Sousa pide a Pescanova 663.119 euros de indemnización por despido improcedente

Los numerosos periodistas que esta mañana aguardaban la presencia de Manuel Fernández de Sousa en los juzgados de Pontevedra esperaron en vano. El expresidente de Pescanova no se ha presentado en el juicio en el que se ha tratado la demanda por él presentada contra la empresa y su administradora concursal por despido improcedente. Sí lo ha hecho su abogada, que defendió una reclamación de 663.119 a favor del hijo del fundador de la compañía, imputado por la Audiencia Nacional por falsear las cuentas anuales de la multinacional gallega, entre otros presuntos delitos.

La representante jurídica de Sousa ha reclamado una indemnización de 20 días por cada año trabajado por su defendido para Pescanova, en la que permaneció desde su ingreso en 1997 hasta el pasado 17 de julio, cuando presentó su dimisión. La abogada ha considerado una irregularidad el hecho de que el expresidente no tuviera no solo contrato blindado, sino “un contrato por escrito” que acreditase su relación laboral con la compañía.

“Existía una relación de alta dirección compatible con la relación mercantil y ha de ser indemnizado”, ha defendido la abogada, que ha ensalzado el “esfuerzo” realizado por Sousa para convertir una pequeña empresa en el gigante que ahora es, aunque acuciado por la deuda. Tanto el representante del administrador concursal, Deloitte, como la de Pescanova han solicitado la desestimación de la demanda, que ha quedado vista para sentencia en el juzgado de lo mercantil número 1 de Pontevedra tras una vista de hora y media de duración.

La abogada de Pescanova ha entregado la carta de dimisión escrita por Sousa como prueba de que la inexistencia de relación laboral impide la posibilidad de despido. Los letrados de la empresa y de la administración concursal han reclamado al juez que declare el proceder de Sousa “una temeridad” y que se tengan en cuenta las circunstancias en las que se ha presentado la reclamación de este dinero, que equivale a 55.266 euros al mes.

El expresidente e hijo del fundador cuenta con un 7,51% del capital de Pescanova, que está en concurso de acreedores y que cuenta con una deuda de más de 3.674 millones de euros y un agujero patrimonial de 1.667 millones de euros, según el informe realizado por Deloitte. Cuando Sousa presentó su dimisión como presidente de la compañía gallega el pasado 17 de julio, cobraba por el cargo casi un millón de euros al año. En concreto, percibía 989.000 euros por su puesto ejecutivo como presidente, según los datos que figuran en el informe del Gobierno Corporativo del ejercicio 2011, el último disponible.

Fernández de Sousa y la firma gallega celebraron en octubre un acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Vigo que terminó sin acuerdo, en el que el expresidente de Pescanova defendió su condición de trabajador de la compañía durante 37 años. El administrador concursal de la firma dejó de pagar a Fernández de Sousa como director general de la compañía una retribución que había estado compatibilizando con la derivada de su condición de miembro y presidente del consejo de administración, tal y como recoge el informe elaborado por Deloitte. Esa supresión fue el motivo por el que el expresidente decidió acudir a la vía judicial para reclamar una indemnización.