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Los inversores redoblan sus créditos a las empresas de más riesgo

Los mercados de deuda suavizan sus exigencias con las empresas pero siguen recelosos ante la banca, según el BIS

Amanda Mars

Los mercados de deuda abren la mano con las empresas y siguen timoratos antes la banca. Esta es una de las principales conclusiones que el Banco de Pagos Internacionales (el BIS, en sus siglas en inglés) plantea en su último informe trimestral, publicado hoy, cuyo balance está marcado por la fuerza del dinero fácil, de grandes las inyecciones monetarias, que están llevando a los inversores a buscar rentabilidad en terrenos menos seguros que hace un año. "En su búsqueda de rentabilidad, los inversores concedieron crédito a empresas de mayor riesgo a tasas de interés cada vez más bajas y con condiciones cada vez más favorables", señala el organismo coordinador de los grandes bancos centrales, con sede en Basilea. Mientras, advierte que a los bancos, especialmente los de la zona del euro, "les está costando mucho recuperar la confianza del mercado".

Un reflejo de esta tendencia se encuentra en el impulso que, por ejemplo, está experimentado el mercado de títulos de pago en especio, el cual da al prestatario la posibilidad de pagar a sus acreedores emitiendo deuda adicional. La renovación de estos instrumentos alcanzó los más de 9.000 millones de dólares en los tres primeros trimestres del año, un tercio por encima de todo el volumen de nueva emisión de todo 2012. Y esto ocurrió a pesar del más que evidente riesgo de este tipo de producto: aproximadamente un una tercera parte de sus entidades emisoras suspendieron pagos entre 2008 y mediados de 2013, según los números del BIS.

Y es que los formidables estímulos comentarios de los bancos centrales, esas políticas que suelen llamarse excepcionales o extraordinarias y se están acomodando en los mercados como algo cada vez más ordinario, están cambiado el orden la de las cosas: los bancos están afrontando mayores costes de financiación que empresas con las que compartían el mismo nivel de calificación crediticia. Y esta situación retroalimenta la tendencia, ya que, si los bancos pagan más que las compañías industriales por los préstamos, ¿por qué habrían estas de acudir a las entidades financiera a obtener dinero si los inversores se lo pueden prestar a ellas directamente a mejor precios?

Por eso los mercado de deuda acuden a una fiebre de emisión de deuda corporativa de grandes compañías, un fenómeno en el que también participan las grandes firmas españolas, pero que del que las pequeñas y medianas empresas (pymes) no se están beneficiando y siguen a merced del goteo de crédito bancario, escaso y extremadamente selectivo.

Un informe reciente de la gran patronal bancaria mundial, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, según las siglas en inglés), recogía datos alarmantes especialmente para el sur de la zona euro: la concesión de nuevos créditos a pymes se ha hundido un 66% en España en los últimos cinco años y en Portugal un 45%, por ejemplo, y el coste de los mismos puede llegar a variar entre centro y periferia hasta un 100%.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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