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Tarjetas bancarias: manual de uso rápido para el verano

Controlar nuestros gastos es imprescindible para evitar dolores de cabeza tanto durante nuestras vacaciones como después

El 'dinero de plástico' es práctico, pero tiene sus riesgos.
El 'dinero de plástico' es práctico, pero tiene sus riesgos.Cordon

La época estival es para muchas familias el momento de ocio en común más importante del año. Oportunidades para despejarnos y recargar las pilas con los nuestros que no deberíamos desperdiciar.

El verano es propicio para el disfrute, sin duda, pero tiene como desagradable efecto secundario el gasto que tenemos que asumir si queremos salirnos de la rutina habitual: viajes, desplazamientos, estancia en hoteles, comer fuera de casa o compras varias. En principio, consumir con y para la compañía de los nuestros no es nada malo; a fin de cuentas, se trabaja para poder disfrutar de ello después. Sin embargo, ni todo lo que aporta felicidad cuesta dinero, ni todo lo que cuesta dinero aporta bienestar.

1. Controlar el gasto diario

Tan importante como saber ganar dinero, es saber gastarlo. El primer punto a tener en cuenta para gastar lo justo y necesario y maximizar al mismo tiempo el bienestar en vacaciones es tener un presupuesto de gasto diario fijado desde un principio. Puede parecer una nimiedad, pero es la base de todo: saber en qué y cuánto podemos y queremos gastar en cada jornada, para después programar adecuadamente las actividades con la gente querida. Una libreta en papel o un simple Excel en nuestro Smartphone son suficientes para esta tarea.

Ya tenemos el presupuesto familiar, ahora toca cumplirlo. Evidentemente tenemos que permitirnos rebasarlo algún día, pero con el compromiso de compensarlo con otra jornada de más ahorro, en dinero (el bienestar hay que derrocharlo siempre).

2. Uso de las tarjetas de débito

A la hora de pagar, podemos hacerlo en efectivo o en tarjeta, como medio de pago más habitual. La ventaja del pago en efectivo es que psicológicamente nos da una percepción más clara del gasto, que las tarjetas bancarias tienden a enmascarar. En su contra, el riesgo de perderlo o que nos lo roben.

La mejor opción si queremos pagar en efectivo sería tener alguna tarjeta de débito que nos permita sacar dinero sin coste de la mayoría de cajeros de España o del mundo, según sean nuestras vacaciones en nuestro país o en el extranjero. De los 25,55 millones de tarjetas de débito usadas en nuestro país (datos del primer trimestre de 2014), muchas no cumplen con lo que sería recomendable en materia de disposición de efectivo: la exención de comisiones en el máximo número de cajeros posibles, a poder ser no limitados a los de la propia entidad.

Si podemos y queremos pasar las vacaciones en el extranjero, hay un exclusivo club de tarjetas bancarias de débito que no cobran por disponer de nuestro dinero en cajeros extranjeros:

Las tarjetas de Banco Mediolanum, Citibank y Evo Banco son miembros de honor en este particular grupo. Para contratar la tarjeta de débito de Banco Mediolanum o la tarjeta de Evo Banco que nos permiten sacar dinero a débito de cualquier cajero del mundo sin coste adicional, deberemos contratar las correspondientes cuentas corrientes, que además nos ofrecen beneficios adicionales, como ausencia de comisiones de servicio habituales o rentabilidad por los saldos en cuenta. Si bien es posible contratar una tarjeta de crédito con Citi sin abrir cuenta, la famosa Citi Oro, para disponer de fondos a débito sin coste en el mundo entero no nos queda más remedio que abrir una cuenta en la entidad.

Si de disponer de efectivo en nuestro país se trata, la oferta ya es más variada. Si bien no hay bancos que tengan tarjetas libres de comisiones en todas las redes de cajeros (a excepción de las tres ya mencionadas antes), podemos mencionar algunos ejemplos de tarjetas de débito sin comisiones y con una amplia red de cajeros:

3.  Pago a crédito: usar con responsabilidad

Presupuestar y gastar lo pactado es la clave de unas vacaciones económicamente buenas. Sin embargo, ¿eso quiere decir que no podemos gastar más de lo que hemos ahorrador para el disfrute en familia?

La respuesta, como casi todas en finanzas personales, es ’depende’.

Depende del tipo de familia, en primer lugar. Si lo habitual es ajustar bien ingresos y gastos, endeudarse de forma puntual para las vacaciones, vía préstamo personal (si el importe es elevado) o con tarjeta de crédito (siempre que podamos devolver el dinero en varios meses), tiene sentido. A veces disfrutar de la vida vale más que un 21,84% TAE.

También depende del importe y tipo de producto de financiación que vamos a utilizar. La regla general es financiar lo menos posible, devolverlo en el plazo mínimo y al coste financiero menor. Un préstamo de un familiar a bajo coste es mejor que un préstamo bancario, y un préstamo es mejor que disponer de dinero de la tarjeta de crédito. Dicho esto, no es mala idea tener en la cartera una tarjeta de crédito del banco que tenemos la cuenta y, además, una tarjeta sin cambiar de banco como reserva de urgencia. A fin de cuentas, si se sabe utilizar, tener crédito disponible en cualquier momento garantiza unas vacaciones sin imprevistos.

Para aprender a gastar, también en verano, os invitamos a descargar las guías de ahorro, gratuitas y en un lenguaje práctico y ameno.

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