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Francia elige a General Electric para Alstom

París exige que el Estado se quede con el 20% de la futura empresa

Un TGV fabricado por Alstom.
Un TGV fabricado por Alstom. B. Porneczi (Bloomberg)

París eligió finalmente este viernes al gigante estadounidense General Electric (GE) para que entre en alianza con Alstom, aunque con condiciones, la principal de las cuales es que el Estado francés se haga con un 20% en el capital de la nueva empresa. Con esa decisión, que debe ser aprobada antes del lunes por la dirigencia de Alstom, Francia corrige su preferencia inicial por la alemana Siemens, que había aumentado esta semana su oferta junto a su socio japonés Mitsubishi Heavy Industries (MHI).

El ministro de Economía francés, Arnaud Montebourg, anunció que había enviado una carta al director general de GE, Jeff Immelt, con las condiciones de la alianza. Montebourg dijo que Francia asumirá una "vigilancia patriótica" sobre el nuevo grupo. El Estado comprará dos tercios de la participación que tiene otra gran empresa francesa, Bouygues, para hacerse con el 20% de Alstom. Eso significará un desembolso de 1.720 millones, al precio actual de las acciones.

Además "se constituirá una coempresa específicamente francesa en el sector nuclear y de vapor: Alstom tendrá una participación del 50% en (las ramas) nuclear, vapor y todas las actividades de transición energética", es decir, a fuentes de generación de energía "limpias". Según Montebourg, "la alianza está garantizada por la entrada del Estado en la dirección de Alstom".

La carta del ministro estaba siendo examinada anoche por Immelt y la cúpula de GE, indicaron fuentes de la empresa estadounidense. Si GE no cumple con sus compromisos de creación de empleo habrá "penalizaciones", advirtió Montebourg. El Gobierno francés cree que su intervencionismo ha sido un éxito. “Alstom ya estaría sin condiciones en manos de General Electric si (el gobierno) no hubiera intervenido”, declaró el primer ministro, Manuel Valls, a la radio France Inter.

El ministro explicó que la oferta de Siemens y Mitsubishi "chocaba con la reglamentación" antimonopolio de la Unión Europea (UE). Y llegó a afirmar que Bruselas "es el principal obstáculo a la creación de campeones europeos". El tándem germano-nipón aumentó su anterior oferta en 1.200 millones de euros, y puso sobre la mesa 8.200 millones para llevarse Alstom, una de las joyas de la industria francesa, sobre todo gracias a sus trenes de alta velocidad.

GE contraatacó con una importante concesión al ejecutivo francés: la creación de tres empresas paritarias (turbinas de vapor, redes y energías renovables) con Alstom, así como la cesión de su actividad de señalización. Al mismo tiempo, mantuvo una oferta de 12.350 millones por estas actividades.

Alstom es la empresa que suministra al gigante energético francés EDF las turbinas de vapor para los reactores de sus centrales nucleares. París no aceptaba que esta actividad, que considera un eje de la soberanía nacional, pase a control estadounidense. Además, GE prometió que la sede de cuatro actividades (redes, energía eólica en mar, energía hidroeléctrica y turbinas de vapor) estará localizada en Francia.

Se trata de la operación más importante en la historia del grupo estadounidense, Alstom emplea a 18.000 personas en Francia, sobre un total de 90.000 en todo el mundo, gran parte de ellos en Latinoamérica.

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