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¿Cuáles son los beneficios de la reforma?

Las leyes aprobadas eliminan tarifas telefónicas, simplifican trámites y brindan derechos a audiencias y usuarios

Luis Pablo Beauregard

El debate de las leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones se centró en dirimir cuál de los gigantes del empresariado mexicano, Carlos Slim o Emilio Azcárraga, sería el beneficiado o afectado. Los usuarios de los servicios de los sectores y las audiencias de televisión y radio pasaron a un segundo plano. Quedaron opacados por la lucha en contra de los monopolios y el fomento a la competencia económica. Quienes han defendido el proyecto que se ha votado en México han destacado beneficios para los usuarios y las audiencias. Estos son algunos de ellos.

El fin de la larga distancia.

Las empresas de telefonía tendrán que eliminar para el 1 de enero de 2015 los cargos de larga distancia para las llamadas desde fijos y móviles. Se calcula que en 2013 las telefónicas ganaron unos 1.540 millones de dólares cobrando tarifas para las llamadas que se hacían a otras ciudades. Cada familia mexicana ahorrará unos 960 pesos al año (74 dólares) con esta medida.

Mejor cobertura.

Las empresas que compiten con América Móvil, que domina con Telcel el mercado de la telefonía móvil, podrán ofrecer mejores tarifas de roaming, un servicio que permite a usuarios conectarse como visitantes a una red cuando están fuera del área de cobertura de su empresa. El órgano regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), fijará los costos que podrá cobrar el actor preponderante (América Móvil) a otras compañías.

Derechos de los usuarios.

La esencia de reformar es cambiar el statu quo. Para aquellos que han padecido a sus compañías telefónicas será una buena noticia saber que las leyes pretenden obligar a los concesionarios a ofrecer un mejor servicio. Al comprar un teléfono los usuarios deberán recibir un equipo desbloqueado. Cuando el servicio falle se realizarán bonificaciones o descuentos. El divorcio con la compañía de móvil será más sencillo. El contrato podrá ser cancelado sin penalización si el proveedor cambia las condiciones contratadas. Cuando esto suceda, se podrá conservar el número telefónico para llevar a otra compañía en 24 horas y de forma gratuita. Los que tengan un móvil con servicio de prepago, de recargas, verán su saldo durar más. El dinero no consumido tendrá una vigencia de un año y no de hasta 60 días como era ahora.

Más opciones para ver en la televisión.

Generaciones de mexicanos han crecido viendo en la televisión abierta retransmisiones de las series que hace 30 años encabezaban el horario estelar. La reforma pretende brindar una televisión de mayor calidad. Dos nuevas cadenas nacionales serán licitadas e intentarán competir con Televisa y Televisión Azteca con otra barra de programación.

Los legisladores también han creado una cadena de radiodifusión del Estado mexicano. Sobre el papel se dibuja un órgano público televisivo que abone con programas diversos e imparciales. Se la ha llamado la BBC mexicana. Se han puesto alto el listón.

Defensor de las audiencias.

Se crea la figura del defensor de las audiencias, un árbitro entre las empresas de televisión y su público. El defensor será encargado de seguir las quejas y sugerencias de los usuarios. Para esto será necesario que los concesionarios tengan códigos de ética, algo que aún es raro en México. Los críticos de esta medida han dicho que esto será letra muerta, aunque el IFT emitirá unos lineamientos para los contenidos que se transmitan.

Reducción de la brecha digital.

Internet gratis en el parque, aulas de escuelas, edificios públicos y hasta hospitales. La reforma pretende aumentar el acceso a la Red. Hoy, en México, se ofrecen 37.000 hot spots para conectarse a Internet. El Gobierno asegura que la cifra aumentará a 250.000 sitios para engancharse al ciberespacio.

Atención a personas con discapacidad.

Los concesionarios tendrán que tomar medidas para hacer más accesibles las tecnologías a las personas con alguna discapacidad. En tres años las empresas de televisión deberán ofrecer subtítulos, doblaje al español o lengua de señas en su programación.

Las empresas de telefonía deberán de ofrecer equipos con funciones para débiles visuales, auditivos y motrices.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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