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CUMBRE IBEROAMERICANA

América Latina y el Caribe necesitan aumentar la productividad en un entorno menos favorable

Entre 2004 y 2007, la economía latinoamericana creció a una media del 5,3%, un promedio que bajará a 3,4% entre 2011 y 2013, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). EFE/Archivo
Entre 2004 y 2007, la economía latinoamericana creció a una media del 5,3%, un promedio que bajará a 3,4% entre 2011 y 2013, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). EFE/ArchivoEFE

América Latina y el Caribe requieren reformas estructurales para aumentar su productividad y competitividad, a fin de afrontar los desafíos derivados de un entorno macroeconómico menos favorable, según alerta un informe conjunto de la de OCDE, CAF y la CEPAL, divulgado hoy en Panamá.

Reducir la dependencia de las materias primas, promover una nueva política industrial que genere valor agregado, mejorar la logística y reducir costos de transporte, son algunas de las recomendaciones que presenta el informe "Perspectivas económicas de América Latina 2014".

El análisis fue elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco de Desarrollo de América Latina CAF, que lo han presentado hoy en Panamá con motivo de la inauguración de la XXIII Cumbre Iberoamericana.

Destaca que después de una década de crecimiento sólido, las perspectivas económicas para la región se presentan "complejas" debido principalmente a la reducción en el volumen comercial, la moderación de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las condiciones financieras y monetarias globales.

Entre 2004 y 2007, la economía latinoamericana creció a una media del 5,3%, un promedio que bajará a 3,4% entre 2011 y 2013, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En esa situación se acentúan los retos estructurales a los que se enfrenta la región, entre ellos la productividad y la competitividad frente a Asia, indica el informe, de 170 páginas, que elabora la OCDE desde 2007, aunque junto con la CEPAL desde 2011 y con la CAF a partir de esta edición.

El documento señala que en 2011 las exportaciones de materias primas representaron 60% del total de las de la región, comparado con un 40% en 2000, pero la mitad de dicho aumento se debió al incremento en los precios y no al volumen de lo vendido, a diferencia de lo sucedido en la década de 1990.

El aumento en las exportaciones de materias primas ha significado la sustitución de bienes nacionales por importaciones, desacelerando la producción manufacturera de la región, señala el informe.

La región debe, en ese contexto, afrontar el desafío en cuanto a competitividad que representa la industria manufacturera de las economías emergentes de Asia.

El dinamismo asiático ofrece al mismo tiempo nuevas oportunidades de negocios en la medida que los países asiáticos experimentan un cambio en sus estructuras productivas, pero para aprovechar esa ventana América Latina y el Caribe "requieren poder diversificar sus exportaciones y buscar capturar mayor valor agregado", alerta el informe.

Señala asimismo que la innovación tecnológica resulta clave para promover el necesario cambio estructural que favorezca la diversificación, incremente la productividad y reduzca las brechas tecnológicas.

También es necesario el diseño de una nueva política industrial, para lo que la región requiere instituciones sólidas y mayor capacidad para facilitar una especialización basada en el conocimiento.

Una mejora en el desempeño logístico es otra medida que puede ayudar a promover un cambio estructural en la región, indica el informe, que propone reformas arancelarias y mejoras a la infraestructura de carreteras, puertos y aeropuertos para bajar los costos de transporte.

América Latina requiere también aumentar sus ingresos fiscales, debido a la creciente demanda de servicios públicos por parte de la nueva clase media que se consolida.

Para ello, se requieren reformas fiscales y la creación de instituciones que permitan hacer un seguimiento del gasto y dirigirlo hacia proyectos que fortalezcan la confianza y legitimen, a su vez, el aumento en la recaudación fiscal, dice el estudio.

La nueva clase media latinoamericana también exige más empleos de calidad y la adopción de políticas que promuevan una mayor productividad, asevera.

Un informe del Banco Mundial (BM) indicó en noviembre pasado que en la última década la clase media creció en América Latina en un 50%, y pasó de 103 millones en 2003 a 152 millones de personas en 2009.

El BM considera que los ciudadanos que viven con menos de 2,50 dólares al día están en pobreza extrema, y aquellos con ingresos medios de entre 10 y 50 dólares al día son de clase media.

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