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Hans-Werner Sinn Presidente del IFO

“España tiene un problema de deuda mayor de lo que parece”

Miguel Jiménez
El presidente del IFO, Hans-Werner Sinn, defiende más ajustes
El presidente del IFO, Hans-Werner Sinn, defiende más ajustesMichaela Rehle (Reuters)

España intenta ser más alemana a través de una devaluación interna, pero en Alemania creen que queda mucho ajuste por delante. Esta semana, la escuela de negocios española Esade y el influyente think tank alemán IFO han organizado una jornada en Múnich sobre las perspectivas de futuro de Europa desde la perspectiva del Norte y del Sur.

Expertos alemanes y españoles insistieron en la necesidad de una mayor integración europea, algo que subrayó Javier Solana, presidente de EsadeGeo. Pero en materia económica hubo un claro contraste. Frente a la posición de David Vegara, director adjunto del Mecanismo Europeo de Estabilidad, partidario de un ajuste gradual (“para bajar del piso 25º, lo más rápido es tirarse al vacío, pero yo creo que es mejor bajar por las escaleras”, ejemplificó) y de preservar la unidad del euro, el presidente del IFO, Hans-Werner Sinn, un economista muy popular en Alemania, aboga por una drástica devaluación interna de salarios y precios en España y los demás países periféricos, por un euro con puerta de entrada y de salida y por una conferencia de deuda en la que los acreedores del Norte hagan una quita a los deudores del Sur.

Sinn sostiene que la deuda de los países periféricos es mucho mayor de lo que parece cuando se ajusta por el nivel de precios, lo que, en el caso español, sumaría más de 30 puntos de deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB). El presidente del IFO atendió a EL PAÍS y a otros dos medios españoles invitados por Esade a Múnich al finalizar su intervención.

Pregunta. En España se empieza a hablar ya de recuperación y crecimiento. ¿Qué le parece?

Respuesta. Nuestras previsiones también apuntan a que la economía va a crecer, pero el problema del mercado laboral va a continuar por la falta de competitividad. En España no se ve una mejora del mercado laboral, la tasa de desempleo ha estado subiendo de forma consistente hasta finales de 2013 y hay una contradicción entre lo que se dice y lo que se ve.

Debería haber una conferencia para perdonar parte de la deuda”

P. Pero ha habido mejoras de competitividad e inflación.

R. El nivel de precios está muy lejos de lo que era en relación con el resto de los socios cuando se anunció el euro en la cumbre de Madrid de 1995. Queda un largo camino por delante. Está siempre la posibilidad de aliviar el dolor del momento y frenar el ajuste, pero cuanto más se alivie ahora, más largo será el periodo de estancamiento después. Es como cuando estás cansado y te tomas un café bien cargado, te despierta algo, pero realmente no mejora la situación de tu cuerpo.

P. ¿Cree que hace falta más austeridad?

R. La austeridad es peligrosa para la sociedad porque la puede romper, pero, por otro lado, es necesaria para reequilibrar los precios y recuperar la competitividad. No sé cuál es la solución real. Solo cada propio país puede decidir dónde ir, sabiendo que la austeridad es necesaria, pero muy dolorosa. Es un camino estrecho, muy difícil de gestionar.

P. Usted cuestiona la sostenibilidad de la deuda de los países periféricos. ¿Es sostenible la deuda española?

R. La ratio de deuda sobre el PIB es menor que la de otros países en crisis, pero, aun así, es demasiado alta. Es parecida a la alemana, pero debería situarse por debajo del 60% porque, además, la deuda española en relación con el PIB está artificialmente baja, debido a la burbuja de inflación de la economía que hizo que el PIB creciera más rápido durante años. Pero esa inflación no era sostenible, era muy alta en relación con los otros países del euro, lo que impedía a España ser competitiva. Si la economía vuelve al nivel de precios en los que es competitiva, entonces la deuda en relación con el PIB será mucho mayor. El problema de la deuda es mayor de lo que parece, así que hace falta que España deje de tener déficit si quiere empezar a repagarla. En general, los niveles de deuda son insostenibles en algunos países, especialmente si se tiene en cuenta el realineamiento de precios necesario para que sean competitivos.

La ilusión de recuperar el dinero es solo eso, una ilusión”

P. ¿Cree que la salida del euro sigue siendo una opción?

R. Es una opción, pero yo no la recomiendo. Creo que deberíamos ser más flexibles en la definición de la pertenencia al euro. Creo que debería haber reglas de salida y regreso al euro, sería mejor para todos. Si tuviésemos un proceso ordenado de salida temporal del euro y depreciación, no habría el caos que tanta gente teme. Si tuviéramos un proceso ordenado en el que la comunidad de países ayudase a un Estado en su salida, le ayudase con los bancos, con las importaciones esenciales y demás, entonces podría darse. Porque lo que necesita España es una devaluación. Yo no digo que España tenga que salir, sino que, en general, necesitamos un sistema más flexible donde un país pueda salir y, tras los ajustes y las reformas, pueda volver a entrar. Esa idea de tener una carretera en un solo sentido es estúpida. Tenemos generaciones de jóvenes perdidas en algunos países del euro que no van a encontrar un trabajo en buena parte de su vida por una falta de competitividad que no es innata, se debe a que los niveles de precios son demasiado altos en países como España o Grecia.

P. ¿Necesita España hacer una quita?

R. La deuda pública española no es tan grande, pero la deuda privada externa sí lo es. Así que el total sí lo es. Creo que necesitamos una conferencia de deuda en la que la pongamos sobre la mesa, negociemos todos los países juntos qué hacer con esos niveles de deuda, pulsar el botón de reset y que países como Alemania asuman las pérdidas al perdonar parte de la deuda pública, de la deuda de los bancos y de la deuda del eurosistema. Porque las pérdidas están ahí de todas formas. La ilusión de recuperar el dinero es solo eso, una ilusión. Hay que afrontar la realidad, no creo que este proceso de negar la evidencia nos lleve a ninguna parte. En todas las conferencias de deuda que ha habido en el mundo, la gente ha acabado concluyendo: “Oh, tendríamos que haberlo hecho antes”. No ha habido un solo caso en el que digan: “Ah, es demasiado pronto”.

Cuanto más se alivie el ajuste ahora, mayor será el estancamiento”

P. ¿Y cree que ocurrirá, que habrá una conferencia de deuda?

R. No, no sé. Distingo claramente entre lo que tendría que suceder y lo que va a suceder. No soy un político.

P. Los bancos centrales de países como Reino Unido o EE UU han estado comprando deuda y han evitado una doble recesión.

R. Si un banco central compra deuda, eso no sirve para mejorar la competitividad de la economía. Alivia el dolor del momento. Pero piense en la producción industrial. ¿Cómo mejora la producción industrial que el BCE compre bonos? Más bien al revés, si el Gobierno consigue nuevos fondos, los salarios se mantendrán altos y eso perjudicará la competitividad de la industria. Impedirá la devaluación real. El problema es que hemos intentado tener una unión monetaria sin tener una unión política. Tenemos que crear unos Estados Unidos de Europa con todo lo que eso implica. Mi modelo favorito es la Confederación Suiza. Su banco central puede comprar bonos públicos, pero no puede comprar bonos de los cantones, al igual que la Reserva Federal de EE UU no compra los bonos de California o Illinois.

P. ¿Qué le parecen las políticas de la nueva coalición de gobierno alemana?

R. Dar marcha atrás en algunas reformas que hizo hace 10 años el Gobierno de Schröeder va en la dirección equivocada.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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