Interventor de Bankia declara mañana como imputado por el agujero de entidad
El actual interventor general de Bankia, Sergio Durá, declarará mañana como imputado en la Audiencia Nacional ante el juez instructor del caso que investiga el agujero contable y las supuestas irregularidades en la fusión y salida a bolsa de la entidad.
El magistrado Fernando Andreu citó a Durá después de que se lo solicitara la Fiscalía Anticorrupción tras las últimas declaraciones sobre el caso, la de los dos directivos del grupo, el secretario general de BFA y Bankia, Miguel Crespo, y el director general de BFA, Manuel Lagares, el pasado septiembre.
También comparecieron, en su caso como imputados, el ex director general financiero y de riesgos de Bankia, Ildefonso Sánchez Barcoj, y el ex director general adjunto de Auditoría Interna de Bankia, Miguel Ángel Soria.
Según el fiscal en el escrito en el que pedía la imputación de Durá, "todos ellos manifestaron cierto desconocimiento sobre la contabilidad de Bankia, alegando que la elaboración de los estados financieros" tanto de la entidad como de su matriz, BFA, correspondían a la intervención general.
Añadía que Crespo repitió varias veces en su declaración que el interventor era el responsable de la contabilidad interna.
Por otra parte, precisaba Anticorrupción, "su intervención en los comités de auditoría previos a la formulación de las cuentas el 28 de marzo de 2012 y en los consejos de administración en que se formularon y reformularon las cuentas anuales de 2011 está plenamente acreditada por las propias actas".
También queda probado, añadía el escrito, en las manifestaciones de los 33 exconsejeros imputados y en la del socio de Deloitte Francisco Celma, quien "describió con detalle la información que transmitió a Sergio Durá sobre las razones para no auditar las cuentas inicialmente formuladas".
Andreu ha mantenido su citación a pesar de que el interventor general de Bankia recurrió su imputación por considerarla "objetivista", "prematura" y preventiva", ya que se ha ordenado en base a "posibles preindicios o suposiciones de posibles incorrecciones técnicas de las cuentas".
En contra de lo dicho por Celma, Durá indicaba en su recurso que "el auditor externo jamás advirtió de la existencia o posible existencia de tales errores o incorrecciones", y además "informó al final de las cuentas sin variación alguna de sus conceptos, cambiando únicamente los criterios de estimación por la aplicación de circunstancias sobrevenidas".
Durá comenzó a trabajar en la entidad dependiendo de Sánchez Barcoj, y no fue hasta noviembre de 2011 cuando empezó a hacerlo directamente del entonces presidente de la entidad, Rodrigo Rato.
El actual equipo de Bankia, del que forma parte Durá, siempre ha defendido que los criterios aplicados en la reformulación de las cuentas que transformaron en multimillonarias pérdidas los beneficios de 2011 siguieron siendo los mismos.
Sin embargo, sostienen que el rápido deterioro de la economía obligó a estimar a la baja la valoración de los activos de la entidad y han insistido en varias ocasiones en que las normas de auditoría piden las cuentas se cierren con la última información disponible.
