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El PIB entra en el burdel

El INE trata de medir el impacto de la prostitución y las drogas en la economía En septiembre lo incorporará a la contabilidad pública

Valla publicitaria de un club de alterne cerca de Catarroja (Valencia).
Valla publicitaria de un club de alterne cerca de Catarroja (Valencia). Jesús Císcar

Dos técnicos del Instituto Nacional de Estadística (INE) acudieron hace unos meses a la sede de la asociación Hetaira. Esta organización, que defiende los derechos de las prostitutas, está situada en un pequeño local en la calle de Fuencarral de Madrid. Allí hablaron con Elisa Arenas, trabajadora social de la fundación, porque querían conocer si había alguna estimación sobre cuántas meretrices hay en España. “Es muy difícil hacer ese cálculo. No hay ningún estudio serio sobre el número de personas que ejerce la prostitución. No existe”, les contestó entonces Arenas, quien reconstruye la escena. Los técnicos del INE se fueron con las manos vacías, o casi. Hetaira les confirmó que asiste a unas 1.000 mujeres al año. “Pero este dato no es comparable. Es algo muy residual”, advierte Arenas.

Los funcionarios de INE buscaban alguna cifra que les permitiera estimar cuánto aporta la prostitución a la economía. El Gobierno —de la mano de Eurostat, oficina estadística europea— está trabajando para medir una parte de la economía ilegal e incorporarla al producto interior bruto (PIB). Lo mismo están haciendo otros países europeos. El Reino Unido, por ejemplo, ya tiene los resultados que indican que la prostitución, el tráfico de drogas y el contrabando suponen unos 10.000 millones de libras de la riqueza nacional, (unos 12.300 millones de euros), unas seis décimas de su PIB, según informó la semana pasada la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS). “Hay un reglamento de la Unión Europea (UE) por el que una parte de la economía ilegal —prostitución, tráfico de drogas y contrabando— tiene que estar incluida en el cálculo del PIB antes de 2016”, explican desde el INE.

Al igual que la agencia estadística británica, otros países como España, Italia o Bélgica, aprovecharán el profundo cambio en la forma de calcular del PIB —se revisará el censo y se incorpora la normativa contable SEC 2010 en detrimento del SEC 95— para incorporar el impacto de las actividades ilegales, que será obligatorio a partir de 2016. Fuentes gubernamentales aseguran que Bruselas les obliga a comunicar antes del próximo agosto una estimación sobre el impacto de todos estos cambios en el PIB. España ya ha informado de que el cambio contable y la revisión del censo supondrá un aumento de entre un 1% y un 2% del PIB. A eso habrá que añadir el efecto de la economía “no registrada”.

Un reglamento de la Unión Europea obliga a sumar en el PIB las actividades ilegales

A finales del año pasado, José Roca, representante de Anela, la asociación de los clubes de alterne, recibió una llamada a su oficina de Valencia. Le llamaban desde el INE. Querían saber si había datos de facturación, coste y otras cifras sobre el sector. Al principio Roca pensó que era una broma. Pero al recibir un correo electrónico con el dominio del INE se percató de que iba en serio. Poco después recibió un cuestionario del INE con algunas preguntas: “¿Cuánto cobraba una prostituta por servicio medio en 2002/2007/2012? ¿Cuál es número medio de servicios por prostituta al día en 2002/2007/2012? ¿Cuál la facturación media en 2012 de un club normal/pequeño (menos de 50 prostitutas) por alquilar habitaciones?”. Roca contestó lo que pudo. “50/70/40”, a la primera pregunta. “6/8/4”, a la siguiente. Y “50 euros día/prostituta por número de prostitutas”, a la cuestión sobre la facturación media de 2012.

“Es imposible calcularlo”, explica Roca. “Cualquier cifra que podamos dar es aleatoria y subjetiva. No hay censo de clubes, ni de prostitutas, ni costes medios, ni de servicios”, apunta este representante de la asociación de los clubes de alterne. “Es mejor que se inventen la cifra”, concluye. No existen cifras fiables sobre el número de prostitutas que hay en España.

Un portavoz de Eurostat asegura que “todos los países de la UE incluyen estimaciones de la economía no observada dentro de su estimación del PIB, a fin de proporcionar una medida exhaustiva del tamaño de su economía”. Y añade: “Lo vienen haciendo desde hace años. La cobertura de esta parte de la economía en negro se ha requerido desde la aprobación del Sistema Europeo de Cuentas de 1995 (SEC 95) que entró en vigor en 1999”.

En Reino Unido ya han calculado la aportación: 12.300 millones

Es el caso de Estonia, Austria, Eslovenia, Finlandia, Suecia y Noruega que recogen en sus cuentas públicas el impacto de estos sectores ilegales. Otros países, entre ellos España, nunca han recogido este parte de la economía en la sombra en sus estadísticas oficiales. “Es verdad que antes había países que lo calculaban y no lo incluían. Pero ahora será obligatorio a partir de 2016”, explican en el INE.

Desde la oficina estadística europea reconocen la dificultad para medir estos sectores opacos. “Hay alguna variación en las metodologías entre los países sobre cómo lograr esta exhaustividad, pero, con el tiempo, se están armonizando mediante el intercambio de buenas prácticas y las recomendaciones de la Comisión Europea”, precisan desde Eurostat. Y recuerdan que existe un acuerdo sobre los criterios metodológicos para estimar la prostitución y el tráfico de drogas. De hecho, existe un documento en Eurostat Cómo medir y estimar las actividades ilegales que explica cómo hacerlo y aporta fórmulas para calcularlo.

No hay cifras fiables del número de prostitutas que hay en España

No resulta nada fácil cuantificar el impacto de estas actividades sobre la economía, admiten fuentes oficiales, que justifican que, sin embargo, existen metodologías para hacerlo. Por ejemplo, explican, para el tráfico de drogas se tendrá en cuenta la cantidad de estupefacientes incautados por la policía. Se estimará qué porcentaje supone del tráfico total y se extrapolará para obtener una aproximación del impacto de la producción y el tráfico de droga en la economía. La policía se incautó en 2012, últimos datos disponibles, de 21 toneladas de cocaina, 325 de hachís y 229 kilogramos de heroína con un valor aproximado de 2.700 millones de euros, casi tres décimas del PIB, según el valor no oficial que la policía maneja para cada sustancia. Fuentes policiales consideran que la cantidad de droga incautada supone entre un 10% y un 15% de lo que mueve este sector, pero no existe ningún informe oficial ni extraoficial con datos sobre el asunto. Este cálculo en realidad es poco riguroso porque depende de la pureza de la droga y de cómo se valore: al por mayor o al menudeo.

“Será difícil conseguir un dato que se ajuste de verdad a la realidad. Tendrán que hacer hipótesis y valoraciones con las dificultades que eso entraña”, apunta Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). “No son mercados transparentes donde se conocen los precios”, apunta.

Para el contrabando el método es parecido al de la droga. Y en la prostitución se calculará el número de personas que ejercen la prostitución en España a través de las redes de clubes de alterne. Se les asigna un porcentaje sobre el total del sector y se estima el impacto económico que se aplicará al cálculo del PIB. Por eso, los técnicos de estadística acudieron a Hetaira y llamaron a Anela. Pero los datos recopilados hasta la fecha no parecen muy consistentes.

Con las drogas se tendrán en cuenta las incautaciones que realice la policía

“El PIB se calcula trimestralmente y la estadística tendrá que reflejar el valor de lo que se produce y las rentas que se generan. En realidad será muy complicado porque no hay forma de medir estas actividades trimestralmente”, zanja Laborda.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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