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EE UU recupera el empleo perdido durante la gran recesión

Se necesitaron seis años y medio para volver al nivel de ocupación prevío a la crisis

Un hombre en una oficina de empleo en Nueva York, EE UU
Un hombre en una oficina de empleo en Nueva York, EE UUEFE

La economía estadounidense cerró mayo con una creación neta de 217.000 empleos no agrícolas, con lo que oficialmente recuperó todos los puestos de trabajo que se perdieron durante la gran recesión. Bastaba con sumar 113.000 ocupados para conseguir dejar atrás el destrozo que en el mercado laboral provocó la última crisis económica y financiera. El paro, que va más rezagado, se mantuvo en el 6,3%, el nivel más bajo desde septiembre de 2008, porque la tasa de participación no se movió.

El último máximo de empleo en EE UU se registró en enero de 2008, cuando se contabilizaron 138,36 millones de ocupados no agrícolas. De ahí cayó a 129,65 millones en febrero de 2010. Las estadísticas ponen así fin a la que es la recuperación más lenta del mercado laboral desde que se tienen datos fiables. Por ponerlo en contexto, llevó solo dos años que se destruyeran 8,7 millones de empleos y más del doble recuperarlos.

El empleo generado durante la recuperación no es de la calidad ni está remunerado como hace seis años y medio

Lo que también es cierto es que el empleo generado durante la recuperación no es de la calidad ni está remunerado como hace seis años y medio. Hay claros contrastes también por sectores. La hostelería y la salud tuvieron un repunte muy fuerte, mientras que el manufacturero y la construcción siguen en negativo. También por regiones, entre las que viven del renacer energético y las que siguen sufriendo las consecuencias del desplome inmobiliario.

Que se hayan recuperado el empleo perdido sirve para superar un listón, pero eso no significa que el mercado laboral haya sanado por completo. Aquí entra en juego un factor demográfico: hay 12,5 millones más de personas en edad de trabajar que cuando empezó la última crisis económica. Es decir, hace falta que la economía cree algunos millones de empleos más para que se normalice y sea comparable a la situación previa a la crisis.

Aunque la creación de empleo se ha recuperado, los niveles de paro siguen por encima de los niveles anteriores a la recesión

En cuanto al paro, llevará más de tiempo volver a los niveles anteriores a la recesión. El desempleo es claramente inferior al 10% de octubre de 2009, el máximo de la crisis, pero sigue por encima del 4,4% antes de la implosión. Además, buena parte de la mejora se explica porque la tasa de participación está en el 62,8% al nivel de hace tres décadas. Se necesita, por tanto, una economía más robusta para conseguir que más gente vuelva al mercado laboral.

El indicador de mayo muestra que sigue habiendo 3,4 millones de estadounidenses en una situación de empleo de larga duración, lo que equivale al 34,6% del total de parados. Y eso pese a haberse reducido a la mitad en cuatro años. Además, hay 7,3 millones forzados a trabajar a tiempo parcial. Si a estos últimos se les suma los 2,1 millones que están apartados del mercado, la tasa de subempleo estaría cerca del 12%.

¿Pleno empleo en dos años?

La situación de pleno empleo, según la Reserva Federal, podría lograrse en dos años. Es el momento para el que se espera esté normalizada también la política monetaria, con el primer alza de tipos prevista en 2015. EE UU utiliza el empleo no agrícola como indicador de referencia, porque está menos sujeto a factores estacionales. Si se tiene en cuenta ese sector, aún faltarían 926.000 empleos para llegar al máximo de noviembre de 2007, cuando se contabilizaron 146,6 millones de ocupados.

Lo que también es cierto es que la creación de empleo durante los últimos seis meses a un ritmo que ronda los 200.000 ocupados confirma que la economía gana tracción, a un ritmo que ayudará a reducir el paro. La previsión es que EE UU crezca a una tasa anualizada del 3,5% en el segundo trimestre, con lo que repuntará con fuerza tras contraerse un 1% en el primer trimestre como consecuencia de la crudeza del invierno.

El dato de mayo se acerca a los 210.000 empleos que anticipaba el consenso de Wall Street y no va a cambiar la estrategia monetaria de la Reserva Federal, pese a que se modera respecto a los 283.000 empleos en abril. Se espera así que la Fed recorte de nuevo la compra de deuda en su próxima reunión el 17 y 18 de junio. Los analistas se fijan más ahora en la tendencia de los salarios, para anticipar futuros movimientos de tipos por la presión inflacionista.

El estancamiento de los salarios evitó hasta ahora presiones del lado de los precios, pero explica también buena parte de la lenta recuperación en el mercado laboral en EE UU y en el conjunto de la economía. En mayo, la remuneración por hora trabaja subió un modesto 0,2%. El incremento anual es solo del 2,1% en el periodo de 12 meses, un ritmo muy similar al visto desde el final de la recesión.

Más tiempo y trabajo en precario

Que el mercado laboral haya alcanzado el nivel de ocupación previo a la Gran Recesión es otra cifra simbólica que sirve para marcar el camino recurrido para superar la crisis global. Es un hito también psicológico que ya marcó Wall Street hace justo un año, cuando sus índices de referencia se recuperaron de todas las pérdidas acumuladas. Pero como dijo Janet Yellen, responsable de la Reserva Federal, queda mucho por hacer para que las cosas estén de color de rosa.

Cinco años después de acabar la crisis, la Fed sigue manteniendo los tipos de interés al 0% e inyectando liquidez de forma masiva a la economía a base de comprar deuda pública e hipotecaria. Pese a este estímulo, llevó 60 meses al mercado laboral remontar desde junio del año 2009, momento que marca el fin de la última recesión. Es el doble de tiempo que costó superar la de crisis del año 2001. El proceso duró 23 meses tras la crisis de los años 1990 y 11 en los años 1980. Todo esto ha sucedido mientras creció la desigualdad social en Estados Unidos. Y como señalan los analistas, la mayor preocupación en este momento es la falta de calidad del empleo que se está generando en la economía. Es el detalle, y no la cifra general, lo que hacer ver las cosas menos optimismo y lo que forzará a la Reserva Federal a mantener los tipos extremadamente bajos hasta ver que la gente vuelve a buscar empleo.

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