La nueva ley regula los cinco colchones de capital que se podrán exigir a los bancos

La exigencia de mayor capital a las entidades financieras ha sido una de las reacciones de los supervisores de todo el mundo a la crisis financiera, que en el caso español ha alcanzado incluso a la estabilidad financiera pública y ha obligado a España a pedir el rescate a sus socios europeos para recapitalizar la banca. La nueva ley regulará las exigencias de colchones de capital para tratar de prevenir futuras crisis.

Los colchones son requisitos de capital ordinario de primer nivel (Tier 1) adicionales a los establecidos en el Reglamento europeo 575/2013. Las entidades deberán cumplir con la obligación de disponer de un colchón de conservación de capital y, si procede, un colchón de capital anticíclico específico de cada entidad; un colchón para las entidades de importancia sistémica mundial (EISM); un colchón para otras entidades de importancia sistémica (OEIS), y un colchón contra riesgos sistémicos, si bien estos tres últimos se solapan entre sí.

“Estos colchones obedecen a la necesidad de contar con suplementos de capital frente a pérdidas inesperadas o de cubrir los riesgos originados por el carácter sistémico de ciertas entidades”, dice la norma.

Los colchones se aplicarán progresivamente hasta 2019. Ese año, el de conservación de capital deberá de ser del 2,5% de la exposición al riesgo. El exigido a las EISM oscilará entre el 1% y el 3,5% y el de las OEIS, será de hasta el 2%. Por su parte, el colchón anticíclico (calculado específicamente para cada entidad o grupo, según los territorios en que opere) y el colchón contra riesgo sistémico son herramientas a disposición del Banco de España para atenuar el efecto procíclico sobre el crédito de los requerimientos de capital, y para abordar la aparición de riesgos que puedan afectar al sistema financiero en su conjunto.

Frente a posibles incumplimientos, desde el 1 de enero de 2016 el Banco de España podrá imponer restricciones al pago de dividendos en efectivo, bonus en acciones y otras distribuciones de capital y también exigir la elaboración de un plan de conservación del capital.