Francia alarga la duración de la cotización hasta 43 años
La medida se aplicará de forma gradual, a razón de un trimestre por año desde 2020
El Gobierno de François Hollande ha desvelado este martes los detalles de su reforma del sistema de pensiones, largamente anunciada y negociada con sindicatos y patronal, además de vivamente recomendada por Bruselas. Para la derecha, es una reforma que no reforma nada. Según la izquierda de la izquierda, castiga a los trabajadores y a los pensionistas y muestra la tendencia neoliberal de los socialistas franceses.
La reforma sorprendió por la liviandad de las propuestas y por sus principios socialdemócratas, que a falta de conocer en profundidad los detallas parecen casi un desplante a las exigencias de los tecnócratas de la Comisión Europea y de Berlín.
La modificación principal, que anunció en televisión el primer ministro Jean-Marc Ayrault, es que los años de cotización necesarios para acceder a una pensión del 100% pasarán a ser 43 en 2035. El cambio se hará de forma gradual, desde los 41,5 años actuales, a razón de un trimestre por año desde 2020, y supondrá que la generación de 1973 deberá cotizar un año y medio más que quienes nacieron antes.
Sistema retributivo
El planteamiento del Gobierno, que debe ser refrendado en el Parlamento, prevé empezar a financiar en 2014 el déficit del sistema distributivo —que tendría unas pérdidas de 20.000 millones en 2020 si no se tomara ninguna medida—, con un alza de 0,15 puntos en las cotizaciones de empresas y trabajadores, a la que se sumarán subidas de 0,05 puntos en los tres años siguientes, hasta completar un alza global de 0,3 puntos porcentuales.
El Ejecutivo descarta completamente, como había prometido, elevar la edad legal de jubilación más allá de los 62 años actuales, e introduce además diversos factores para corregir las actuales injusticias del sistema, que Ayrault atribuyó en gran parte a la reforma aprobada por el Gobierno de Nicolas Sarkozy en 2010.
La más importante es la instauración, desde 2015, de la llamada cuenta “pénibilité”, con la que las empresas financiarán las pensiones de los trabajadores que realizan las tareas más duras.
Esa cuenta costará a los patronos 1.000 millones de euros en 2020 y 2.500 millones en 2035, y podría beneficiar al 20% de los trabajadores del sector privado, calculó Ayrault.
