La Fundación Telefónica abre una nueva sede Uruguay para "prevenir el trabajo infantil"
La española Fundación Telefónica reforzó hoy su presencia en Uruguay con la inauguración en Montevideo de una nueva sede dotada de modernas instalaciones, con el objetivo de prevenir el trabajo infantil en el país y capacitar a los jóvenes a través de las nuevas tecnologías.
El centro educativo, el segundo de la organización en la capital uruguaya, tiene dos plantas que cuentan con un total de 800 metros cuadrados con salas de exposiciones, oficinas y aulas equipadas con pizarras digitales, tablets y notebooks.
En la inauguración del centro estuvieron presentes varias autoridades, como el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, y el embajador de España en Uruguay, Roberto Varela.
La sede forma parte del proyecto Proniño que desde 2001 lleva a cabo la Fundación Telefónica en Uruguay y que según su director, José Pedro Derrégibus, tiene por objetivo "prevenir el trabajo infantil a través de la educación y otorgar a los jóvenes las competencias propias del siglo XXI".
"Trabajamos ya con más de 180 escuelas de todo Uruguay, con la idea de que sumando y juntos podemos obtener mejores resultados", destacó a Efe.
El presidente de la Fundación Telefónica en Uruguay, Pablo De Salterain, subrayó por su parte la importancia de que se mantengan los proyectos "pese a la grave crisis económica que sufre España".
"Uno mira lo que es la situación económica en Europa y los sacrificios que se hacen en España, donde a diario se recortan proyectos, programas e iniciativas", destacó.
El programa Proniño es financiado en tu totalidad por Telefónica España y vista la crisis "teníamos miedo de que peligrara", confesó.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, el proyecto "sigue adelante y crece gracias al nuevo centro inaugurado", aseguró De Salterain.
Desde que el proyecto Proniño empezó a operar en Uruguay, Fundación Telefónica ha trabajado directamente con 20.000 niños y ha destinado más de 4 millones de dólares a programas de acción social en Montevideo, donde reside la mitad de los 3,3 millones de habitantes del país, y el interior a través del trabajo conjunto con diferentes ONG.
Precisamente, el pasado 12 de junio, unos 200 niños uruguayos convocados por la fundación bailaron en el centro de la capital y formaron la figura de un molinete de colores para denunciar la persistencia del trabajo infantil en el país en el Día Mundial contra esta forma de explotación.
En octubre de 2012, la fundación firmó un acuerdo con el Gobierno uruguayo para reinsertar al sistema educativo a los cerca de 40.000 niños que actualmente trabajan en esta pequeña nación suramericana, especialmente en la recolección de basura.
