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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Un verano tranquilo?

Los principales focos de tensión, Rusia, Irak y Siria pueden ser muy relevantes este otoño

Tras varios años de veranos agitados, los inversores optaron finalmente éste por el descanso durante julio y agosto. La alegría estival, apoyada por las mejoras económicas y las inyecciones de liquidez, conseguía imponerse. Aún más, hemos asistido a la relativa calma con que los mercados se tomaban los acontecimientos geopolíticos. De hecho, uno de los barómetros tradicionales de la situación geopolítica, el precio del petróleo, descendía incluso por debajo de los 100 dólares.

Pero la situación geopolítica es muy distinta, y los principales focos de tensión pueden ser muy relevantes. No es extraño que, aparte de discutir sobre su presupuesto, la OTAN centrara sus reuniones en encontrar respuestas tanto al conflicto entre Ucrania y Rusia, como a la expansión del Estado Islámico en Iraq y el norte de Siria.

Las soluciones de la cumbre de la OTAN que veremos implementar a muy corto plazo tienen rasgos comunes, pero también diferencias. Entre las primeras, nada de despliegue de tropas sobre el terreno. Ni los presupuestos, sobre los que hubo poco acuerdo, ni los ánimos están por la labor. Habrá concesiones mínimas a los países ex comunistas, ahora miembros de la UE o la OTAN, como la creación de la fuerza ultra-rápida para prevenir que se repitan incursiones como las de Georgia y Ucrania, pero nada de tropas terrestres para los conflictos actuales.

Las diferencias en términos de estrategia a adoptar son también importantes. En el conflicto ruso-ucraniano se mantiene la opción de las sanciones económicas. Eso sí, con discusión incluida sobre la dureza de las mismas (que sigue dependiendo del número de población de origen ruso y los vínculos comerciales con Rusia), y un giro de tuerca incluido, dado el escaso éxito de las primera sanciones aplicadas. Esperemos que éstas tengan más éxito, sobre todo por la cercanía del invierno, un tradicional aliado de Rusia que, esta vez, actuaría en forma de interrupción de suministro de gas.

El otro foco de atención será la contención del avance del Estado Islámico. La estrategia aquí pasa por una coalición internacional que contribuirá de diversas formas (apoyo en la cirugía aérea en Iraq y Siria, apoyo logístico, intercambio de información…) pero que evitará en todo caso el despliegue de fuerzas terrestres, ni siquiera por parte de los países de la región como Irán, cuya creciente influencia en la región sigue siendo vigilada muy de cerca por Arabia Saudí. De momento, las incursiones aéreas norteamericanas han logrado frenar el avance y esperemos que gracias a la coalición comencemos a observar un punto de giro a la situación.

Álvaro Ortíz Vidal-Abarca es economista jefe de análisis transversal de economías emergentes de BBVA.

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