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CHINA INMIGRACIÓN

China endurece su política de visados y la definición de "inmigrante ilegal"

Un trabajador inmigrante carga con sus pertenencias en el interior de un edificio en obras utilizado como hostal barato para trabajadores inmigrantes en la ciudad china de Linyin. EFE/Archivo
Un trabajador inmigrante carga con sus pertenencias en el interior de un edificio en obras utilizado como hostal barato para trabajadores inmigrantes en la ciudad china de Linyin. EFE/ArchivoEFE

Las autoridades chinas dieron hoy detalles de la nueva política de visados que aplicará a los extranjeros a partir del 1 de septiembre, que endurece las condiciones para su concesión y aumenta los supuestos en los que un residente de otro país puede ser considerado "inmigrante ilegal".

Según señala hoy la agencia oficial Xinhua, se considerará inmigrante ilegal "cualquier extranjero que se mude a cualquier área fuera de aquélla en la que su estancia está restringida", además de los visitantes cuyo visado haya expirado antes de su partida.

La información no establece cuál será la penalización contra estos "inmigrantes ilegales", aunque noticias anteriores señalaban multas de hasta 500 yuanes (unos 80 dólares, unos 60 euros) por día de residencia irregular, detenciones de hasta 15 días e incluso deportaciones en los casos más graves.

Las regulaciones, aprobadas en junio del pasado año por el Legislativo nacional, implantan la creación de un visado especial para extranjeros que viajan a China para visitar a familiares (antes se les otorgaba un visado de turismo).

También habrá un nuevo visado para "talentos", que podría ser el de mayor duración (hasta cinco años), y con el que China busca atraer personal altamente especializado en campos como el científico o el tecnológico.

Las nuevas normativas, de las que todavía no se conoce por completo su contenido, han causado cierta alarma entre la comunidad extranjera residente en China.

Se teme que el país asiático reduzca la emisión de visados de "visita de negocios", utilizados por la mayoría de extranjeros como profesores de idiomas, empresarios autónomos y otros colectivos que no pueden acceder a visados con trámites más complejos como el de "trabajo".

El número de foráneos que visitan China ha aumentado a un ritmo del 10 por ciento anual desde 2000, y actualmente ya iguala a países con gran tradición turística como España. El año pasado los dos países "empataron" con 57,7 millones de visitantes, según las cifras de la Organización Mundial del Turismo.

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