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FIONA WOOLF Presidenta de la Corporación de la City de Londres

“El mercado ya ha impuesto sus propias sanciones a Rusia”

La ejecutiva se queja de que en el mercado bursátil londinense solo un 2% de las directivas son mujeres

Alicia González
Fiona Woolf, autoridad financiera de la City de Londres.
Fiona Woolf, autoridad financiera de la City de Londres.Álvaro García

En estos días en los que los techos de cristal y las resistencias profesionales sobre las mujeres vuelven a los titulares, sorprende que un cargo como el de presidente de la Corporación de la City de Londres —algo así como una alcaldía del centro financiero— sólo en dos ocasiones a lo largo de sus 800 años de historia haya sido ocupada por mujeres. Fiona Woolf (Edimburgo, 1948) es la actual embajadora de la City de Londres, uno de los grandes centros de inversión extranjera del mundo. Las tensiones con Rusia no le son ajenas y ya están afectando a algunas operaciones en aquel país.

Pregunta. ¿Cómo puede verse afectada la City si se endurecen las sanciones contra ciudadanos o activos rusos?

Respuesta. El mercado ya ha impuesto sus propias sanciones. Nuestros directivos en Moscú nos cuentan que ya se ha producido un enorme frenazo en las inversiones, acuerdos de inversión que se iban a firmar y que se han suspendido. Por lo que respecta a la fuga de capitales, es algo que venimos observando desde hace años y en lo que venimos trabajando con el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, para ayudar a crear un sistema financiero que permita a los propios rusos financiar su propio crecimiento. Es en nuestro propio interés también porque Reino Unido es el mayor inversor en Rusia y nos encontramos en este momento en una situación complicada. Estamos muy preocupados.

P. ¿Tanto como por la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea?

R. Puedo asegurarle que hemos hecho muchas encuestas en la City y el 85% está a favor de permanecer dentro de la UE y un 95% asegura que el mercado único es un importante valor para ellos. La Confederación de la Industria Británica tiene datos similares. Nadie, sin embargo, parece otorgar gran importancia a la pertenencia al euro, pero sí confían en que la UE sea capaz de retomar el crecimiento y la creación de empleo.

P. ¿Se siente amenazada la City por los cambios fiscales que se barajan, como la tasa Tobin?

R. El Gobierno británico ya ha recurrido esa decisión concreta y veremos qué pasa. Creo que todo depende del alcance de la tasa a las transacciones financieras. Nosotros hemos analizado qué coste tendría la medida para los distintos países, aunque en realidad quienes acabarían pagando la medida serían los consumidores y se sentirá con dureza en Italia y en España. Nos preocupa el coste para la sociedad, si eso añade un coste a la deuda soberana, y la experiencia de los países que lo han implementado es que, además, no recaudan tanto como pensaban. Por nuestra parte, nosotros ya hemos tenido una tasa similar durante 300 años para financiar una guerra, así que podemos vivir con ello.

P. ¿Cómo ve el futuro de la City en medio de tanta competencia?

R. Es verdad que hay mucha competición entre Nueva York, Londres, Singapur y Hong Kong como grandes centros financieros del mundo. Y creo que si no existiera la competencia habría que inventarla, pero cada mercado tiene su especialidad. La gran ventaja de Londres es su diversidad, el 52% de los trabajadores de la City son extranjeros, somos una especie de trampolín desde el que llegar a todo el mundo. La fortaleza de Londres es que es generalista, algo que no tienen los demás ni en tamaño ni en diversidad de servicios, la enorme liquidez de capital que ofrece, mercados tan especializados como las materias primas, divisas, seguros o la presencia de los fondos soberanos, cuya asociación global acaba de trasladarse precisamente a Londres. Esa combinación hace de la ciudad un polo de atracción de inversiones. El año pasado las transacciones cambiarias en renminbi —la divisa china— se duplicaron, Londres ya acapara el 40% de esas operaciones y en los últimos tres años la financiación de operaciones comerciales en esa divisa se ha multiplicado por dos. Ése es un activo muy importante.

P. Hablando del renminbi. Hay una competición evidente para convertirse en el gran centro de operaciones en esta divisa fuera de China.

“Después de Basilea, el viejo modelo de financiación ya no funciona”

R. Fuera de Hong Kong, que tiene una posición especial, la gran competencia para Londres es claramente Singapur. Pero dada la diferencia horaria nosotros somos la referencia para las compañías occidentales. Vengo de Brasil y muchas de sus empresas hablaban de comerciar con China vía Londres, precisamente por la diferencia horaria. Creo que Londres tiene, además, dos razones poderosas a su favor. Una, que es un centro generalista que ofrece una gran diversidad de servicios, quizás la mayor de todos. Y la segunda, es que en este momento son muchos los países que necesitan infraestructuras y la inversión para financiarlas y después de las reformas bancarias que han supuesto las normas de Basilea no podemos depender del endeudamiento a través de los bancos para financiar esos proyectos. En otras palabras, el viejo modelo de financiación de infraestructuras necesita ser reinventado y éste es un momento fantástico para los mercados de capitales. Estamos viendo todo tipo de innovación en esos mercados para proporcionar financiación a largo plazo. Y ahí Londres cuenta con los mayores mercados de capitales y los más internacionalizados.

P. Pues la innovación financiera en el pasado nos llevó a la mayor crisis de casi el último siglo...

R. Siempre necesitamos la innovación porque el viejo modelo de financiación ya no funciona. Lo que quiero decir con innovación es utilizar diferentes fuentes de capital que son, de hecho, muy seguras y son a largo plazo. Por ejemplo, un fondo de infraestructuras que se dedica a financiar un proyecto de suministro de agua ha conseguido reunir dinero de una compañía de seguros, de un fondo de pensiones, de un fondo soberano y todos ellos en una inversión de largo plazo. La innovación, en este caso, pasa más bien por reunir a inversores tan diversos que por el vehículo que se ha utilizado para ello. Otras veces se trata de mejorar la gestión para poner una empresa en orden. Es una innovación positiva.

P. Otras cosas, sin embargo, apenas cambian. Es sólo la segunda mujer en ocupar el cargo.

R. Yo pensaba que era sólo una cuestión de tiempo que hubiera más mujeres en la City pero tengo que decir que, aunque ha aumentado el número de mujeres en los Consejos de Administración, las estadísticas revelan que la cantidad de mujeres en posiciones directivas es aún muy baja, inferior al 2%. Y he pensado utilizar la oportunidad que me brinda este año de mandato para impulsar un programa de diversidad, en el que colaboran 34 entidades financieras, para combatir los cuellos de botella, que se encuentran en las posiciones intermedias. No se trata de una falta de talento, más bien al contrario, creo que se trata de algo inconsciente en quienes deciden las promociones dentro de las empresas, que eligen a sus similares y hay que apostar por la diversidad precisamente para promover el debate y las nuevas ideas.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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