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BOLIVIA JUSTICIA

Bolivia recuerda el "Octubre Negro" con el reclamo de extradición de un expresidente

El presidente de Bolivia, Evo Morales (d), asiste a una concentración de miles de personas en la ciudad de El Alto, con motivo del Día de la Dignidad Nacional, instituido por Morales, y que se conmemorará cada 17 de octubre en homenaje a las más de sesenta personas que murieron hace diez años durante una revuelta social reprimida por el Ejército en el llamado"Octubre Negro".
El presidente de Bolivia, Evo Morales (d), asiste a una concentración de miles de personas en la ciudad de El Alto, con motivo del Día de la Dignidad Nacional, instituido por Morales, y que se conmemorará cada 17 de octubre en homenaje a las más de sesenta personas que murieron hace diez años durante una revuelta social reprimida por el Ejército en el llamado"Octubre Negro".EFE

Líderes sociales de Bolivia reclamaron hoy la extradición desde EEUU del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y justicia para las familias de los más de sesenta muertos que causó en 2003 la represión militar de una revuelta social, que pasó a la historia como el "octubre negro".

Las peticiones fueron hechas por miles de personas, encabezadas por el presidente boliviano, Evo Morales, en un acto en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, cuyos habitantes fueron protagonistas de la caída de Sánchez de Lozada hace una década.

"En el 'octubre negro' no hay perdón ni olvido. Desde el pueblo alteño pedimos que retornen Gonzalo Sánchez de Lozada y los zánganos de sus ministros", afirmó en su discurso el máximo dirigente de la Central Obrera Regional de El Alto, Remigio Condori.

La líder de la Federación de Mujeres Campesinas "Bartolina Sisa", Juanita Ancieta, dijo que "jamás" se olvidarán aquellos sucesos.

"Quiero decir al Gobierno de EEUU, a (al presidente Barack) Obama, ¿hasta cuándo va a proteger a los corruptos, a los asesinos? (Sánchez de Lozada) tiene que retornar a Bolivia y tiene que ir a la cárcel a cumplir su sanción correspondiente", sostuvo Ancieta.

Actualmente, la Fiscalía boliviana tramita por segunda vez la extradición del exmandatario para que sea juzgado por los delitos de genocidio en la modalidad de masacre sangrienta y homicidio, después de que en 2012 Estados Unidos rechazara la primera solicitud.

Sólo han sido sentenciados cinco jefes militares de esa época, mientras que Sánchez de Lozada y varios de sus ministros están fuera del país, algunos en condición de asilados políticos.

Hace unos días, el asesor y yerno de Sánchez de Lozada, Mauricio Balcázar, auguró el fracaso de la nueva solicitud de extradición porque se trata de un proceso que es "pura persecución política".

Balcázar argumentó que EEUU rechazó la primera solicitud de extradición porque un presidente o expresidente "no puede ser juzgado por hechos que resultaron de la acción de policías o militares".

Los disturbios de 2003 estallaron por la oposición social a un proyecto de exportación de gas hacia EEUU por puertos de Chile, país al que Bolivia reclama la restitución de la salida soberana al océano Pacífico perdida en una guerra de fines del siglo XIX.

Aquellos sucesos culminaron el 17 de octubre de 2003 con la dimisión de Sánchez de Lozada a su segundo mandato, que solo duró 14 meses desde el 6 de agosto de 2002, y su huida a Estados Unidos.

La Defensoría del Pueblo señaló hoy en un comunicado que en esta fecha se debe recordar "que el futuro se está construyendo sobre las heroicidad alteña y para exigir el pago de la deuda" que el país tiene con El Alto, ciudad con "inadmisibles niveles" de pobreza, desigualdad, inseguridad ciudadana y carencia de servicios básicos.

"Pese a los esfuerzos y las promesas de cada año, los bolivianos le debemos a El Alto un acto de justicia que sancione con la mayor severidad a quienes fueron autores materiales e intelectuales de los días de masacre y violencia" de 2003, indicó la Defensoría.

Parte de los familiares de las víctimas del "octubre negro" tampoco están satisfechos con el trato que reciben del Ejecutivo pues el miércoles se manifestaron por su cuenta para exigir ayudas económicas del Gobierno, especialmente para los lisiados.

Los líderes sindicales bolivianos también coincidieron hoy en que esta fecha marcó hace diez años el fin de la "derecha" en Bolivia y aseguraron que los políticos neoliberales no volverán al poder.

"Ahora nunca podrán volver, más bien hay que botarlos a chicotazos (azotes) una vez más (...) En el Palacio de Gobierno no estamos pasando por pasar, estamos para siempre las organizaciones sociales", dijo el dirigente campesino Fernando Choque.

En la conmemoración de hoy, Morales además promulgó una ley que declara el 17 de octubre el "Día de la Dignidad Nacional".

"¿Qué ha sido el 17 de octubre de 2003? El final de un gobierno neoliberal, el total agotamiento, la total descomposición de ese modelo neoliberal", sostuvo el gobernante.

Para Morales, la revuelta de 2003 culminó una larga lucha social de más de veinte años en Bolivia que incluyen otros hitos, como la "Guerra del Agua" de 2000, la defensa de la hoja de coca y movilizaciones de indígenas amazónicos por tierra y territorio.

Según el mandatario, las reformas emergentes de la movilización de hace diez años han sido atendidas con la nacionalización del gas en 2006 y la promulgación de una nueva Constitución en 2009.

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