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POLÍTICA MONETARIA

El mercado confía en que el BCE refuerce sus medidas de estímulo

El rumor sobre la compra de bonos de empresas impulsa la deuda y las bolsas

Amanda Mars
El presidente del BCE, Mario Draghi.
El presidente del BCE, Mario Draghi.Andrew Harrer (Bloomberg)

El fuerte programa de estímulos aprobado este verano por el Banco Central Europeo (BCE) parece agotado antes incluso de completarse. Los inversores y los organismos institucionales presionan a la institución que dirige Mario Draghi para que eche más madera y alimente una economía con serios riesgos de volver a caer en recesión y, este martes, los mercados dieron buenas muestras de que esperan que esto ocurra. Una noticia de Reuters que apuntaba a que la autoridad monetaria europea podría comprar bonos de empresas impulsó las Bolsas y la deuda de países periféricos, que la semana pasado habían sufrido un revés por la debilidad económica en la zona euro.

 Fuentes citadas por esta agencia de noticias señalaron que el BCE podría tomar la decisión en diciembre con el objetivo de comenzar las operaciones en 2015. “La presión en esta dirección es alta”, dijo una persona familiarizada con el trabajo dentro del BCE, que habló baja condición de anonimato.

La subasta de deuda española se salda con el coste más alto desde mayo

Las compras, de confirmarse el plan, tendrían lugar en el mercado secundario, es decir, donde los inversores compran y venden títulos ya emitidos, y no se dirigirían a la compra directa en las emisiones de deuda corporativa, que supondría financiación directa del BCE a las empresas. El programa sumaría a un fuerte paquete aprobado en junio, que dejó el precio del dinero en el 0,15% e incluyó inyecciones de crédito barato de 400.000 millones de euros —cuya primera subasta ya se ha realizado—, entre otras medidas.

El estancamiento de la economía europea desde mediados de este año ha añadido presión a Draghi para que impulse compras directas de deuda pública en gran cantidad (una medida que se le conoce como Quantitative Easing en la jerga financiera), algo a lo que los halcones del organismo se niegan.

No obstante, un portavoz del BCE se limitó a señalar que la decisión no se había tomado esa decisión. Y, aun así, la especulación sirvió para espabilar a las Bolsas, que habían amanecido al alza pero apretaron el acelerador sobre las once y media de la mañana, en cuanto la noticia se hizo pública. El español Ibex 35 logró cerrar la sesión con una subida del 2,39%, lo que le permitió volver a colocarse por encima de los 10.000 puntos —hasta los 10.152— después de cuatro jornadas por debajo de este simbólico umbral. Milán registró un incremento del 2,79%, París un 2,25% y Fráncfort el 1,94%.

El organismo que dirige Draghi dice que no se ha decidido la medida

“No me sorprende la inestabilidad, hoy toca subida por un rumor pero mañana puede darse la vuelta, me extrañaría que estas subidas se sostengan”, explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, advirtiendo de que, pese a las turbulencias de la semana pasada, “sigue habiendo complacencia en los mercados con la situación económica”.

A los posibles nuevos estímulos del BCE se sumó un dato de crecimiento de China que, pese a confirmar su desaceleración, quedó por encima de las expectativas, según Campuzano, además de que las ventas de viviendas usada en EE UU fueron positivas y también añadieron su grano de arena en Wall Street, que abrió al alza.

En deuda pública europea, el apetito por los bonos de países del sur de la zona euro como España e Italia redujo el interés que los inversores exigían. Los títulos españoles a 10 años pagaban una rentabilidad del 2,19%, frente al 2,26% del día anterior. Esto permitió reducir los diferenciales respecto a los bonos alemanes, que son la referencia porque se consideran los más seguros. La prima de riesgo española se contrajo de 141 a 133 puntos básicos (o 1,33 puntos porcentuales) porque, mientras baja la rentabilidad de la deuda española, subía ligeramente la germana, hasta el 0,87%, ya que el dinero mostró menos interés por el refugio. Esto también permitió que la prima de riesgo italiana se redujera en 10 puntos básicos en una sola sesión, hasta los 164 (o 1,64 puntos porcentuales).

La subasta de deuda del Tesoro Público español, sin embargo, no se vio beneficiada por la especulación sobre la posibilidad de que el BCE se lanzase a comprar deuda de las empresas en los mercados secundarios y colocó letras a tres y nueve meses al mayor coste desde el pasado mes de mayo. De hecho, los intereses pagados más que duplicaron lo que obtuvieron hace un mes por el mismo tipo de títulos. En letras a tres meses, colocó 1.046 millones a un tipo marginal del 0,154%, frente al 0,064% de la subasta del 23 de septiembre. En letras a nueve meses se adjudicaron 3.004 millones al 0,372%, frente al 0,155% anterior.

Las señales, en definitiva, sin equívocas. El BCE empezó el pasado lunes a comprar cédulas, también llamados bonos garantizados o covered bonds, que es un título de deuda. A finales de años comprará titulizaciones de activos. Pero el mercado espera más.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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