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ARGENTINA DIVISAS

El ahorro en dólares regresa a Argentina pero para pocos y con muchas dudas

Un hombre camina frente a una casa de cambios  en Buenos Aires (Argentina).
Un hombre camina frente a una casa de cambios en Buenos Aires (Argentina).EFE

Los argentinos pueden desde hoy volver a comprar dólares para ahorrar, pero esta posibilidad es para pocos y la flexibilización del llamado cepo cambiario no despeja las dudas de los expertos ni las de los mercados, que han reaccionado con cautela.

Solo quienes registren ingresos formales superiores a los 7.200 pesos (900 dólares) mensuales pueden desde hoy destinar hasta un 20 % de sus ganancias a la compra de divisas extranjeras con destino al ahorro personal, algo que estaba vedado por las restricciones cambiarias que comenzaron a aplicarse a finales de 2011.

La nueva medida deja afuera de la posibilidad de comprar dólares a ocho de cada diez argentinos, ya que sólo un quinto de la población gana más que el tope mínimo establecido por el Gobierno de Cristina Fernández.

Pese a la flexibilización del "cepo", se han registrado hoy escasas operaciones de compra en los bancos y las casas de cambio, adonde los pequeños inversores deben presentarse con un formulario de autorización por parte del Fisco para adquirir divisas por un monto que, en ningún caso, podrá exceder de los 2.000 dólares mensuales.

Para la operación, los inversores deben además poseer una cuenta bancaria, ya que no podrán comprar los denominados "dólares ahorro" con pesos en efectivo, y, si quieren irse con los billetes en mano, deberán pagar una tasa del 20 %, de la que quedarán excluidos quienes dejen depositados sus dólares en una cuenta por un año.

Tras la devaluación del 12 % registrada por el peso argentino entre el miércoles y el viernes pasado, el mercado cambiario frenó hoy sus bríos y la cotización oficial del dólar cerró a 8,01 pesos por unidad, un centavo por encima del viernes.

En el mercado informal, el dólar recuperó los niveles del miércoles anterior y se estabilizó a 12,25 pesos para la venta, tras tocar los 13 pesos el jueves y bajar a 11 el viernes.

Dos personas caminan frente a una casa de cambios en Buenos Aires (Argentina).
Dos personas caminan frente a una casa de cambios en Buenos Aires (Argentina).EFE

La reacción del mercado bursátil también fue cautelosa, con el Merval de acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires apuntando una ganancia final del 1,08 %, pese a haber operado en terreno negativo gran parte de la jornada.

A la tibia reacción de los agentes económicos se contrapuso la de la presidenta argentina, Cristina Fernández, que, por primera vez desde que se disparó el dólar, salió hoy a hablar del tema a través de su cuenta en la red social Twitter.

"Parece que algunos quieren hacernos comer otra vez sopa, pero además con tenedor. ¿Quiénes? Los mismos de siempre. Los que se quedaron con tus ahorros en el 2001 y te lo tuvimos que pagar nosotros, con el (bono) Boden 12", dijo Fernández.

La mandataria argentina sostuvo que "sólo" a través de los bancos "se pueden hacer todas las maniobras especulativas de los mercados" con "la complicidad, claro, de grupos económicos, exportadores e importadores, entre otros".

Fernández reveló que la cuestión cambiaria fue el tema "principal" de una reunión que mantuvo con Dilma Rousseff, presidenta de Brasil -el mayor socio comercial de Argentina-, en La Habana, adonde asiste a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

La calificadora Moody's dijo hoy en un informe que la fuerte devaluación del peso de la semana pasada, del 17 %, se produjo en paralelo con la decisión del Banco Central de limitar sus intervenciones en el mercado para preservar las reservas monetarias y señaló que, con la flexibilización del "cepo", el Gobierno busca restar presión al mercado.

Sin embargo, la agencia apuntó que no existe ningún "plan aparente" para atender los efectos de la devaluación sobre la inflación y dijo que prevé que Argentina cierre este año con un dólar oficial a 12 pesos por unidad y una inflación del 30 %.

Para Fausto Spotorno, economista de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, la flexibilización del "cepo" es "correcta", pero "no resuelve los problemas del conjunto" de la economía y la devaluación se traducirá en mayores precios.

El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, advirtió hoy que el Gobierno utilizará "determinadas herramientas económicas", como la apertura de importaciones, para impedir incrementos de precios "sin ningún tipo de razonabilidad".

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