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TRABAJO INFANTIL

Rousseff dice que el mundo "le debe a los niños una infancia sin explotación"

La Conferencia Global sobre Trabajo Infantil fue organizada por el Gobierno de Brasil y la OIT, junto con otras agencias de Naciones Unidas y entidades dedicadas a la defensa de los derechos humanos y a los derechos de la infancia en particular. EFE/Archivo
La Conferencia Global sobre Trabajo Infantil fue organizada por el Gobierno de Brasil y la OIT, junto con otras agencias de Naciones Unidas y entidades dedicadas a la defensa de los derechos humanos y a los derechos de la infancia en particular. EFE/ArchivoEFE

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy en la III Conferencia Global sobre Trabajo Infantil que la "erradicación" de ese "flagelo" es una "tarea moral, ética y social" que la comunidad internacional aún tiene pendiente.

"Les debemos a los niños una infancia sin violencia y sin ningún tipo de explotación, les debemos un futuro de plena protección, de derechos y de afirmación", dijo la jefa de Estado ante delegados de unos 140 países que asisten a la conferencia, inaugurada hoy en la capital brasileña.

Al menos 168 millones de niños son víctimas del trabajo infantil en el mundo, dijo en la apertura el director general de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), Guy Rider, quien pronunció su discurso antes de Rousseff.

La presidenta brasileña añadió que son datos que "asustan" y representan "uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos".

Rousseff destacó que en las últimas décadas "la comunidad internacional avanzó mucho en la protección jurídica de los niños", al señalar que hoy existe "un amplio conjunto de tratados y convenciones con un elevado número de ratificación".

Sin embargo, subrayó que "eso contrasta con la realidad cotidiana de por lo menos 168 millones de niños", que representan el 11 por ciento de la población infantil del mundo y "aún son víctimas de la explotación en el trabajo".

En su intervención, Rousseff aseguró que el modelo de desarrollo "con inclusión" adoptado por Brasil los últimos doce años ha permitido reducir un 36 por ciento el número de niños trabajadores en el país.

Pese a esa notable reducción, algunos estudios oficiales calculan que el número de menores de 16 años que trabaja en Brasil se sitúa actualmente en unos 5 millones.

Aunque reconoció que "queda mucho por hacer", Rousseff sostuvo que Brasil "es un ejemplo de que, con voluntad política, acciones continuadas y permanentes es posible poner a actuar la fuerza transformadora que llevará a erradicar el trabajo infantil".

La Conferencia Global sobre Trabajo Infantil ha sido organizada por el Gobierno de Brasil y la OIT, junto con otras agencias de Naciones Unidas y entidades dedicadas a la defensa de los derechos humanos y a los derechos de la infancia en particular.

El foro concluirá el jueves, cuando será divulgada la "Carta de Brasilia", un documento que recogerá las conclusiones de los tres días de debates.

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