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La OPEP rebaja la demanda de su crudo por la competencia de EE UU

El cártel de países productores y exportadores anticipa que no se recuperará el nivel de consumo de 2013 hasta final de la década

Abdullah al-Badri, secretario general de la OPEP
Abdullah al-Badri, secretario general de la OPEPHEINZ-PETER BADER (REUTERS)

El mercado del petróleo sufrió otra jornada de gran volatilidad, después de que el cártel de los países productores rebajara la previsión de precios por la caída de la demanda que anticipa de su crudo. El barril que se negocia en Nueva York para las entregas en diciembre estuvo a punto de perder el nivel de los 77 dólares al arrancar la sesión, tras caer casi el 2%. En Londres lo hizo cerca de un punto porcentual y eso dejó el Brent en los 82 dólares.

El informe anual de la OPEP, publicado en Viena, anticipa que la demanda global estará por debajo de los 30,3 millones de barriles diarios registrados en 2013. Y con un horizonte de tres años, proyecta que caerá a los 28,2 millones para final de 2017. EE UU, Canadá, Rusia y varios países latinoamericanos que no integran el grupo están incrementando, en paralelo, la producción y eso provocará además una reducción en los precios porque hay más competencia.

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Es una cifra que no se veída desde hace 14 años. La demanda por el petróleo de los países de la OPEP volverá a repuntar, esperan, en 2018. Sin embargo, incluso un año después seguirá por debajo de lo que se registró en 2013. La caída, por tanto, será mayor de la prevista en el medio plazo. El cártel tiene puesto como suelo una producción de 30 millones de barriles, que espera cumplirá en 2014. El grupo cubre un 40% del consumo global.

En la evolución del precio del petróleo pudo también el temor de los inversores con la situación económica en los países de la zona euro. Esta fuerte corrección en el coste del barril, de hecho, se está produciendo a la vez que el dólar estadounidense va ganado fuerza. El presidente de Banco Central Europeo, Mario Draghi, habló de que está dispuesto a elevar la inyección de liquidez. En ese momento, el euro perdió ligeramente los 1,24 dólares.

Lo que nadie en Wall Street esperaba es que el precio del petróleo pasara de 104 dólares a 77 dólares en solo seis semanas. La caída del Brent podría haber sido esta mañana mayor de no ser por los problemas en el suministro por los ataques de milicias locales en Libia. La OPEP admite que podría haber una “pequeña caída en el valor real” del crudo durante la próxima década pero mantiene que el precio nominal en los 110 dólares hasta 2020.

El informe anual de cártel hace mención también al peligro de que haya un exceso de capacidad en el sector, lo que podría presionar a la baja en los precios en el futuro. Lo que está por ver es hasta dónde los países productores y exportadores de petróleo, dentro y fuera de la OPEP, quieren llevar esta batalla que se libra ahora en el mercado y que coincide con el renacer energético de EE UU, que están empezando a vender crudo fuera del país.

Preocupación por Venezuela

Esta guerra de precios que se ve en el mercado del petróleo crea otra preocupación. En el parqué neoyorquino se preguntan si la pérdida de valor del crudo no acabará forzando a Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP a salir al rescate de Venezuela, cuya economía depende enormemente del coste de las materias primas. El Fondo Monetario Internacional lleva tiempo advirtiendo de la vulnerabilidad que crea esta situación.

La atención se centra ahora en la reunión que celebrarán los 12 miembros de la OPEP dentro de dos semanas, donde podría decidirse un recorte de la producción para sostener los precios en un mercado inundado de petróleo que no se consume. Sin embargo, Arabia Saudí, Irán e Irak libran una intensa batalla con el resto porque no quieren perder mercados. Su estrategia pasa ahora por recortar precios mientras elevan la producción.

En principio, estos tres países se pueden permitir mantener esta estrategia para hacer frente a la débil situación económica y la creciente competencia en el mercado de EE UU. De hecho, los productores en la mayor economía del mundo necesitan precios más altos que Arabia Saudí para que les salga a cuenta. En el parqué calcula que ese fondo estaría en los 70 dólares el barril. Si baja de ese nivel, sale más a cuenta importar.

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