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Muere el zapatero Jaime Mascaró

El empresario, fallecido a los 74 años, es el impulsor de las célebres Pretty Ballerinas

Zapatos Pretty Ballerinas en la fábrica de Mascaró en Ferrerías (Menorca)
Zapatos Pretty Ballerinas en la fábrica de Mascaró en Ferrerías (Menorca)

El industrial zapatero de Menorca Jaime Mascaró Pons, impulsor con sus hijas Úrsula y Lina de una compañía y una marca de moda extendidas internacionalmente, falleció esta madrugada a los 74 años, víctima de un cáncer, según fuentes de su entorno familiar en Ferreries. Sus creaciones de zapatillas de mujer, inicialmente para ballet, pretty ballerinas, asentaron mundialmente su firma. Grandes estrellas y personalidades usan ese calzado.

Hace casi un siglo, en 1918, nació el pequeño taller artesano familiar, cuando el abuelo Pedro Mascaró, Mestre Perico, buscó una salida económica. Allí sigue el corazón industrial y comercial, en Ferreries, en la fachada de un polígono industrial, en el entorno donde se creó la primera pequeña fábrica de la que surgió esta saga de éxito.

Jaime Mascaró, con su esposa Francisca Pons, mantuvo su nombre como referencia comercial y decidió internacionalizarse y extender una red de tiendas propias (90 en 22 países) para gestionar su propio producto. El empresario, pionero, acentuó la identidad de sus manufacturas menorquinas, desde las calles centrales de Milán hasta las pequeñas tiendas en Tokio, París, Londres. Un 40% de la producción se vende en sus portales comerciales. Sus ventas están en unos 57 millones de euros. Mascaró da empleo a 200 personas directamente.

Una línea comercial está marcada por la marca Úrsula Mascaró, hija diseñadora, que con su hermana Lina en la gerencia, dieron vuelo global y nuevos estilos a los artesanos zapatos que compran cada año medio millón de usuarios. Entre 60 y 100 manos participan en el diseño y manufactura de cada par, reseña la web de la empresa.

El boom de Mascaró llegó con el estilo fashion de su hija que estudió en centros de diseño de referencia de París y Nueva York. Una tercera hija, Luisa, optó por las bellas artes y es artista. Las bailarinas son, precisamente, una recreación de las que zapatillas hacía su abuelo Mestre Perico. Es calzado para “danzar en la ciudad”, explicó Úrsula, su creadora. Las calzan desde Katte Moss hasta la Reina Letizia pasando por Claudia Schiffer. La actriz Angelina Jolie emocionó a la diseñadora al exhibir una de sus creaciones.

Úrsula Mascaró definía en una entrevista cual era el peso y el liderazgo del padre ahora desaparecido, que cada día iba a la fábrica, a tomar café: "Lo que más he aprendido de mi padre, Jaime Mascaró, es que hay que ser atrevido y transparente, no puedes tener miedo con las cosas que te propones. Si te equivocas, respondes, pero con la cabeza bien alta. Hay que mirar siempre hacia adelante y superar los batacazos, que los hemos tenido. Detrás del éxito también hay cicatrices".

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