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El déficit comercial récord de Japón muestra las limitaciones de los estímulos

El alza de las importaciones supera ampliamente al de las exportaciones hasta septiembre

Tráfico de contenedores en el puerto de Aomi, en Tokio.
Tráfico de contenedores en el puerto de Aomi, en Tokio.EFE

Japón registró un déficit comercial récord de 4,98 billones de yenes (37.208 millones de euros o unos 50.880 millones de dólares) entre abril y septiembre, el primer semestre de su ejercicio fiscal, sergún ha informado este lunes el Gobierno. El dato subraya las dificultades que está sufriendo el país para revitalizar uno de sus motores económicos pese a las medidas de estímulo activadas por el Gobierno. Además, ha tenido lugar pese a la caída del yen en el último año, lo que aumenta el atractivo de los productos nipones en el exterior.

Durante ese periodo las exportaciones japonesas, que suponen el 40% de su PIB, crecieron un 9,8% interanual hasta los 35,3 millones de yenes (263.393 millones de euros o 360.206 millones de dólares). Por su parte, las importaciones, que sí están más directamente afectadas por las medidas de estímulo, aumentaron bastante más con un 13,9% hasta los 40,3 billones de yenes (300.600 millones de euros o 410.954 millones de dólares).

Entre sus principales socios comerciales, Japón mejoró un 11,4% sus ventas a China, aunque las compras al gigante asiático crecieron un 30,9%. Respecto a Estados Unidos, las exportaciones aumentaron un 18,8% y las importaciones un 13,8%. En el caso de España, las exportaciones japonesas crecieron un 17,9%, mientras que las compras registraron un incremento del 26,4%.

La agresiva política monetaria activada por el primer ministro conservador Shinzo Abe tras su llegada al poder en diciembre ha impulsado la caída del yen, que ha perdido un 17 y un 14 por ciento de su valor con respecto al euro y al dólar, respectivamente, en lo que va de 2013. Este abaratado yen ha incrementado los beneficios que han generado las exportaciones al transformarlos a divisa japonesa tras su repatriación.

Reacción positiva de los inversores

Eso bastó para contentar hoy a los inversores, que se dieron a la compra de valores exportadores —algo que contribuyó a arrastrar al resto del parqué en Tokio— ante la convicción de que las hojas de resultados que presentarán a partir de la semana próxima reflejarán esa escalada. Sin embargo, la caída del yen aún no ha servido para aumentar sustancialmente el volumen real de los bienes que Japón vende al exterior, algo que sería fundamental para potenciar la inversión de capital de los grandes grupos exportadores y que cimentaría el buen ritmo de crecimiento económico experimentado tras la llegada de Abe.

Según han explicado los portavoces del Ministerio de Finanzas, muchas empresas exportadoras han optado de momento por incrementar sus márgenes de beneficio en vez de apostar por rebajar el importe de sus mercancías para ganar así en competitividad.

La caída del yen tiene también su reverso negativo, ya que ha aumentado la factura de todo lo que Japón debe importar. Además, el país depende ahora en más de un 90 por ciento del exterior para cubrir sus necesidades energéticas tras la detención de la mayoría de sus centrales nucleares (con las cuales cubría una tercera parte de las mismas) a raíz del accidente en la planta de Fukushima en marzo de 2011.

Así, las importaciones de crudo, paneles solares o gas natural licuado incrementaron ostensiblemente la factura y neutralizaron el incremento logrado en la exportación de vehículos, materiales plásticos o queroseno. Todo esto ha provocado que las importaciones niponas entre abril y septiembre aumentaran un 13,9 por ciento interanual hasta los 40,3 billones de yenes (410.954 millones de dólares).

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