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NH Hoteles arrolla a Hesperia

El grupo de José Antonio Castro pierde 163 millones con su participación en el gigante

Dani Cordero
Hotel Isla Margarita, de a una de las sociedades vendidas por Hesperia
Hotel Isla Margarita, de a una de las sociedades vendidas por HesperiaELBA ASTORGA

Pese a ser su principal accionista, con el 20,5% del capital, Hesperia está gafada con NH Hoteles. Lo que empezó hace 10 años siendo una historia de amor no correspondido va camino de convertirse en una ruina para el grupo controlado por el empresario José Antonio Castro, que el año pasado sufrió en sus propias carnes el annus horribilis de NH. Grupo Inversor Hesperia cerró el ejercicio con unas pérdidas acumuladas de 163,5 millones de euros, un fondo de maniobra negativo —incapacidad para cubrir los gastos a un año con los ingresos corrientes— de 138,9 millones de euros y obligado a reducir el capital en 177 millones de euros, ya que el informe de su auditor, Deloitte, avisaba de que estaba en causa de disolución como consecuencia del abultado resultado negativo, que dejó también en números rojos su patrimonio neto.

Más de la mitad de las pérdidas obedecen a la alta exposición en la mayor de sus participadas. De los 292 millones que perdió NH en 2012, Hesperia se tuvo que apuntar 73 millones de euros —el equivalente al 25% del capital que tenía a 31 de diciembre—, a los que se añaden 35 millones de euros de créditos fiscales vinculados a la operación de compra de acciones y otros 7 millones de euros más de gastos financieros relacionados con el crédito que financió la entrada en NH.

La situación ha tomado tales dimensiones que Deloitte advierte en su informe de gestión que a final del ejercicio Hesperia no cumplía con dos de los ratios financieros incluidos en sus contratos de financiación, lo que podía suponer que la banca pudiera exigir en el corto plazo el pago de una deuda pendiente de 480 millones de euros. Tras varias prórrogas, el grupo mantiene aún hoy las negociaciones con la banca para refinanciar ese importe, que deberá cerrarse antes de concluir 2013. El pacto deberá ir acompañado de un nuevo plan de negocio, el tercero en pocos años, en el que seguirá presente la necesidad de desinversiones, que Hesperia intenta que sea a largo plazo.

Una difícil integración

No solo es la participación en el capital de NH lo que está lastrando las cuentas de Hesperia. La integración de sus más de 30 hoteles en la red del gigante también ha sido compleja y no ha acabado de dar los resultados esperados. En 2010, cuando Hesperia logró tras años de cortejos entrar en el Consejo de Administración de su participada, se acordó que NH adquiría la gestora de los hoteles de Hesperia y que estos, en adelante, serían gestionados por el mismo grupo, para evitar su competencia. Lo que parecía algo fácil no lo ha sido tanto, y la venta de habitaciones de los establecimientos de Hesperia no cumplió con las expectativas esperadas por diferentes motivos. La falta de experiencia de NH en establecimientos de costa es una, pero lo más complejo ha sido ajustar la plataforma informática.

Así que la participación de Hesperia ha hecho aguas en la cuenta de resultados y la gestión de sus hoteles, dos elementos que le han impedido cumplir con sus compromisos bancarios (este año solo está pagando intereses). De ahí que poco a poco vaya realizando desinversiones, una política que se mantiene por la presión bancaria pese a la insistencia de Hesperia en conseguir más tiempo para no malvender propiedades. En 2010 el grupo de José Antonio Castro vendió su hotel en Londres (Hesperia London) por cerca de 70 millones de euros, una operación que reptitió poco después en Madrid por 80 millones de euros. A estas dos grandes ventas se han sumado las operaciones de Venezuela, un hotel en Cambils (Tarragona) y la venta de sus acciones en el complejo canario de Playa del Oeste, que han supuesto ingresos muy inferiores.

Pese a todo, fuentes del grupo están convencidas de que cerrarán un acuerdo y aseguran estar mucho más tranquilos ahora que hace un año y medio, cuando los títulos de NH Hoteles cotizaban por debajo de los tres euros y su caída bursátil impedía a la cadena centrarse en el negocio. Desde su entrada, la matriz de Hesperia ha tenido que provisionar más de 300 millones de euros por el deterioro del valor de las acciones, que pagó a una media de 12,8 euros y el viernes cotizaban a poco más de cuatro. Y pese a la actual situación, niegan que se hayan planteado la posibilidad del concurso de acreedores.

“Los créditos están cubiertos por las acciones de NH y de nuestros hoteles, por lo que la banca no perdería ni un euro si no pagáramos”, señalan las mismas fuentes, que aseguran que esas garantías serenan los ánimos de los cinco bancos acreedores del grupo, liderados por Banco Santander, que copa el 84% de la deuda. En ese pool también figuran Bankia (8%), BBVA (4%), Popular y Sabadell, pero es el grupo presidido por Emilio Botín el que lidera las negociaciones y al que se tendrán que amoldar el resto de entidades, según explicaron fuentes financieras.

Este año, NH continuará arrastrando por los números rojos a Hesperia, que está lejos de sus antiguos planes de conseguir dividendos de la cadena hotelera. No obstante, en 2013 está previsto que el impacto sea inferior al de este año, por una previsible reducción de pérdidas y porque hoy Hesperia es menos accionista de NH que a finales de 2012, gracias a la ampliación que efectuó el grupo a principios de año para que se incorporara al accionariado el grupo chino NHA, que inyectó 234 millones de euros a las maltrechas arcas del grupo.

Más allá del impacto causado por NH, los ingresos de Hesperia también sufrieron la crisis y las desinversiones. La facturación cayó un 16%, hasta situarse en los 185 millones de euros, y su resultado de explotación también entró en pérdidas, de 8,8 millones. La compañía está renegociando a la baja las rentas de los hoteles que gestiona en régimen de alquiler, cancelando los contratos de los establecimientos que no le aportan beneficio de explotación y lleva años vendiendo activos con los que liquidar deuda. Este año se ha desprendido de la sociedad Playa del Oeste, en Canarias, y en 2012 se desprendió de Corporación Hotelera Hemtex y Desarrollo Turístico Isla Bonita, a través de las que controlaba tres establecimientos en Venezuela. Esa venta, por unos 20 millones de euros, ha tenido también impacto negativo en la cuenta de resultados (de 27 millones de euros), a causa de la diferencia de conversión entre el bolívar venezolano y el euro, “por efecto de la economía hiperinflacionaria existente en Venezuela”, según señala la memoria de gestión de 2012 de Inversiones Hesperia.

Respecto a los activos de este país, Deloitte denuncia que en 2011 se ajustó su valor por un importe de 95,6 millones con cargo a la cuenta de resultados de forma errónea, por los que el beneficio consolidado de aquel ejercicio debería haberse reducido en 80 millones de euros, lo que hubiera provocado la entrada en números rojos. Al venderse en 2012, el auditor señala que “el resultado atribuido a socios externos” debería haberse reducido en 34,8 millones (cerró en 549.000 euros) y el epígrafe de “reservas y resultados de ejercicios anteriores” tendría que haber caído 45,3 millones de euros (añadiéndose a los 69 millones de euros negativos de 2012).

El informe de la auditoría menciona una salvedad en referencia al valor imputado a un terreno en Fuerteventura valorado en 25 millones de euros pese a que no cuenta con un plan parcial aprobado. A falta de la existencia de una tasación, Deloitte asegura que no le ha sido posible cuantificar el deterioro que debería ser aplicado a la finca, una salvedad que el auditor ya puso en evidencia en el ejercicio de 2011, sin que haya sido solventada.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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