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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Stock’ versus flujo

El FMI estima que el crecimiento potencial de España en un 1% pero también una caída de población activa del 10%

José Carlos Díez

Los manuales de economía en su capítulo inicial advierten a los futuros economistas de la importancia de diferenciar las variables flujos de las variables stock. EL jueves el FMI publicó su informe anual sobre la economía española. Todos los análisis se quedarán en las variables flujo: PIB, déficit público, saldo exterior, etcétera. Pero el Fondo se centra en las variables stock: principalmente deuda y desempleo. Ambos problemas tardarán tiempo en resolverse y por eso el Fondo hace un excelente análisis de nuestro crecimiento potencial a largo plazo. Ponen ejemplos de crisis de deuda internacionales y España cumple con los hechos estilizados. La crisis bancaria colapsa el canal del crédito y la inversión se desploma, parando en seco el proceso de acumulación de capital. En ese entorno el ajuste de las empresas viene por destrucción masiva de empleo y aumento de la eficiencia en el uso del trabajo y del capital existente.

El problema es que el desempleo ya es estructural: casi 3 de cada 4 parados durante la crisis han perdido todo tipo de protección, han tirado la toalla y se han desanimado o directamente se han ido de España. El FMI estima que el crecimiento potencial de España está próximo al 1% pero proyecta una caída de población activa del 10% en los próximos años.

El escenario es Japón y si te crees la caída de población es optimista. Sin posibilidad de devaluar y con nuestros principales clientes de exportación estancados el ajuste de deuda es deflacionista. Por lo tanto, la conclusión es que la deuda sigue una dinámica insostenible. El Fondo usa a Japón y Suecia como ejemplos. Suecia tuvo una crisis bancaria a principios de los años noventa, sanearon los bancos con reestructuración de deuda que involucró a accionistas y también a los bonistas. Siendo el ejemplo de éxito, Suecia tardó diez años en recuperar el nivel de empleo previo a la crisis.

El FMI vuelve a recordar que el 40% de las pymes españolas están en riesgo de impago de su deuda a los bancos. Critican la reforma de la ley concursal que aprobó el gobierno el pasado año y afirman que será ineficaz. Recomiendan al Banco de España acabar con las refinanciaciones, forzando a la banca a reestructurar la deuda de esas empresas, incluyendo quitas, bajadas de costes financieros, alargamiento de plazos y nuevas garantías públicas para los nuevos créditos. También analizan la solvencia del sistema bancario. Y es aquí donde el Fondo, como director del rescate bancario español, es incoherente. El informe destaca que buena parte de la recapitalización ha sido avalando el estado créditos fiscales. Pero los créditos fiscales son apuntes contables que anticipan flujos futuros y no pueden absorber pérdidas de las quitas que el Fondo propone.

Esto supondría más ayudas públicas a la banca que necesitan la aprobación de la Comisión Europea. Pero ¿cómo vamos a explicar a la sociedad española, a los socios europeos y a los mercados que hay que meter más capital a la banca si España va bien? Como el Fondo explica, en España y en Europa seguimos cometiendo el error de los japoneses de no atacar la crisis de deuda y bancaria con contundencia. El problema de Japón fue la negación de la realidad, y el primero en negarla es el propio Fondo Monetario Internacional.

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