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UNIÓN BANCARIA

Draghi elige a un español para una de las cuatro direcciones del nuevo supervisor

Quintana era desde octubre de 2012 Director general de Supervisión del Banco de España Será responsable de supervisar la mayor parte de los bancos bajo el paraguas del BCE

Ramón Quintana, en una foto facilitada por el Banco de España.
Ramón Quintana, en una foto facilitada por el Banco de España.

El consejo del Banco Central Europeo (BCE) nombró ayer a un español para ocupar una de las cuatro direcciones generales del nuevo Mecanismo Único de Supervisión (MUS), según informaron tanto el BCE como el Banco de España. El elegido es Ramón Quintana (Bilbao, 1961), Director general de Supervisión en la institución española desde octubre de 2012. El nombramiento de Quintana era esperado desde noviembre y compensa en parte la reciente pérdida de poder de España en las instituciones financieras comunitarias, ya que el país no tiene ningún consejero en la cúpula del BCE desde que José Manuel González-Paramo dejó su consejo en mayo de 2012.

El Banco de España destaca que Quintana "ha superado un exhaustivo proceso de selección, en el que han participado varias centenas de candidatos altamente cualificados, tanto procedentes de organismos supervisores nacionales como del sector privado", y para el cual el BCE ha contado con la colaboración de una agencia especializada en la contratación de altos directivos. Dicho proceso ha tenido diferentes fases a lo largo de las cuales se ha ido reduciendo la lista de candidatos.

Quintana reportará desde la segunda dirección general a la presidenta del nuevo supervisor, la francesa Danièle Nouy. El economista español se hará cargo de la Dirección de Supervisión Microprudencial II, esto es, será el responsable de la supervisión de la mayor parte de las de las aproximadamente 130 entidades de crédito que estén bajo el paraguas directo del BCE. La dirección de supervisión I, al frente de la cual se situará el alemán Stefan Walter, hasta ahora ejecutivo de Ernst & Young, se hará cargo de una treintena de bancos, los más importantes, y la supervisión del resto será tarea de Quintana.

Junto a ellos, las dos direcciones que completan este nivel del organigrama del MUS estarán ocupadas por el finlandés Jukka Vesala, procedente del organismo supervisor de su país, que será el responsable de la supervisión indirecta de todos los demás bancos de los países de la zona euro en colaboración con los supervisores nacionales. Korbinian Ibel, también alemán y proveniente del Commerzbank, será el responsable de la cuarta dirección, que prestará servicios a las otras tres.

Integrado dentro de la estructura del BCE, el MUS estará dirigido por un Consejo Supervisor, con Danièle Nouy al frente y que tendrá como vicepresidente a un miembro de la Comisión Ejecutiva del BCE. Además formarán parte de este Consejo otros cuatro representantes del BCE y uno por parte de cada autoridad supervisora nacional, que en el caso español será el subgoberndor del Banco de España, Fernando Restoy. El organigrama del MUS contará con cuatro direcciones generales y seis direcciones generales adjuntas.

Quintana, licenciado por la Universidad de Deusto, ha desarrollado una larga carrera en el supervisor español. Entró hace 27 años para inspeccionar las cooperativas, luego pasó a las cajas (entre 1990 y 1992), para luego controlar los bancos hasta 2000, año en el que fue nombrado jefe de grupo. De 2003 ascendió a coordinador del grupo II, (grandes bancos) hasta 2008. Con el estallido de la crisis, y bajo el mandato de Miguel Fernández Ordóñez, fue nombrado director de esta división. En 2012, con la llegada de Luis Linde como gobernador, asumió la dirección general de Supervisión en lugar de Jerónimo Martínez Tello, quemado por la crisis de las cajas. Dentro de la institución y entre las entidades, Quintana está bien considerado.

El mecanismo único de supervisión instaurará a partir de noviembre de este año un nuevo sistema de supervisión financiera formado por el BCE y las autoridades nacionales de los países de la Unión Europea participantes. La función de este organismo es supervisar directamente las entidades de crédito importantes (de más de 30.000 millones de activos) y “trabajará estrechamente con las autoridades nacionales”, según el BCE. “Los objetivos principales del mecanismo único de supervisión serán velar por la seguridad y la solidez del sistema bancario europeo y aumentar la integración y la estabilidad financieras en Europa”, apunta el organismo.

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