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Recién comprado y ya devaluado

Los productos que pierden valor al sacarlos de la tienda son los mejores para adquirirlos de segunda mano

Un coche pierde valor al dejar el concesionario.
Un coche pierde valor al dejar el concesionario.JAVIER BARBANCHO

Una de las claves para conseguir un ahorro en la economía doméstica es saber comprar. Tras la bajada del poder adquisitivo o la dificultad para ahorrar en los hogares, son muchos los que se piensan dos veces qué comprar y cómo comprarlo.

Según las últimas cifras de octubre publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, el IPC baja un 0,1%. Seguir cubriendo todas nuestras necesidades con un presupuesto que cada vez nos cubre menos necesidades hace que opciones como las compras de segunda mano se postulen como una opción válida. No todas las adquisiciones pueden hacerse en el mercado de segunda mano pero sí las de aquellos productos que más se devalúan nada más comprarse.

¿Me sale rentable comprar un coche nuevo?

El coche es un artículo que ofrece varias posibilidades una vez que estamos decididos a realizar una adquisición. La primera opción suele ser la de decantarse por la compra de un vehículo nuevo a estrenar. También podemos comprar un coche de segunda mano, con lo que el precio bajará considerablemente respecto a la primera opción. Otras a medio camino entre ambas son el leasing, coches km 0, renting

La compra de un vehículo puede representar un desembolso importante para una familia y comprar un vehículo nuevo no tiene porque ser la mejor opción. Nada más salir del concesionario un coche nuevo pierde valor. Sin embargo, comprando un coche de segunda mano, en buen estado y con garantías, no pagamos el precio adicional por la etiqueta de “nuevo”. La clave está es dar con el coche de segunda mano adecuado.

¿Existe el mercado de segunda mano de los ordenadores?

El ordenador se está convirtiendo, junto con las tablet y los móviles, en uno de nuestros efectos personales imprescindibles. Hemos pasado de utilizarlos tímidamente en el entorno laboral, a personificarlos y convertirlos en herramienta imprescindible para nuestra actividad diaria.

Cualquier aparato electrónico se desactualiza con mucha rapidez y los ordenadores no son una excepción. Los programas van sacando nuevas versiones que se pueden ir actualizando pero, poco a poco, desde el día en que lo compramos va perdiendo su valor en función de lo que le va costando adaptarse a las novedades del mercado.

¿Es una opción vender mi teléfono móvil?

Lo primero que hacemos cuando compramos un terminal nuevo es meter la tarjeta de la compañía con la que hayamos contratado la tarifa que nos dará línea. A partir de ahí, empezamos a personalizarlo ordenando las aplicaciones a nuestro gusto o bajando las apps que utilizamos.

A medida que vamos adaptando el teléfono a nuestras necesidades, vamos haciendo más difícil una venta a buen precio. Además, los teléfonos envejecen muy pronto porque nada más sacar una versión ya se está hablando de la siguiente. Las compañías sacan nuevos y mejorados modelos con mucha rapidez y al ir quedando obsoletos van bajando sus precios.

El aumento de las ventas de los llamados teléfonos chinos también tiene sus consecuencias en este mercado, su precio y su calidad desbanca la opción de adquirir un terminal de segunda mano.

Independientemente de que estos artículos, junto con otros muchos, pierdan valor el mismo día de su compra, es importante buscar el mejor precio. Existe la opción de comprar estos artículos de segunda mano o buscar el sitio más barato para adquirirlos sin perder prestaciones. En el mercado de los vehículos suele ser un punto fundamental las negociaciones, el mejor precio de los ordenadores acaba apareciendo tras una búsqueda por la web o alguna promoción puntual de grandes superficies. Por su parte, si lo que buscas es rebajar al máximo el precio de tu móvil “pactar” con tu empresa de telefonía es la opción más habitual.

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