pide la partición de Google

El Parlamento Europeo quiere recortar el inmenso poder de Google en la red. Sin mencionar una sola vez el nombre del gigante estadounidense, un texto aprobado esta mañana en la Eurocámara insta a la Comisión Europea a contemplar la división entre el motor de búsqueda y los servicios comerciales que ofrecen estas compañías. El objetivo es evitar que favorezcan sus servicios propios en detrimento de los competidores, que se ven relegados a puestos menos visibles para el usuario.

Los eurodiputados han respaldado mayoritariamente –con 384 votos a favor, frente a 174 en contra y 56 abstenciones- un texto que defiende que los procesos de búsqueda y los resultados “no deben estar sesgados”, sino que estos procesos deben ser “imparciales y transparentes”. El Parlamento Europeo constata “el potencial de desarrollo de los motores de búsqueda para actuar como filtros y de sus posibilidades para comercializar la explotación secundaria de la información obtenida”, por lo que pide a Bruselas que vele por el cumplimiento de las reglas de competencia.

Bajo este aparente marco general se esconde un interés muy concreto: pedir a Competencia que resuelva cuanto antes el caso Google, investigado desde hace cinco años. “La Comisión Europea lleva años estudiando. Ya va siendo hora de que presente resultados para que nuestra economía tenga posibilidades reales en el mercado mundial”, espetó en el debate parlamentario previo, celebrado el miércoles por la noche, Evelyne Gebhardt, eurodiputada socialdemócrata alemana.

El Ejecutivo comunitario ha intentado en los últimos años resolver mediante un acuerdo con la empresa esas objeciones que le hacen sus rivales sobre discriminación a la hora de presentar los resultados en una búsqueda. Bruselas, además, constata que el usuario desconoce el interés comercial que tiene Google por hacer más visibles unos resultados que otros. Tras el tercer intento por parte de la firma fundada por Larry Page, Competencia, dirigida hasta octubre por Joaquín Almunia, rechazó la propuesta. Ahora la nueva comisaria, Margrethe Vestager, ha pedido tiempo para decidir si abre un pliego de cargos, que podría desembocar en una multa, o promueve un nuevo acuerdo, una hipótesis que pierde fuelle frente a la del pliego de cargos.

“Google da un trato preferencial a sus servicios comerciales. Tiene el 90% del mercado en muchos países europeos y las empresas están perdiendo ingresos y se está despidiendo a la gente como consecuencia de eso. No estamos en contra de Google ni de ninguna otra compañía estadounidense. Estamos en contra del monopolio”, expuso ante el pleno de la Eurocámara Ramon Tremosa, eurodiputado de Convergència y uno de los impulsores de la iniciativa junto con el diputado democristiano alemán Andreas Schwab. Alemania es uno de los países más beligerantes con el poder de Google en Europa.

La moción, concebida inicialmente como defensa de los derechos del consumidor en la red, revela el grado de presión política que afronta el Ejecutivo comunitario al lidiar con esta investigación y, en general, con los casos que afectan al gigante Google. Pese a todo, la iniciativa parlamentaria no es vinculante y la comisaria de Competencia tiene total autonomía para decidir en las materias que investiga.

El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Mercado Digital, Andrus Ansip, no quiso dar pistas sobre sus intenciones en este caso concreto, aunque dejó claro su interés por el asunto. “Los motores de búsqueda son una parte esencial para el mercado único digital. Deberíamos discutir un amplio abanico de medidas, empezando por la transparencia, la preferencia por los servicios propios y los servicios verticales. La Comisión permanecerá atenta en lo que se refiere a infracciones que obstaculizan el mercado único digital”. La Eurocámara calcula que el mercado único digital podría reportar a Europa ganancias de 260.000 millones de euros al año.