El beneficio de Iberdrola cae un 19,5% por la mayor carga de impuestos

El beneficio de Iberdrola, la principal compañía eléctrica española, cayó un 19,5% en los primeros nueve meses de este año en comparación con el mismo periodo de 2013, hasta los 1.831,3 millones. El descenso se debe sobre todo a la mayor carga de impuesto sobre sociedades, 747 millones, después de que el año pasado la compañía se apuntase en los resultados más de 1.600 millones en impuestos a su favor como consecuencia de la actualización del balance realizada, con la que incrementó en 6.323 millones el valor a efectos fiscales de ciertos activos en España aprovechando una ley promovida por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Iberdrola aprovechó el año pasado ese ingreso contable excepcional e naturaleza fiscal para realizar saneamientos extraordinarios, lo que dificulta ahora la comparación de sus resultados. La compañía dice que el beneficio neto recurrente, es decir, el generado antes del efecto de partidas no corrientes, alcanza los 1.592 MM Eur (-6,9%). Los ingresos han caído un 3,1%, hasta 22.196,8 millones, mientras que el resultado bruto de explotación, (EBITDA) mejora un 1,4%, hasta 5.210 millones.

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán ha explicado que este año se ve impactado por los efectos de las modificaciones regulatorias y fiscales en España, que minoran los ingresos de los distintos negocios con especial incidencia en renovables.

Además, los resultados hasta septiembre, según la firma, han de enmarcarse en un entorno operativo complejo caracterizado por una cierta mejora en la situación macroeconómica a nivel internacional, pero que se no se concreta todavía en una mayor demanda de electricidad y gas en la eurozona.

La compañía mantiene su compromiso de Iberdrola de ofrecer a sus accionistas una retribución mínima anual de 0,27 euros brutos por acción. precisamente, el consejo de administración de la compañía ha acordado llevar a cabo un segundo aumento de capital liberado por un mínimo de 810 millones de euros y un máximo de 855 millones de euros para la puesta en marcha, por quinto año consecutivo, de su programa de dividendo flexible, por el que los accionistas tienen la posibilidad de decidir si prefieren recibir toda o parte de su retribución en efectivo o hacerlo en acciones nuevas liberadas de Iberdrola.

La deuda financiera neta ajustada a 30 de septiembre de 2014 se reduce en 1.192 millones de euros hasta los 26.253 millones de euros frente a los 27.445 millones de euros a 30 de septiembre de 2013 "fruto de la contención de las necesidades financieras y la satisfactoria ejecución del plan de desinversiones", según la empresa. El apalancamiento financiero se sitúa en el 42,2% frente al 44,0% del mismo período del año anterior. Si se excluye la financiación del déficit de tarifa, que, a 30 de septiembre de 2014, ascendía, en el caso de Iberdrola, a 1.580 millones de euros, la deuda financiera neta ajustada sería de 24.673 millones de euros y el apalancamiento ajustado sería del 40,6% frente a los 25.421 millones de euros y 42,1% a 30 de septiembre de 2013 respectivamente.