Guindos confía en que el paro en 2015 quede por debajo de lo previsto

El Gobierno cree que el paro bajará en 2015 más de lo que se atreve a poner en los papeles. El ministro de Economía, Luis de Guindos, compareció ayer ante la prensa española en Washington en el marco de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI), después de la reunión del G-20, en las mejores circunstancias en años: las previsiones para la economía española son de un crecimiento del 1,7% en 2015, a la cabeza de las grandes economías del euro, y ha escapado del estancamiento en el que quedó la zona en el segundo trimestre del año. Pero el paro, el principal problema de su economía, seguirá también en los puestos más altos de Europa, junto a Grecia, según las estimaciones tanto del Fondo como del propio Gobierno. “Las predicciones son muy conservadoras, la realidad superará las proyecciones porque somos muy conservadores”, dijo Guindos.

El Ejecutivo prevé que la tasa de paro quede en el 22,9% el próximo año, seis décimas por debajo del 23,5% que calculan los expertos del Fondo, pero Guindos insistió en que “va a haber buenas noticias de creación de empleo y de reducción de paro en los próximos meses, por encima de las estimaciones”.

La digestión de una bolsa de casi cinco millones de desempleados preocupa especialmente al FMI, más allá de los discursos públicos. Para el año 2019, el Fondo aún prevé que el desempleo afecte al 20% de la población activa. Isabelle Mateos, que ha relevado recientemente a James Daniel como jefe de la misión para España, señaló ayer en un encuentro con periodistas que el “legado de una destrucción de empleo increíble” es en sí mismo un riesgo para la economía. Aunque destacó que ha logrado grandes metas “brillantes” con la reestructuración financiera, la mejora de los mercados y el retorno al crecimiento, hay también un “lado oscuro”.

Mateos, que visitará España por primera vez como jefa de la misión el próximo mes de diciembre, resaltó el problema de endeudamiento en España. “Hay unos problemas de deuda que se tendrán que resolver un día u otro”, y recalcó que el problema afecta tanto a las finanzas públicas como privadas. Además, advirtió del riesgo que supone que buena parte de este pasivo está contraído con el exterior. Un informe del Fondo, de hecho, destacaba recientemente que solo EE UU superaba a España en volumen de deuda exterior.

Pero estos riesgos, que no han desaparecido aún, han quedado eclipsados en estas jornadas del FMI en las que ha pesado como una losa el parón de la reactivación europea.

Guindos admitió que España “no es inmune” a los riesgos de la eurozona, pero resaltó que el crecimiento del segundo trimestre (0,6%) haya sido posible cuando los socios del euro en conjunto habían quedado en punto muerto. “Espero que la eurozona no caiga en una tercera recesión, pero estamos en una encrucijada” advirtió el ministro. También el Fondo cree que la cuarta economía de la zona euro puede perder ese empuje si la situación de sus socios no se reconduce. Aun así, como recordó Guindos, España ha recibido del Fondo cinco revisiones al alza de sus previsiones económicas.

Las incertidumbres políticas, de momento, no han aparecido en Washington, según señala el ministro. Guindos aseguró que no había sido preguntado por las tensiones separatistas en Cataluña y la consulta ilegal convocada para noviembre. “Todo el mundo es consciente de las hipótesis no razonables no se van a producir”, señaló, para luego añadir que “Cataluña es parte de España”. “Los analistas estudian escenarios viables”, recalcó el ministro.