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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La importancia de la regulación transitoria de los RPAS

España accede a un exclusivo club formado por una quincena de países en todo el mundo

La Asociación Española de RPAS, AERPAS, se constituyó hace algo más de un año con el propósito principal de impulsar el establecimiento de una regulación que permitiera las operaciones civiles de forma legal en España de los RPAS. RPAS corresponde a las siglas en inglés de Sistemas Aéreos Pilotados por Control Remoto (Remotely Piloted Aircraft Systems), aunque son más conocidos como drones. Después de un año de conversaciones con la administración, finalmente el Real Decreto-Ley 8/2014 del pasado 4 de julio establece un marco regulatorio transitorio que permite operaciones comerciales civiles así como vuelos para investigación, demostración y experimentación en España.

El mecanismo establece un procedimiento de autorización de vuelos ágil y flexible, si bien es cierto que las operaciones permitidas todavía son limitadas y que hay incertidumbres en cuanto a su aplicación. Por otra parte, el carácter de urgencia con el que se ha tramitado pone de manifiesto la consideración de nuestra industria por parte del Gobierno como una de las claves que facilitarán el desarrollo de la economía de nuestro país en los próximos años.

Las operaciones permitidas todavía son limitadas y que hay incertidumbres en cuanto a su aplicación

¿Cuáles son las consecuencias de la nueva regulación? La ausencia de legislación supone una importante inseguridad jurídica. Cualquier empresario que considere entrar en un sector no regulado sabe que las reglas del juego pueden cambiar de forma drástica en cualquier momento. En consecuencia, limita su inversión al máximo y adopta una estrategia oportunista, concentrándose en las operaciones más sencillas, que son también las que tienen menor proyección futura.

El hecho de que en otros países de nuestro entorno sí se permitan las operaciones civiles es una desventaja añadida para nuestra industria. En esos mercados se pueden consolidar proyectos empresariales serios, apoyados por socios industriales o financieros de referencia, que pueden obtener una posición de liderazgo temprano. Cuanto más se mantenga la ausencia de regulación será tanto más difícil alcanzar una posición comparable por parte de las empresas establecidas en países en los que todavía no exista normativa. De ahí la urgencia en conseguir una regulación del sector, aunque sea parcial.

La situación ha cambiado en los últimos días. A partir de ahora, España accede a un exclusivo club formado por una quincena de países en todo el mundo, la mayoría en Europa, que cuentan con regulación para el uso civil de una nueva tecnología con el potencial de transformar la industria aeronáutica en los próximos años. Adicionalmente nuestro país cuenta con algunas ventajas que facilitarán un desarrollo de la industria más rápido que en otros lugares: un clima, geografía y densidad de población que permiten volar durante todo el año en un espacio aéreo poco congestionado, la existencia de una buena infraestructura para la experimentación y una de las industrias auxiliares aeronáuticas más importantes del mundo.

Algunas de las aplicaciones con mayor potencial son la seguridad y vigilancia, la inspección de infraestructuras y la agricultura

A pesar de las dificultades en el pasado, en España existen algunos proyectos embrionarios muy interesantes que van a poder aprovechar estas nuevas condiciones para establecerse en algunos de los segmentos con mayor potencial para la actividad de los RPAS, como son las aplicaciones de seguridad y vigilancia, la inspección de infraestructuras y la agricultura. Todos son sectores en los que España cuenta con empresas tractoras que pueden impulsar el desarrollo de estos proyectos.

En nuestra asociación somos muy optimistas acerca del futuro de nuestra industria. Estamos seguros de que en los próximos meses se concretarán oportunidades de inversión en algunos de los proyectos que ya existen, o que se crearán al amparo de las nuevas circunstancias, que serán el germen de empresas punteras internacionalmente. Como consecuencia de ello, es previsible que en muy poco tiempo el sector de los RPAS en España se equipare con los de otros países que hasta ahora disfrutaban de una ventaja sobre nosotros.

Para ello las autoridades españolas deben mantener su apoyo decidido al sector, trabajando en la regulación definitiva que elimine las limitaciones existentes en la transitoria, dotando de recursos de inspección y autorización a las autoridades aeronáuticas competentes y facilitando la investigación en este campo en las convocatorias públicas nacionales de I+D+i. Creemos que el fruto de este apoyo será la creación en España de una importante industria, capaz de generar riqueza y puestos de trabajo, con una gran capacidad exportadora y de transferencia de tecnología en todo el mundo.

Manuel Oñate es presidente de AERPAS, la Asociación Española de Sistemas Aéreos Pilotados por Control Remoto

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