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Los autónomos exigen menos impuestos y Santamaría augura una reforma “justa”

La vicepresidenta admite que “costará tiempo borrar las huellas de la crisis en los hogares”

Carlos E. Cué
Soraya Sáenz de Santamaría con Lorenzo Amor, presidente de ATA.
Soraya Sáenz de Santamaría con Lorenzo Amor, presidente de ATA.Javier Lizón (EFE)

Se acerca la hora de la verdad para el Gobierno: el momento de aprobar la reforma fiscal, el proyecto clave del Ejecutivo con el que intentará reconciliarse con su electorado y que se aplicará en año electoral, en 2015. La presión interna es muy fuerte. Y también la externa. El presidente de la Federación de Autónomos, Lorenzo Amor, ha aprovechado que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, había acudido a clausurar una junta directiva de ATA para exponerle públicamente sus reclamaciones: “Esperamos que la reforma fiscal conlleve una bajada de impuestos selectiva y persiga a los que no son solidarios. Las retenciones a profesionales, hoy en el 21%, deben ser progresivas, como lo son en las nóminas. Hay que recuperar deducciones por gasto en sanidad, educación, estética, rehabilitación. Además, las cotizaciones de los autónomos deben fijarse sobre sus rendimientos netos y no sobre suposiciones”, aseguró Amor.

La vicepresidenta no quiso alcanzar ningún compromiso concreto, pero sí avanzó que el debate interno está avanzado. “La comisión de expertos sobre la reforma fiscal está en vías de concluir sus trabajos”, aseguró. En teoría la fecha prevista era final de febrero aunque no hay nada cerrado y las discusiones son intensas en el propio gobierno.

El pasado viernes se discutió este asunto en la reunión en La Moncloa entre José Manuel Durao Barroso y Mariano Rajoy con su equipo económico, entre ellos los ministros de Hacienda y Economía. Bruselas teme que España baje demasiado los impuestos y le exige que amplíe las bases de recaudación. Santamaría prometió un sistema fiscal "más simple y más justo" después de la reforma que “contribuya al crecimiento”. "En un contexto como el nuestro, pocos instrumentos se tienen para el crecimiento y la reforma fiscal debe ser una de ellas", aseguró.

La vicepresidenta ha lanzado un discurso muy optimista, con la idea que la recuperación ya ha comenzado, aunque para terminar ha lanzado un mensaje más cauto: “Llevará tiempo borrar todas las huellas que la crisis ha dejado en la economía y en las familias". La vicepresidenta, en su discurso, no ha hecho ninguna referencia al asunto de la desigualdad, puesto en primer plano por el durísimo informe de Intermon-Oxfam que habla también de España como un país donde ha crecido mucho la desigualdad con la crisis. Tampoco aceptó preguntas al final de la conferencia, por lo que no le pudo cuestionar sobre este informe.

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