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vicent rosso | director territorial de blablacar para españa y portugal

“BlaBlaCar no tiene nada que ver con Uber, compartir coche es legal”

Según el máximo responsable de la empresa en España no hace falta una nueva legislación

El director para España de BlaBlaCar, Vincent Rosso.
El director para España de BlaBlaCar, Vincent Rosso.

BlaBlaCar nació porque el tren que su fundador quería coger para volver a casa por Navidad estaba lleno. Empezó a hacer llamadas para ver si alguien entre sus amigos y conocidos iba a hacer el mismo viaje en coche, y se percató de que había muchos vehículos que se desplazaban hacia el mismo destino sin pasajeros. De ahí la idea de crear una plataforma para poner en contacto distintos usuarios y compartir los gastos de un único viaje.

La empresa que Frédéric Mazella fundó en 2006 en Francia tiene hoy, según los datos que publica en su página web, ocho millones de usuarios en 12 países, de los que más de un millón aprovecha de sus servicios todos los meses. Después de las duras polémicas que llevaron los taxistas a poner en marcha una huelga en contra de las redes de transporte alternativo de Internet, Vicent Rosso, director territorial de BlaBlaCar para España y Portugal, puntualiza que su empresa no tiene nada que ver con el intrusismo en el sector que ha generado las protestas.

Pregunta. ¿Están a favor de una nueva legislación en el sector del transporte? ¿Qué pide BlaBlaCar en este sentido?

Respuesta. Antes que nada quiero hacer hincapié en que no tenemos nada que ver con Uber. El propio Ministerio de Fomento lo ha dejado claro en su comunicado: nosotros somos simplemente una plataforma que ayuda a los privados a compartir gastos. Del punto de vista de BlaBlaCar no hace falta ninguna nueva regulación. En el caso en el que se aprobasen nuevas reglas, tendrían que dejar aún más claro que la nuestra es una actividad completamente normal, como ya ocurre en Francia y en Alemania.

P. ¿Cuál es la diferencia entre BlaBlaCar y Uber?

R. BlaBlaCar es una red social de personas privadas sin ánimo de lucro, la base de nuestra filosofía es compartir. Nuestros viajes tienen una distancia media de 350 kilómetros, no existe el concepto del desplazamiento ciudadano, como en el caso de Uber.

P. ¿Usted ha subrayado en más de una ocasión que los taxistas nunca han protestado contra BlaBlaCar. La patronal de los autobuses, sin embargo, lo ha hecho. ¿Por qué?

R. El propietario de la línea de transporte interurbano Zamora-Salamanca pidió auxilio a la patronal [la Federación Nacional Empresarial de Transporte en Autobús (Fenebús)] porque los estudiantes que regresan a su casa el fin de semana estaban dejando de usar su línea. En el primer comunicado de prensa hasta nos confundió con Uber. BlaBlaCar es solo un punto de encuentro entre usuarios que comparten un mismo recorrido, que luego se intercambian sus datos. No podemos obligarles a borrar los números de teléfono o impedirles que queden otra vez para hacer el mismo viaje.

P. ¿Si su función solo se limita a ello, dónde está el negocio de BlaBlaCar?

R. Desde 2010 [año en el que la empresa se asentó en España] hasta ahora no hemos ganado nada. Pero el 1 de abril pusimos en marcha un programa piloto que paulatinamente se extenderá a todos los usuarios: cobramos para reservar el asiento en el coche, como si fuera un avión o un tren. Es un buen método porque el usuario se tiene que comprometer de alguna forma con el conductor. En Francia, donde se encuentra la sede central de la empresa, este sistema se implantó hace dos años y está funcionando muy bien.

P. ¿Cómo se fijan los precios?

R. Cada viaje tiene un precio medio calculamos por nosotros, que incluye el coste de la gasolina, los peajes y los gastos fijos que tiene el conductor, que varían según el coche. Esas tarifas representan la base de una subasta a la baja. En la página web, el usuario visualizará un precio muy asequible como verde, aunque el color se convertirá en amarillo y en fin en rojo cuando la cifra se aleje mucho del promedio.

P. ¿No hay riesgo de que la libertad de variar los precios implique ánimo de lucro?

R. Hemos detectado usuarios que efectúan el mismo viaje varias veces al día. Si nos percatamos de que aprovechan de nuestra página para poner en marcha una actividad profesional los expulsamos de nuestra web. El 35% de la plantilla en Francia se dedica a la atención al cliente y a la detección de irregularidades. La reputación de los conductores, además, se construye con las opiniones que los usuarios dejan en la página después de cada viaje. Así que mantener un precio competitivo conviene.

P. Cuantos trabajadores emplea BlaBlaCar? ¿Es una empresa rentable?

R. Contamos con 125 empleados, de los que 8 en España, aunque queremos llegar a 10 dentro de 2014. No puedo desvelar datos sobre facturación, pero en Francia, donde nuestro modelo está más consolidado, BlaBlaCar es una empresa rentable.

P. Cuál es el usuario tipo de BlaBlaCar?

R. BlaBlaCar se basa en el uso de redes sociales e internet, así que la mayorías de los usuarios son jóvenes: el 60% tiene menos de 35 años, el 40% menos de 25. En España la mayoría de ellos se concentra la Comunidad de Madrid, tanto por ocupar el centro geográfico del país como por el elevado número de residentes en la capital originarios de otras comunidades. La Comunidad Valenciana y Cataluña son las otras dos comunidades con más usuarios.

P. ¿Cree que España seguirá siendo un buen mercado en el medio plazo?

R. España es uno de los países punteros en nuestra red en el uso de las redes sociales y de internet. Nuestra actividad aquí tiene amplios márgenes de crecimiento.

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