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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La EPA confirma la creación de empleo

La situación del mercado laboral es como la de un campo de batalla al finalizar la contienda

Fuentes: INE y Funcas (previsiones IPC). Gráficos elaborados por A. Laborda.
Fuentes: INE y Funcas (previsiones IPC). Gráficos elaborados por A. Laborda.EL PAÍS

Había expectación entre los analistas de la coyuntura por ver si la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre confirmaba lo que nos adelantaron las afiliaciones a la Seguridad Social de estos meses, que la economía española, después de 22 trimestres destruyendo empleo, ha vuelto a crearlo, aunque de forma todavía modesta. Me estoy refiriendo, por supuesto, a los datos desestacionalizados, que es como hay que analizar las cifras para responder a cómo van las cosas. El aumento del empleo ha sido del 0,3%, unos 50.000 ocupados más que en el trimestre anterior. Sin duda, esta es la cifra más relevante de la EPA, aunque los medios de comunicación o el propio INE apenas la destacaran, quizá porque es positiva (las buenas noticias no venden) o simplemente porque la cultura estadística y económica del país es manifiestamente mejorable. Los analistas nos hemos vuelto a equivocar, esta vez para bien, pues no esperábamos creación de empleo hasta la segunda mitad de este año.

Al tiempo que se produjo un aumento de la demanda del factor trabajo por las empresas, la oferta (población activa) siguió reduciéndose como consecuencia de que la población en edad de trabajar está disminuyendo a causa de la emigración. En este trimestre, la población en edad de trabajar (16-64 años) se redujo en 60.000 personas, y la población activa, en 30.000. De esta manera, la caída del paro alcanzó unas 80.000 personas. La tasa de paro, corregida de estacionalidad, bajó tres décimas, hasta el 26,1%. En los dos trimestres anteriores ya se había reducido el paro, pero no porque se creara empleo, sino porque disminuía la población activa.

Es previsible que el empleo siga creciendo en 2014, pero a un ritmo menor que al final de 2013

Quizá todo esto suene muy eufórico a muchos, pero no debiera ser así, pues la situación del mercado laboral es como la de un campo de batalla al finalizar la contienda. Según la EPA, desde el primer trimestre de 2008 hasta el tercero de 2013 se destruyeron 3,8 millones de puestos de trabajo, un 18,5%. Si a partir de ahora cada trimestre el empleo creciera a igual tasa de lo que ha crecido en el cuarto, se tardarían unos 17 años en recuperar las pérdidas. Es de esperar que, si no de momento, al menos en un año o dos más, este ritmo se acelere, aunque no andaba descaminado Olli Rehn, comisario de asuntos económicos de la Comisión Europea, cuando dijo hace unos días que España tardaría unos diez años en restañar las heridas de esta crisis. Si se refería al empleo, esta predicción incluso podía considerarse optimista. Es difícil que en los próximos trimestres se reproduzcan algunas circunstancias que se dieron en el cuarto de 2013 y que favorecieron la recuperación de la economía y del empleo. Hubo un aumento extraordinario de empleo en el sector agrario y una afluencia también extraordinaria de turistas extranjeros. Por eso, aunque es previsible que el empleo siga creciendo en 2014, lo hará a un ritmo algo menor que el del cuarto de 2013.

Otro aspecto que debe rebajarnos la euforia es que el empleo creado, siempre en términos desestacionalizados, es enteramente a tiempo parcial y básicamente con contratos temporales. A lo largo del pasado año, tanto la tasa de parcialidad como la de temporalidad aumentaron en torno a un punto porcentual. En el primer caso hay que añadir que casi las dos terceras partes de los trabajadores a tiempo parcial lo eran involuntariamente, porque no habían encontrado un trabajo a tiempo completo. El nuevo avance de la temporalidad nos alerta de que en este aspecto seguimos con el mismo modelo laboral anterior a la crisis, que tan nefasto ha sido para la modernización y progreso estructural de nuestra economía. Si queremos contribuir a cambiar el modelo económico, debemos acabar con esta ineficiente e injusta segmentación del mercado laboral, lo cual pasa por eliminar la contratación temporal que no sea estrictamente causal y a cambio flexibilizar más el contrato indefinido reduciendo la indemnización por despido en los primeros años y haciéndola progresiva con el tiempo.

Pero quizá el problema más grave de nuestro mercado laboral actual es que casi las tres cuartas partes de los parados llevan más de seis meses en esta situación, y el 60% lleva más de un año. La probabilidad de encontrar un empleo se reduce drásticamente conforme aumenta la duración del paro. Por eso es urgente ampliar y mejorar las políticas activas de empleo.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

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