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El 99% de la junta de IAG aprueba la compra de aviones para British y Vueling

La decisión provoca el enfado de un grupo de accionistas que acusa a la compañía de "apartar" a Iberia de su estrategia

IAG, la compañía que agrupa a British Airways, Iberia y Vueling, ha decidido este jueves, con el 99% de los votos de la junta extraordinaria de accionistas celebrada en Madrid, que gastará más de 12.250 millones de euros en comprar 98 aviones para renovar la flota de las aerolíneas británica y catalana. Iberia deberá, sin embargo, esperar a “alcanzar una base de costes competitiva” para poder contar con nuevos aviones.

La decisión encendió los ánimos de un grupo de accionistas, en su mayoría empleados o extrabajadores de Iberia, que aprovecharon la junta para denunciar lo que consideran como una “política que favorece a British Airways y Vueling”, mientras aparta a la aerolínea española “de forma deliberada”.

Mientras tanto, unos 100 manifestantes convocados por los sindicatos minoritarios y la plataforma Iberia se moviliza los lunes al sol protestaron contra “el desmantelamiento” de la compañía española, ante las puertas del hotel Meliá Barajas, donde se celebró la junta.

En concreto, los accionistas de IAG acordaron la compra de 18 Boeing 787 y 18 Airbus A350 de largo radio para British Airways, así como la adquisición de 30 Airbus 320ceo y 32 A320neo de corto y medio radio para Vueling.

El presidente de IAG, Antonio Vázquez, justificó la decisión de renovar la flota de British Airways y de Vueling en la reducción de los costes en combustible que permitirán los nuevos modelos de aviones.

Vázquez también anunció que IAG ha adquirido opciones para la compra de hasta 44 aviones de nueva generación para Iberia, algo que dependerá, según él, de la capacidad de la aerolínea para “alcanzar una base de costes competitiva”.

“Estamos confiados en que podremos llegar a un acuerdo con los sindicatos con el fin de alcanzar los niveles de productividad y eficiencia que permitan a Iberia volver a ser competitiva y rentable”, añadió.

La gran mayoría de los accionistas que intervinieron mostraron su decepción y su frustración porque creen, como aseguró hace unos días el ministro de Industria, José Manuel Soria, que tras la fusión, Iberia va peor y British, mejor. Algunos acusaron, incluso, a IAG de privar a Iberia de algunas de sus rutas tradicionales como el Caribe, sin que lo justificara una pérdida de rentabilidad.

En su turno de respuestas, Vázquez negó que la compañía haya favorecido a British Airways y Vueling en detrimento de Iberia y defendió los efectos positivos de la fusión para la aerolínea española. Según él, la operación ha permitido el acceso al mercado de la aerolínea española en un momento complicado. El presidente de IAG recordó, además, que el valor de su empresa "prácticamente ha doblado su cotización” en Bolsa desde noviembre de 2012.

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