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Guindos augura “un cambio de tendencia” en el mercado laboral

El ministro avanza que las mejores perspectivas "tendrán que reflejarse en las previsiones" Grecia obtiene luz verde para un nuevo tramo de ayuda de 8.300 millones de euros

Claudi Pérez

"España lleva más de seis meses con caídas de paro y aumentos de las afiliaciones a la Seguridad Social con datos desestacionalizados. Es un cambio de tendencia importante, coherente con la mejora general de los indicadores económicos, y lo más probable es que siga adelante en abril". El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado en Atenas, al término de la reunión de ministros de la Unión Europea, que ese cambio de tendencia "tendrá que reflejarse en las próximas previsiones".

Aún así, "queda mucho por hacer", según el ministro: España es el segundo país de la Unión con más paro, solo por detrás de Grecia. El desempleo en la UE acabó marzo en el 11,9%, sin variaciones desde octubre, pero con un reparto muy desigual, que va del 4,8% en Austria al 27,5% en Grecia y cifras superiores al 25% en España.

El Eurogrupo y el Ecofin de Atenas dejan una sensación de patada hacia adelante en los asuntos más candentes en la UE. Ni los problemas en la banca ni la preocupación por la situación de grandes economías como Francia e Italia aleja esa sensación de estado de negación, con todo pendiente de las elecciones europeas de finales de mayo. Grecia ha obtenido luz verde para un nuevo tramo de ayuda de 8.300 millones de euros, de los que 6.300 millones se entregarán en abril, a tiempo para que Atenas haga frente a sus necesidades de repago de deuda.

La cuestión es ahora cuánto tiempo puede aguantar Grecia sin un tercer rescate, del que solo se empezará a hablar después de las elecciones. Los riesgos de desestabilización política son evidentes, con la izquierda de Syriza muy fuerte y los partidos de Gobierno (los conservadores Nueva Democracia y el socialdemócrata Pasok) muy a la baja en las encuestas por la fatiga de la ciudadanía, que lleva a cuestas casi un lustro de austeridad y reformas.

Europa tiene gestos con Grecia: empezará a negociar una reestructuración de la deuda (probablemente una ampliación de los plazos) en las próximas semanas, cuando se confirme que Grecia ha alcanzado ya el ansiado superávit fiscal primario (descontando el pago de intereses), y prepara un plan de inversiones en infraestructuras para apuntalar su vuelta el crecimiento. Eso no aclara el futuro del país, con una deuda pública que supera el 170% del PIB y una situación social y política potencialmente explosiva. Tampoco hay avances sustanciales en el caso de Portugal: la salida del rescate (limpia o con una línea de crédito precautorio) no se decidirá hasta principios de mayo.

Elecciones europeas

Europa encara las elecciones con la sensación de que ya ha tomado todas las decisiones importantes que había que tomar, aunque algunas de las reformas acordadas, como la unión bancaria, quedan muy lejos del grado de ambición inicial. La narrativa europea con vistas a las elecciones de finales de mayo está perfectamente asentada en todos los mandatarios, desde los mandarines de la Comisión a los jefes de Estrado o los ministros: los rescates son un éxito, la recuperación toma cuerpo, no hay nada de qué preocuparse.

Ese mensaje europeo suena alto y claro incluso en Atenas, una ciudad en la que las cicatrices de la crisis son perfectamente visibles y en la que se suceden manifestaciones y continuas muestras de desafección, que se reflejan incluso en las encuestas, con el ascenso de fuerzas críticas con la UE o incluso del partido Neonazi Aurora Dorada. "Hace cuatro años entramos en territorio desconocido: una crisis de deuda en una unión monetaria con una renta per cápita alta. Ha habido equivocaciones. Pero en términos generales Grecia demuestras que es ahora una economía mucho más sólida, a pesar del sufrimiento que han causado la austeridad y las reformas en la ciudadanía", ha asegurado Guindos a modo de resumen de la posición europea. “Grecia ha hecho avances y ahora no puede dejar de lado esos esfuerzos”, aseguró ayer el vicepresidente de la Comisión, Olli Rehn.

El contrapunto a esa visión es fácil de encontrar en muchos rincones de la capital griega. La calle Stadou es la zona de protestas, del puño cerrado en la capital griega: una larga avenida comercial que sube poco a poco hacia Sintagma, la plaza del Parlamento, donde desembocan las manifestaciones. En una de esas tiendas, Yorgos es el encargado de bajar la persiana en cuanto aparecen las primeras pancartas, para evitar males mayores. "Pero ya ni siquiera la llegada de la Comisión desata protestas como antes. La fatiga es tan grande que la gente, salvo excepciones, ya ni se manifiesta. Frente a la recuperación que nos vende el Gobierno, lo que se ve en la calle se parece más a una depresión”. Grecia, con la ayuda de la UE, sigue metida en un atasco.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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