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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Bola de partido

Este domingo las elecciones europeas serán determinantes

José Carlos Díez

En 1999 Europa inauguró la unión monetaria y se convertía en la segunda potencia económica mundial, tras EE UU. El euro pasó a ser la segunda moneda de reserva mundial tras el dólar, aunque a mucha distancia. El decimoquinto aniversario coincide con el control de la derecha del parlamento y las instituciones europeas. Desde entonces, la política europea se ha dedicado a desmontar parte de los avances desde el tratado de Roma. La Comisión ha pasado a ser un gabinete técnico y ha perdido toda iniciativa de desarrollo europeo que tuvo con Jacques Delors.

En política económica, la posición fue laissez faire. La crisis financiera de 2001 y la de 2008 tuvieron su epicentro en EE UU, aunque el contagio llegó a Europa. En 2001 la economía más afectada fue Alemania sobreendeudada tras su reunificación. En 2008 fueron los países de la periferia los que se habían sobreendeudado y los más afectados por la Gran Recesión. Europa ha tenido que rescatar a Grecia, Portugal, Irlanda y España pero EE UU rescató a California y encubiertamente a Florida. Tanto por tamaño como por perturbaciones financieras el análisis comparado con EE UU es muy relevante.

Desde 1999 la creación de empleo en EE UU y en la Eurozona ha sido similar. Sin embargo, el PIB por ocupado en EE UU, la productividad del factor trabajo, ha superado a la Eurozona en 13 puntos porcentuales. Más espectacular es el crecimiento del PIB nominal, que incluye la inflación, donde EE UU ha superado en 27 puntos porcentuales a la Eurozona. Los estadounidenses también nos superan con una tasa de paro por debajo del 7% mientras la Eurozona sigue próxima al 12% y con extrema dispersión dentro del área.

El BCE cometió los mismos errores de inacción durante la burbuja de crédito, pero desde 2008 la Reserva Federal, Fed, siempre ha ido por delante de los problemas. Mientras en Fráncfort dominaba la maldición europea: demasiado poco y demasiado tarde. El cambio de Obama en 2008 fue determinante. Los republicanos tenían un plan para imponer la austeridad y su ala ultra quería cerrar la Fed. Obama aprobó un plan de estímulo en 2009 de 700.000 millones de dólares y sacó a la economía de las fauces de la depresión. Su antecesor Bush aprobó en 2008 un fondo público de 700.000 millones de dólares para rescatar el sistema bancario. Obama, junto con la Fed, se encargó de ejecutarlo.

Europa apostó por el saneamiento local endeudando más a los países ya sobreendeudados y complicando la crisis del Euro que ahora todos reconocen pudo desaparecer en varias ocasiones. Seis años después de empezar la crisis, Europa ha aprobado un fondo de resolución bancaria que llegará hasta 45.000 millones de euros que entrará en vigor dentro de varios años y que será dotado por las propias entidades muchas de las cuales cargadas de activos tóxicos que no pueden sanear por si solas.

Este domingo las elecciones europeas serán determinantes como lo fueron para EE UU las de 2008. Si la derecha vuelve a ganar, la política económica seguirá sin cambios significativos. Si ganan los socialistas y se hacen con el control de la Comisión se normalizará el equilibrio de poderes. Luego dependerá de la posición que tomen Hollande y Renzi. Rajoy se tendrá que definir si sigue apoyando a Alemania y a su partido europeo o apoya cambios que den soluciones a la crisis de la deuda y nos saquen del estancamiento secular en el que hemos entrado. Prioridad, depreciar el euro y crear eurobonos para mutualizar deudas y aprobar planes de estimulo europeos que compensen los ajustes fiscales que tienen que continuar en países con elevados déficits y deudas públicas. Este domingo Europa tiene una bola de partido.

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