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Amancio Ortega, rey del ladrillo

El fundador de Inditex convierte su inmobiliaria en la más rentable de España Compra edificios en las mejores zonas y es casero de Apple o H&M

Edificio de Banesto en Barcelona, adquirido por Ortega, donde Apple tiene una tienda.
Edificio de Banesto en Barcelona, adquirido por Ortega, donde Apple tiene una tienda.TONI ALBIR (EFE)

En la exclusiva zona de Serrano de Madrid, grandes paneles blancos cubren el que será el edificio estrella de la cadena de ropa Zara en la capital. En el número 23, los obreros se afanan en sacar brillo al edificio de seis plantas construido a finales del siglo XIX con casi 3.000 metros cuadrados que debe abrir sus puertas en primavera. Las prendas de Zara llenarán los escaparates. Pero la tienda no será propiedad de la cadena. Estarán de alquiler, aunque conocen bien a su casero: Amancio Ortega, el fundador de la firma. Es el dueño del inmueble. Uno más de los que acumula en la larga lista de propiedades de la empresa patrimonial Pontegadea Inmobiliaria, que el empresario gallego fundó en 2002 y que controla a través de Pontegadea Inversiones.

Con los dividendos de Inditex, el empresario apenas necesita crédito

El propietario de la segunda mayor fortuna del mundo comenzó vendiendo batas. Desde ahí creó el impero Inditex, cuyo timón dejó en manos de Pablo Isla en 2011. Ortega, sin embargo, no ha permitido que su fortuna languidezca. Los más que nutridos dividendos del paquete que todavía controla en la textil (cerca del 60% de las acciones) se reproducen cada año gracias al ladrillo. En 2013, Ortega recibió un dividendo de 813 millones de euros. En plena resaca de la burbuja inmobiliaria española, el millonario no deja pasar una oportunidad para invertir: compra en las mejores calles de Madrid y Barcelona, pero también en Londres, París y Nueva York.

El emperador del textil es ahora el rey del ladrillo, y su patrimonial Pontegadea se ha convertido en una de las inmobiliarias más rentables de España y la que más operaciones ha cerrado en el último año. Con un endeudamiento que mantiene a raya, Pontegadea incrementó su facturación en 2012 un 28%, hasta los 164,7 millones de euros, y ganó 70,5 millones, según las últimas cuentas entregadas al Registro Mercantil. Ese mismo ejercicio los antiguos dueños del cemento español pelearon por mantenerse a flote: Metrovacesa perdió 186 millones de euros; Realia, 319,2 millones, y Colonial, más de 1.129 millones.

El sector estima que la ocupación media de sus oficinas rebasa el 90%

Lejos de frenar su expansión, Ortega está siendo el inversor del ladrillo más activo del mercado: en diciembre se hizo con un edificio de 5.200 metros cuadrados en Nueva York, cercano a Chelsea, por 69 millones de euros. Días después adquiría un coloso: Devonshire House, en el West End londinense. El inmueble, de 16.279 metros cuadrados, le costó 477 millones de euros. A principios de año, añadió otra pieza a su monopoly al hacerse con la antigua sede de Banesto de la plaza de Catalunya de Barcelona por 44 millones, de la que ya ostentaba el local comercial que ocupa Apple. Con esas operaciones, Ortega engordaba una cartera que Forbes valoraba en unos 4.000 millones de dólares el pasado mes de marzo. Y en 2014 no parece que vaya a aflojar.

No tiene reparos en arrendar sus inmuebles a tiendas de la competencia

Las ofertas llegan a Arteixo desde todo el mundo. "Con esos dividendos apenas necesita tirar de crédito. Es difícil que encuentre rival", afirma un empresario del sector. Con el talonario ha desembarcado en las calles más caras del planeta: la Quinta Avenida de Nueva York; Oxford Street, en Londres; FriedrichStrasse, en Berlín; Via del Corso, en Roma; paseo de Gràcia, en Barcelona, o Serrano, en Madrid. Al frente de la compañía hay un equipo reducido y de confianza, que desde el nacimiento de la sociedad trabaja con una estrategia que fuentes del mercado definen como "defensiva, patrimonial y a largo plazo. Nunca compra para revender y recoger plusvalías cuando acaba el ciclo".

La prioridad de la compañía son los edificios de oficinas, pero estos han de cumplir varias condiciones. La primera: todo o nada, Pontegadea no suele quedarse partes de inmuebles salvo excepciones. La segunda: que esté en zona prime. Y por último, que esté ocupada por un cliente solvente. Ortega es casero, por ejemplo, de Apple en Barcelona, Valencia y París, de Google y Deloitte en Torre Picasso, en Madrid, o de BBVA en Barcelona. Pero el dueño de Inditex no pone reparos en tener como inquilino a su gran competidor mundial, la firma de moda sueca H&M, que ocupa el local de un inmueble de Pontegadea en el 150 de Powell Street, en San Francisco. Las tiendas de Inditex ocupan a veces sus edificios. "Pero no hay una estrategia coordinada. Si compra algo, y a Zara le interesa la zona, negocia como cualquier otro cliente", señalan fuentes cercanas al grupo textil.

Solo apuesta por edificios enteros, en zona ‘prime’ y con inquilinos solventes

Otra de las claves para elegir un inmueble es que el edificio esté lleno o casi lleno. El sector estima que la ocupación media de sus 400.000 metros cuadrados de oficinas roza rebasa el 90%. Los ingresos por alquileres de la sociedad no han hecho sino aumentar en los últimos tiempos. En concreto, la facturación por arrendamientos se incrementó un 63% en 2012, hasta los 94,3 millones. Todo eso simplifica el trabajo de su equipo, que puede encargar la gestión de los inmuebles a una consultora. La reciente operación en la plaza de Catalunya de Barcelona, que en realidad ha consistido en la compra del crédito del inmueble al banco malo (la Sareb) de un edificio vacío, se sale del esquema. El sector lo interpreta también como una forma de coronar su presencia en el paseo de Gràcia, donde ya tenía cinco edificios.

Ortega tampoco hace ascos a las carteras de edificios de la banca. En 2007, ya se hizo con un paquete de inmuebles de Banco Santander en varias ciudades por 458 millones de euros, un año después se quedó con 40 locales y edificios de Caixa Galicia por 250 millones y en 2010 se hizo con un lote de oficinas de Banco Sabadell por 55 millones. Y las ofertas, siguen llegando.

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