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América Latina acoge al turismo de lujo

Brasil y México se convierten en los principales objetivos para la industria de los viajes exclusivos

Sonia Corona
Vista del Hotel AltaGracia en Pérez Zeledón, Costa Rica.
Vista del Hotel AltaGracia en Pérez Zeledón, Costa Rica. HOTEL ALTAGRACIA

América Latina ha comenzado a acoger la industria de los viajes exclusivos ya no solo para atraer a los viajeros de otras regiones, sino para convencer a los suyos de que el lujo está en sus playas y ciudades. “El lujo es una experiencia”, dice convencida Carla Guerrero, representante de la oficina de turismo de Perú en México, en el International Luxury Travel Market Americas (ILTM), la tercera edición de la feria de viajes de lujo que se ha celebrado esta semana en Cancún. Los turistas han puesto la mirada en América y algunos destinos tradicionales han comenzado a ofrecer hoteles y servicios de exclusividad que antes no se conseguían allí.

El crecimiento económico de América Latina favorece al sector turístico como nunca antes. La riqueza de la región se concentra principalmente en Brasil y México (73%), el resto en Argentina, Colombia y Perú. “Colombia y Perú están creciendo pero son países pequeños, mientras que México y Brasil tienen como problema que sus economías no están creciendo al nivel que se esperaba”, señala el analista político mexicano, Javier Tello. Sin embargo, estos países concentran el mayor número de millonarios, el principal mercado de la industria turística de lujo. Según un estudio del banco UBS, en el último año la cifra de multimillonarios en América Latina aumentó un 37,8%, la mayoría de ellos en México y Brasil.

Ambos países registraron niveles históricos en recepción de turistas en el último año. México ha recibido en los últimos siete meses unos 16,2 millones de viajeros --un 20% más que en el mismo periodo del año pasado-- y se ha convertido en el segundo destino turístico de toda América, según datos del Gobierno mexicano. Por su parte, Brasil vio crecer exponencialmente el flujo turístico en las ciudades donde se celebró la Copa del Mundo, el pasado mes de junio. En 30 días, el país recibió unos 3,4 millones de visitantes, la previsión de la cita mundial de fútbol planteó la necesidad de que la infraestructura turística de lujo creciera un 25% en los últimos dos años.

Los empresarios turísticos perciben el crecimiento de la región y ofrecen experiencias que antes sólo estaban disponibles en Europa, Asia y Estados Unidos

La transformación de esta industria hacia una mejor comprensión de las experiencias ha hecho de América Latina una región idónea para comenzar los cambios. Algunas zonas que tradicionalmente no aparecen en el mapa de los destinos turísticos de lujo han evaluado su potencial y han comenzado a atraer a las fortunas. “Nosotros queremos posicionarnos no solamente como un destino clásico cultural de Machu Picchu, sino como un destino diverso y con un mosaico de actividades”, explica Carla Guerrero, de la oficina de turismo de Perú. Además de la tradicional oferta turística que Perú tiene, su Gobierno ha buscado impulsar en regiones cercanas a Lima, la capital, y en la Amazonía. Además, Perú ha añadido a su diversidad turística la oferta gastronómica de restaurantes premiados como Central y Astrid y Gastón, así como la feria Mistura que atrae a unos 600.000 visitantes para conocer la cocina peruana. “Se está convirtiendo en un polo que atrae a toda la oferta gastronómica de la región, vienen chefs de todas las partes del mundo y chefs peruanos que son muy reconocidos en Perú”.

En Costa Rica, la municipalidad de Pérez Zeledón también ha aprovechado el paisaje rural de la zona para instalar el hotel boutique-hacienda AltaGracia. “Este es un nuevo producto original de Costa Rica que busca reposicionar al país como un destino de lujo”, explica Cristina Jones, directora comercial del hotel. Una antigua hacienda enmedio de las montañas y al lado de una plantación de café y piña es además de un tranquilo y exclusivo resort, un nuevo motor de la economía local que ha sido afectada por la inmigración de sus habitantes a Estados Unidos.

Los empresarios turísticos perciben el crecimiento de la región y apuestan a ofrecer experiencias que antes sólo estaban disponibles en países de Europa, Asia y en Estados Unidos. “Hemos acertado en empezar a apostar en un turismo boutique y de lujo, en un momento en que México se ha empezado a sofisticar. Hemos ido a la par del país y por eso hemos tenido éxito”, explica Nacho Zuloaga, director comercial del Grupo Habita que posee 11 hoteles en México, cuatro de ellos en la capital, y uno en Estados Unidos. Turistas de Estados Unidos, Alemania, Francia y España acuden a su propiedad para buscar las experiencias de lujo latinoamericano.

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Sobre la firma

Sonia Corona
Es la jefa de la redacción de EL PAÍS en México. Cubre temas de Política, Economía, Tecnología y Medio Ambiente. Fue enviada especial para las elecciones presidenciales de 2020 en EE UU. Trabajó en Reforma y El Huffington Post. Es licenciada en Comunicación por la Universidad de las Américas Puebla y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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