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El Banco de Holanda repatria 4.000 millones en lingotes de oro de EE UU

La medida pretende asegurar al consumidor que el país está preparado para afrontar otra posible crisis

Isabel Ferrer
Lingotes de oro de la planta Argor-Heraeus, en Mendrisio (Suiza).
Lingotes de oro de la planta Argor-Heraeus, en Mendrisio (Suiza).Reuters

Holanda ha decidido repatriar parte de sus reservas en oro guardadas en Estados Unidos. En concreto, se trata de 120 toneladas de lingotes de oro valorados en 4.000 millones de euros. Guardados hasta la fecha en Estados Unidos, la operación ha sido planeada durante meses en secreto y desvelada ahora por el Banco Nacional. El traslado se ha efectuado en barco, y el oro se encuentra ya en la cámara acorazada de su sede central, en Ámsterdam. La entidad ha justificado la mudanza señalando que “el país está así preparado para afrontar otra posible crisis financiera, y el metal mejor repartido”.

El Tesoro holandés cuenta en total con 612 toneladas de oro (cada lingote pesa 12,5 kilos), equivalentes a unos 17.000 millones de euros al precio actual. A partir de ahora, un 31% será guardado dentro del país. Otro 31% seguirá en Nueva York, sede de la Reserva Federal estadounidense. El resto figura en Ottawa (Canadá), con un 20% , y Londres ( Reino Unido), con un 18%.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, Holanda depositó en Estados Unidos buena parte de sus reservas de oro. Las instalaciones de la Reserva Federal, en Nueva York, han sido construidas a prueba de terremotos y ataques nucleares, y en plena Guerra Fría parecían el lugar adecuado. No solo para los holandeses. Otros países europeos, entre ellos Francia y Alemania, hicieron lo mismo. En las últimas décadas, y en especial tras la caída del Muro de Berlín y la reciente crisis, el Gobierno y el Banco Nacional holandés han evaluado varias veces una posible repatriación.

En 2012, la democracia cristiana y los socialistas radicales holandeses abogaron en el Parlamento por recuperar parte del oro nacional. No hubo entonces acuerdo, a pesar de que el Bundesbank germano, el poderoso espejo donde se mira el país, sí empezó a hacer lo propio. “Ya no es razonable tener la mitad de nuestro oro en otra parte del mundo”, ha dicho ahora el Banco Nacional holandés.

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