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Sindicatos “comunistas” que piden más superávit en un país “de carácter nórdico”

El número dos del departamento europeo del FMI alabó en 2007 la responsabilidad fiscal que mostraba España

Amanda Mars
Sede del Fondo Monetario Internacional
Sede del Fondo Monetario InternacionalEFE

En mayo de 2007 la España del esplendor económico despertaba recelos suficientes como para que uno de los directores ejecutivos del Fondo, el estonio Thomas Saarenheimo, cuestionara las dificultades políticas para poder conseguir un superávit público aún mayor del que se gozaba entonces. Pero Alessandro Leipold, número dos del departamento europeo del FMI, lo discutía de forma entusiasta: “España, aunque por su ubicación geográfica está considerado parte de los países mediterráneos, se parece más a los países nórdicos”, apuntó en la reunión del FMI de mayo de 2007 sobre la economía española, en el marco del Capítulo IV, cuyas actas se han desclasificado. Relató la siguiente anécdota como ejemplo de este carácter nórdico: “Me sorprendió escuchar que, con un superávit del 1,8% del PIB, en una reunión con los sindicatos, por ejemplo, uno de estos dijo que este déficit fiscal debería ser más alto. Esto no pasa en muchos países”, señaló entonces el italiano.

Leipold insistió sobre esta singularidad española: “No hay llamadas a gastar esos ingresos caídos del cielo, al contrario de lo que pasó antes en esta misma década en Francia, con el episodio Cagnotte [Jacques Chirac acusó al Gobierno de Lionel Jospin de ocultar el superávit a causa de un crecimiento más fuerte de lo previsto, y de no dejar a los franceses disfrutar de este excedente, y tuvo que recortar impuestos en lugar de reducir deuda] o en Italia, con lo que a los italianos les gusta llamar el tesoretto, en referencia a los ingresos superiores a lo esperado”. Así que “en ese aspecto España está más cerca de los países nórdicos que de los mediterráneos”.

Ramón Guzmán, el representante de España, recogió este capote en otra de sus intervenciones, un poco después de esa reunión, y puso la guinda a la historia citada por Leipold como muestra de responsabilidad fiscal: “El sindicato que pidió a las autoridades españolas presupuestar un superávit mayor que el presupuestado para el año siguiente es de hecho el sindicato comunista”, recalcó.

“El caso es que en España los superávits presupuestarios están fuerte y profundamente asociados con los buenos tiempos económicos. Y este es el fin de la historia”, dijo Guzmán. En esta línea, “la gente, los agentes sociales y, más importante aún, los Parlamentos tienden a pensar que la estabilidad presupuestaria no se asocia a una buena política económica, sino con un buen comportamiento de la economía”, agregó. Y la continuidad de esta política, explicó, queda patente por el hecho de que el país había tenido tan solo “tres ministros de Economía en 22 años, uno de los cuales ustedes conocen muy bien”. En esta línea, aseguró aquel mayo de 2007 si la ralentización económica llegaba, los estímulos fiscales ayudarían a aliviar el dolor. No obstante, Leipold advirtió de que en materia de los fondos de pensiones, España “no es nórdica”.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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