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El banco malo adjudica al Sabadell la gestión de 42.900 activos

Solvia, la filial inmobiliaria de la entidad catalana, recibe inmuebles y préstamos de Bankia, Banco Gallego y Ceiss que fueron valorados en 7.000 millones

Lluís Pellicer

La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) adjudicó ayer a Solvia, la plataforma inmobiliaria y de recobro de Banco Sabadell, la gestión de una cartera de 42.900 activos procedentes de Bankia, Banco Gallego y Banco Ceiss. El paquete es el primero de los cuatro que componen el Proyecto Íbero, que es como se denomina al proceso competitivo por el que varios grupos se disputan la administración de una cartera global valorada en más de 50.000 millones de euros en el momento de la transmisión de esos activos a la Sareb. El paquete que Solvia gestionará durante siete años a partir del 1 de enero de 2015 fue valorado en 7.000 millones de euros en el momento del traspaso al banco malo.

La primera de las cuatro subcarteras que se ha quedado Solvia está compuesta por inmuebles procedentes de Bankia y préstamos y edificios adquiridos a Banco Gallego y Banco Ceiss. Fuentes del sector explicaron que a la puja por la gestión de ese paquete habían acudido también Altamira, controlada por Apollo y Banco Santander; Aktua, de Certerbridge, y Servihabitat, de TPG y CaixaBank. En cualquier caso, estos servicers construidos a partir de las antiguas inmobiliarias de las entidades financieras participan, según estas fuentes, en el proceso para adjudicarse las otras tres carteras junto a otras sociedades como Haya Real Estate, de Cerberus.

La cartera forma parte del Proyecto Íbero, por importe de 50.000 millones

El contrato de gestión ha requerido de un pago por adelantado o fianza que, no obstante, se prevé que sea devuelto a Solvia al final del periodo o dependiendo del desempeño en las ventas que de activos que vaya realizando la filial del Sabadell. El valor de ese pago no trascenderá, según fuentes del proceso, hasta que se hayan adjudicado los cuatro paquetes. El director general de Solvia, Javier García del Río, aseguró que la firma viene “demostrando su capacidad de servicing a Sareb operando la cartera procedente de Banco Gallego”, por lo que encaran con “satisfacción” el nuevo reto. Según explicó el banco malo en un comunicado, además de su experiencia con la comercialización de la cartera procedente de Banco Gallego, la entidad valoró la que también tiene en “migraciones de carteras vinculadas al sector inmobiliario”.

De los 42.900 activos que forman la cartera adjudicada a Solvia, más de 33.000 son inmuebles. De estos, el 92% corresponde a viviendas; el 2,9% a edificios de uso terciario (oficinas, naves industriales o comercios), y el 4,7%, a suelo. Por distribución geográfica, el 26% de esos activos se halla en la Comunidad Valenciana; el 15% está en la Comunidad de Madrid; el 13%, en Cataluña, y el 11%, en Andalucía. El 22,7% restante de la cartera está compuesta por préstamos, cuya garantía en el 64,4% responde a viviendas; el 25,1%, a suelos; el 4,6%, a inmuebles terciarios, y el 2,9%, a obras que están todavía en curso. En este caso, la mayoría de los créditos proceden de Castilla y León (43%), Comunidad de Madrid (17%) y Galicia (16%).

Los contratos de gestión entran en vigor a partir del 1 de enero de 2015, cuando finaliza el contrato de Sareb para administrar y gestionar los activos que en su momento le traspasaron las entidades que requirieron de ayudas. Por ello, el banco malo prevé realizar el resto de adjudicaciones en lo que queda de año. En concreto, externalizará la gestión de los paquetes de activos financieros e inmobiliarios procedentes de Liberbank, Novagalicia Banco, Banco Mare Nostrum, CatalunyaBanc, Caja 3 y Banco de Valencia, además de los préstamos generados por Bankia.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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