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Coches que se aparcan por teléfono

El grupo francés Valeo saca al mercado un vehículo que estaciona sin conductor

Guillaume Devauchelle, director de innovación de Valeo.
Guillaume Devauchelle, director de innovación de Valeo.

El último grito en conducción asistida se llama Valet Park4U, fue presentado en septiembre en la Feria del Automóvil de Fráncfort y transforma a los coches en aparcacoches sin necesidad de dar propina y con un simple teléfono móvil. Cuando el conductor llega a la entrada de un aparcamiento (subterráneo o en superficie), puede bajarse del coche y activar el sistema de aparcamiento con su teléfono: el coche-robot busca la plaza con sus cámaras y su escáner detecta si hay obstáculos delante o detrás, y se aparca solo. Para salir del aparcamiento, el viajero puede repetir la misma operación: con un simple toque de móvil, el coche saldrá de su sitio haciendo la maniobra justa y le recogerá en la puerta del aparcamiento.

Guillaume Devauchelle, director de innovación de Valeo, la empresa francesa que comercializa el Valet Park 4U, explica que el proyecto estará en pleno funcionamiento en dos años y se basa en 12 captadores por ultrasonido, cuatro cámaras de vídeo y un escáner láser: los aparatos barren los alrededores del coche y envían al teléfono una imagen que permite al conductor ver el coche y el entorno.

La idea, dice Devauchelle, “es una respuesta a las últimas tendencias demográficas y sociales, que indican que la población europea es cada vez más vieja y está cada vez más conectada a la informática. Miramos a veinte años vista y sacamos las conclusiones”.

La empresa prepara unos faros inteligentes que se regulan solos

Valeo ya ha instalado en diez millones de coches los sistemas visuales y sonoros de ayuda al aparcamiento que permiten aparcar “de oído”. Su negocio consiste en desarrollar inventos que mejoren la seguridad y la comodidad, ahorrando tiempo y energía, ayudando a las personas con movilidad reducida, aumentando la conectividad entre conductor y vehículo, y mejorando la autonomía de las máquinas.

Pero su éxito depende de la flexibilidad de las reglamentaciones nacionales, de la convicción de los constructores de coches y, finalmente, del público. “El factor clave de las innovaciones en automóviles es que la industria y el conductor acepten los sistemas y que estos tengan una buena ergonomía y un uso y una percepción fácil: si no son simples y fluidos, los inventos no cuajan”, explica Devauchelle.

A partir de este año, algunos constructores cuyo nombre Valeo no quiere revelar van a sacar al mercado otra apuesta de I+D de la empresa: los faros inteligentes que se encienden y regulan solos. Una cámara BeamAtic situada en la parte superior del parabrisas detecta los coches que circulan por delante o que están adelantando y cambia de forma automática la intensidad y orientación de las luces según sea el tráfico. La luz de los faros PremiumLED es igual que las de carretera, pero no ciega a los otros conductores porque la forma de los haces se adapta al tráfico y a la elevación del terreno. El sistema LED promete acabar con el entrañable mundo del recambio de bombillas: sus vendedores afirman que dura más, ofrece un color de luz similar a la del día y da a los diseñadores más posibilidades para personalizar los morros de los coches.

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