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El Gobierno prevé un crecimiento de hasta el 1,5% para este año

Fuentes del Ejecutivo justifican que Hacienda contabilice las peticiones de gasto solo hasta el 25 de noviembre por el déficit

CLAUDI PÉREZ

Caen los precios. Caen los salarios. Cae el crédito. El sector inmobiliario no encuentra aún su suelo y las ventas del comercio siguen a la baja. Dos reformas laborales después, el paro sigue por encima del 25%; cuatro años después de la puesta en marcha de la austeridad, la deuda pública se acerca al 100% del PIB y el déficit sigue siendo de los mayores de Europa. Todo eso no impide que el Gobierno crea que la recuperación se afianza y siga elevando sus previsiones, con un alza del PIB de hasta un máximo del 1,5% este año. “Hay un claro aumento de las proyecciones del mercado, y todos los indicadores adelantados son buenos. El crecimiento estará entre el 1% y el 1,5% en 2014”, han explicado en Atenas fuentes del Ejecutivo. Hace solo unas semanas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, apostaba por un avance del 1%, aunque el cuadro macro oficial sigue mostrando un 0,7%.

“Las exportaciones siguen en una línea positiva, se empieza a notar un cierto repunte del consumo y la inversión doméstica: igual que las recesiones sorprenden, las recuperaciones también pueden sorprender. Vamos a ver buenos datos y la primera reactivación seria tras seis años que han sido una tortura, y en los que ni siquiera en 2011 se vio un crecimiento claro”, según las mismas fuentes.

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España no solo ha salido del foco europeo: es uno de los grandes ejemplos de éxito a los que se aferra la Comisión Europea en esta fase final de la legislatura europea, a menos de dos meses de las elecciones a la Eurocámara. “España ha hecho las reformas que no han hecho ni Francia ni Italia y está destinada a dar grandes sorpresas”, asegura una alta fuente europea, con Bruselas buscando desesperadamente la forma de embellecer su legado. Madrid se agarra a ese mismo relato sin el mínimo asomo de duda: “Ha habido mejoras en las condiciones de financiación, que se traducen en un ahorro de intereses en torno a los 10.000 millones en 2013. La banca ha mejorado. Hay ganancias de competitividad, más flexibilidad en la fijación de salarios y el déficit público se ha reducido en línea con los objetivos de Bruselas. Necesitamos dos años de crecimiento al 1,5% y dejaremos atrás la crisis”, según las citadas fuentes del Ejecutivo.

Madrid pasa de puntillas por alguno de esos datos. El déficit público terminó 2013 en el 6,6% del PIB, en parte gracias a los recortes, pero en parte también gracias a que el Gobierno no contabilizó las peticiones de gasto posteriores al 25 de noviembre. En 2012, el año fiscal se cerró el 2 de diciembre; en 2011, en pleno cambio testigo de Zapatero a Rajoy, se cerró con normalidad, el 30 de diciembre. Las fuentes consultadas en Bruselas señalan que el Ejecutivo español “se ha aficionado a ese tipo de cambios para ajustar las cuentas”. Las fuentes consultadas en el Gobierno aducen que ese cambio no afecta demasiado” a las cifras definitivas. “Los datos de déficit son buenos. El ahorro en intereses y las administraciones locales han permitido estar solo una décima por encima del objetivo de Bruselas, lo que supone un esfuerzo notable con una reducción del PIB de por medio”.

A punto de empezar el Eurogrupo y el Ecofin informales de Atenas (las reuniones de ministros de Economía del euro y de la UE), España no es ya uno de los puntos candentes en el debate económico de la eurozona. Los ministros discutirán hoy acerca de Grecia y de Portugal, sobre el cambio de Gobierno de Francia y sobre el acuerdo que ha permitido seguir adelante con la unión bancaria descafeinada y del gusto de Berlín. Y sobre la raquítica inflación en la eurozona (del 0,5%), con una caída de precios del 0,2% en España. “Esa inflación tan baja en Europa perjudica a países como España, que están haciendo grandes esfuerzos de ajuste. Está lejos del mandato del BCE. Y conlleva además un euro fuerte que tampoco es beneficioso. No hay riesgos de deflación en Europa ni en España, pero todo el mundo comparte ese análisis plagado de riesgos”, según las mencionadas fuentes del Ejecutivo.

Autopistas y BEI

El Gobierno sigue de cerca la imputación de la exministra Magdalena Álvarez, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, por el caso de los ERE. “España no va a perder la silla en el BEI”, según las fuentes consultadas, que apuntaron que hay un acuerdo con Lisboa para conservar la vicepresidencia. En cuanto al rescate de las autopistas, fuentes del Ejecutivo explicaron que el objetivo es que las ayudas del Estado “sean lo más bajas que sea posible” para no tener problemas con Competencia.

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Sobre la firma

CLAUDI PÉREZ
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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