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De ‘nubes’, súper ordenadores y análisis de datos

Fujitsu redobla la apuesta por las tecnologías capaces de gestionar enormes cantidades de información

Masami Yamamoto, presidente de Fujitsu.
Masami Yamamoto, presidente de Fujitsu.

Masami Yamamoto, 60 años, presidente mundial de Fujitsu, que acaba de visitar España, lo tiene muy claro. El futuro de su compañía descansará básicamente, dice, sobre tres segmentos de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs): “los supercomputadores, el big data [análisis de gran cantidad de datos] y los servicios en la nube [cloud]”. Todos estrechamente ligados entre sí. Pero, para sacarles todas sus posibilidades, los servicios de big data necesitan la espectacular capacidad y potencia de los nuevos supercomputadores que desarrolla la firma japonesa (líder de las TICs en su país y cuarta del mundo). Y esos servicios serán, a su vez, suministrados a través de las plataformas cloudalojadas en los centros de datos mundiales de la corporación nipona.

Yamamoto no tiene la menor duda de que las supercomputadoras, “van a ser el elemento central de todo este conjunto de innovaciones, algo así como la punta de lanza tecnológica que nos va a permitir avanzar en todos los campos”. Esto, además, porque, a su entender, “la demanda de supercomputación mundial está creciendo debido a la necesidad de resolver adecuadamente problemas cada vez más complejos en las administraciones públicas, las empresas, la industria, la sanidad o el medioambiente”.

Por lo pronto, la firma japonesa, pionera en los supercomputadores, en los que está desde hace 30 años, ha desarrollado ya el K, una de las máquinas más rápidas y potentes del mundo, lo que le da la necesaria credibilidad para situarse ventajosamente en este emergente mercado. El año 2011 el K logró situarse incluso por delante del mítico Watson de IBM. Se trata de una máquina que rompió la barrera de los 10 petaflop, es decir, 10.000 billones de operaciones por segundo. Encargado a Fujitsu por el Instituto Japonés de Investigación Física y Química, una institución de I+D semipública, la poderosa máquina utilizó 82.944 procesadores y fue capaz de completar en 40 minutos la simulación de un cerebro humano durante un segundo, toda una proeza.

La empresa gestiona la mayor red de cajeros españoles

Y esto no es un juego para científicos. “Esta capacidad de computación es crítica, es la condición para poder sacar partido a la creciente montaña de datos digitalizados existentes en el mundo. La mejora de calidad y potencia de estas supercomputadoras nos permiten un mayor aprovechamiento del big data”, afirma Yamamoto. Por ejemplo, en la simulación. “Podemos probar nuevos fármacos con menos tiempo de investigación y menos ensayos clínicos, con lo que reduciremos la entrada de esas medicinas en el mercado, o podemos testar digitalmente las piezas de un avión y su resistencia a la fuerza del viento en un mucho menor espacio de tiempo”, sigue Yamamoto.

Para intensificar la explotación de todas estas posibilidades, la compañía japonesa anunció este año todo un nuevo despliegue en este campo, la Fujitsu Big Data Initiative y la creación de un Centro de Iniciativas en Big Data, que trabajará directamente con las empresas para desarrollar nuevas aplicaciones.

Despliegue europeo desde España

Aun cuando la planta de Málaga, con 58.000 metros cuadrados, expone Masami Yamamoto, presidente de Fujitsu, “no tendrá que ampliarse de momento, ya que tiene capacidad para producir los 1.000 cajeros anuales que nos demanda La Caixa, sí que hemos estado aumentando significativamente su plantilla desde hace meses”. Más importante aún es que estos no serán los únicos ATMs que producirá la planta malagueña. La empresa, que ya exporta el 80% de la producción de Málaga a Europa (Francia, Reino Unido, Rusia…), tiene la intención de suministrar todos los cajeros de este tipo desde la fábrica española.

Si bien Yamamoto no ha querido revelar el montante de las inversiones que se llevarán a cabo en Málaga, el presidente de Fujitsu ha subrayado la importancia de España para su compañía. “Es un mercado decisivo para nosotros”, asegura el ejecutivo. “Tanto que no solo estamos decididos a continuar apostando por el país sino que la idea es que muchas de nuestras actividades en Europa se desplieguen en el futuro desde España”.

España, donde Fujitsu está presente desde 1973, no es ajena a esta estrategia. La empresa nipona ha desplegado aquí una ambiciosa estrategia de supercomputación más big data, que se ha acelerado en los últimos dos años. En abril de este año anunció un acuerdo con la Universidad de Granada para la ampliación de los sistemas de supercomputación de la entidad, del que resultó la multiplicación por 10 de la velocidad de cómputo de las máquinas, una menor ocupación física y menor gasto de energía. Otro de los hitos es el TEIDE HPC, del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) de Tenerife, calificado ya por la lista Top 500 como el segundo más potente de España, una máquina con la potencia equivalente a 10.000 ordenadores convencionales de oficina.

Las posibilidades de multiplicar estas iniciativas son inmensas, básicamente porque Fujitsu es uno de los principales operadores en servicios de TICs en España. La empresa, además de su planta de ordenadores en Málaga, dispone de una potente infraestructura de apoyo, de la que habría que destacar cuatro Software Centers, tres centros de excelencia (en banca comercial, justicia y sanidad), un Data Center y un centro de ventas internacional, que opera para toda Europa y tiene su sede en Barcelona. La compañía gestiona, además, la mayor red de cajeros españoles (uno de cada tres) y centros de datos sanitarios que dan servicio a 20 millones de personas.

Al contrario de IBM, que migró desde los equipos informáticos hacia los servicios y se desprendió de casi todas sus actividades de componentes informáticos y fabricación de equipos, la estrategia de Fujitsu pasa por mantenerse en toda la cadena de valor de las TICs. “Pese a que nuestra facturación en soluciones y servicios”, apunta el presidente de Fujitsu, “es ya superior a la de componentes electrónicos e informáticos, no pensamos abandonar la producción de aparatos y equipos ya que lo que nos garantiza poder dar una alta calidad de servicio a nuestros clientes, y entender las máquinas que estamos manejando, es precisamente tener un hardware y software específico, que controlamos”. La apuesta por preservar el negocio de componentes informáticos ha permitido a Fujitsu, dirigida en España por Ángeles Delgado, no solo mantener la actividad de su planta de Málaga, con 400 personas, sino que la está incrementando.

Fundada en 1979 y especializada en la fabricación de cajeros automáticos y equipos electrónicos para la industria automóvil (para firmas como Toyota), la fábrica malagueña va a tener aún más trabajo que hasta ahora debido a que Fujitsu acaba de firmar un contrato de 10 años para el suministro de 8.500 de estas ATM de última generación con La Caixa. “Unos cajeros”, explica Yamamoto, “que permiten la identificación del cliente con la palma de la mano”.

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