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Las escuelas latinoamericanas se pelean por los profesores

La falta de académicos en la región lleva a los centros de formación de directivos a inflar las remuneraciones para captarlos y a reclutar tanto dentro y fuera de sus fronteras

Los decanos Javier Yáñez-Arenas, Elsa del Castillo y Flavio Vasconcelos posan en la Asamblea de CLADEA.
Los decanos Javier Yáñez-Arenas, Elsa del Castillo y Flavio Vasconcelos posan en la Asamblea de CLADEA.

Las escuelas de negocios de América Latina buscan su lugar en el mundo. En la región conviven 2.152 centros universitarios que ofrecen enseñanza de posgrado, según la compañia acreditadora de estas instituciones AACSB, cantidad que representa el 13% del total mundial. Estas escuelas de administración de empresas vienen experimentando un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años, de hecho ya existen más centros en Latinoamérica que en América del Norte, de donde son originarios. Estados Unidos y Canadá disponen de 1.730 escuelas. Y van camino de superar los parámetros europeos, donde conviven 2.492 instituciones. Un crecimiento que, aunque intenso, nada tiene que ver con la más reciente explosión asiática, que concentra más de 9.000 escuelas de negocios, la mitad de las que existen en el globo.

Sin embargo, de esos 2.000 centros formativos apenas si son 20 los acreditados internacionalmente. Ajenas hasta ahora al proceso de globalización, las instituciones de educación directiva latinoamericanas quieren convertirse en competidores globales. “Las acreditaciones son una necesidad en un mundo global como el que vivimos y en Latinoamérica de media sólo hay una universidad por país que cuente con ellas”, sostiene la recién nombrada presidenta del Consejo Latino Americano de Escuelas de Administración (CLADEA), Elsa del Castillo. Uno de sus objetivos al frente de la asociación de escuelas de negocios latinoamericanas con casi 200 miembros es poner en marcha una acreditación específica para América Latina a fin de que los centros que estén sujetos a ella se embarquen en un proceso de mejora continua, como ocurre con las acreditaciones norteamericana (AACSB) o europea (EFMD). Porque, a juicio de la presidenta de CLADEA y decana de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico (Perú), existe una polarización muy clara en la región entre las escuelas de calidad y las malas, “la buena formación es todavía escasa”, afirma.

Los académicos perciben sueldos superiores a 100.000 dólares

Y uno de los hándicaps más importantes que tienen las instituciones latinoamericanas es la falta de profesores capaces de enseñar, investigar y publicar, de acuerdo con los estándares internacionales. “Necesitamos profesores calificados, que publiquen y sepan enseñar”, insistía María Helena Jaén, profesora del Centro de Gerencia y Liderazgo del IESA (Venezuela), en la 49 Asamblea General de CLADEA, celebrada esta semana en la sede de Esade de Barcelona, donde se han congregado casi 500 personas. Y esto está llevando a una guerra de escuelas por captar a los mejores académicos de la región que ha conseguido “que los profesores se conviertan en una suerte de agentes libres que trabajan para el mejor postor”.

“Las ofertas que estamos haciendo a los profesores con calificaciones internacionales va a conseguir que unas escuelas de la región se los quiten a otras”, según Del Castillo, agrandando más aún la brecha que existe entre los centros latinoamericanos, que reclaman la colaboración entre ellos pero están más dispuestos a trabajar conjuntamente con instituciones de fuera de la región que con las de dentro de ella, continúa.

“Tenemos que colaborar entre nosotras, pero por el esquema de la industria, nos protegemos y desarrollamos capacidades duplicadas en un entorno donde los profesores son cada vez menos”, afirma Javier Yáñez-Arenas, decano de la Universidad de los Andes School of Management (Colombia). Según sus datos, mientras que en EE UU el 60% de los profesores de las escuelas de negocios tienen sus certificaciones internacionales, en los países más desarrollados de Latinoamérica son el 12% del total, y en los menos desarrollados apenas si llega al 5%. Y de ahí los disparados sueldos de que disfrutan estos académicos y el corto compromiso con las instituciones en que se transforman.

Los centros de administración quieren contratar en Europa

El decano de la escuela de negocios colombiana estima que las retribuciones de los mejores profesores latinoamericanos rondan los 100.000 dólares anuales, de los cuales el 50% es sueldo variable. Y ese salario, dice Yáñez-Arenas, apenas si lo percibe el 5% de la población colombiana. “Resulta demasiado elevado que el variable suponga la mitad de los honorarios de los profesores. La remuneración tiene que ser sostenible para las escuelas”, considera. Una opinión que comparte el decano de la Fundación Getulio Vargas-EBAPE de Rio de Janeiro, Flavio Vasconcelos. En el caso de Brasil, académicos especializados y con una experiencia de más de diez años en determinadas áreas, como la de márketing o la financiera, pueden llegar a cobrar 200.000 y 300.000 dólares anuales, “y es extremadamente difícil encontrarlos”, agrega.

Ambas escuelas de negocios, como la mayoría de las mejores latinoamericanas, están reclutando profesores fuera de la región. De hecho, Los Andes School of Management acaba de contratar en Corea, Egipto y Canadá. “Tenemos que identificar talento europeo para atraerlo”, asegura Yáñez-Arenas. Vasconcelos busca actualmente profesores de márketing y recursos humanos para su área de posgrado. Y lo hace en EE UU, Europa y en América Latina.

CLADEA ha encargado a Hays Group un estudio de remuneraciones de los profesores a nivel regional para intentar atraer a los profesionales que se fueron a estudiar al extranjero y se quedaron en sus países de destino a trabajar. Son profesores ya formados, muy necesarios en América Latina y para los que se pretende diseñar un paquete de incentivos por producción para que retornen.

Los españoles cuentan

Hace poco más de un año Esade se fijó como principal objetivo incrementar su presencia en Latinoamérica. Para ello nombró a un responsable de la región, Xavier Gimbert, que concibió un plan para conseguirlo. La escuela de negocios española abandonó el campus con que contaba en Argentina y designó a directores por países para que se encargaran de desarrollar negocio en ellos, además de reforzar la colaboración que ya tenía con los centros de administración de empresas locales. Así es cómo ha conseguido que la presencia de estudiantes procedentes de Latinoamérica en su MBA haya crecido un 55% del curso pasado a éste, explica Gimbert, y que por primera vez la institución catalana haya desarrollado programas en solitario en México, Perú y Brasil, además de programas específicos para empresas.

“Si hemos ido a América Latina es para quedarnos”, sostiene el director de Esade en la región, que piensa seguir invirtiendo en ella y registrar un crecimiento mínimo sostenido del 15% anual para así doblar en cinco años la facturación que la escuela obtiene de Latinoamérica, hoy de unos 3,5 millones de euros.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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